CREÍAS QUE YA NO SE PODÍA IR MÁS LEJOS EN EL THRILLER. TE EQUIVOCABAS. CARME CHAPARRO HA VUELTO A ROMPER LOS LÍMITES.
En una cálida noche de junio, diez personas se precipitan a la vez desde sus habitaciones de la séptima planta de uno de los hoteles más emblemáticos de Madrid.
No se conocen. Sus mundos nunca se han cruzado. Solo el huésped de la 716 se atreve a dejar una pista. Tras este arranque de impacto, el lector entrará en una historia trepidante que le mantendrá en vilo de la mano de Santi Munárriz, el forense más carismático, rebelde y asocial del Instituto de Medicina Legal, y Berta Gigliani, una periodista de éxito que reaparece tras haberse desvanecido sin dejar rastro once años atrás.
Una mujer y un hombre se encuentran por casualidad durante su viaje de regreso al país natal del que emigraron hace veinte años. ¿Podrán reemprender una extraña historia de amor, apenas iniciada entonces en su tierra? El caso es que, tras tan larga ausencia, «sus recuerdos no se parecen». Porque «nuestra memoria, la pobre, ¿qué puede hacer? Sólo es capaz de retener del pasado una miserable pequeña parcela sin que nadie sepa por qué precisamente ésa y no otra…». Vivimos sumidos en un inmenso olvido, y no queremos saberlo. Sólo aquellos que, como Ulises, vuelven después de veinte años a su Ítaca natal pueden ver de cerca, atónitos y deslumbrados, a la diosa de la ignorancia.
Tras la muerte de su padre, el prestigioso empresario alemán Eric Zimmerman decide viajar a España para supervisar las delegaciones de la empresa Müller. En la oficina central de Madrid conoce a Judith, una joven ingeniosa y simpática de la que se encapricha de inmediato. Judith sucumbe a la atracción que el alemán ejerce sobre ella y acepta formar parte de sus juegos sexuales, repletos de fantasías y erotismo. Junto a él aprenderá que todos llevamos dentro un voyeur, y que las personas se dividen en sumisas y dominantes... Pero el tiempo pasa, la relación se intensifica y Eric empieza a temer que se descubra su secreto, algo que podría marcar el principio o el fin de la relación.
En los cuadernos en octavo y en los diarios de Franz Kafka existe una gran variedad de textos dispersos, pensamientos condensados que fueron designados por el mismo autor como aforismos o que han sido considerados como tales en las diferentes ediciones de la obra del autor y, sobre todo, en la edición crítica y canónica que la editorial S. Fischer viene publicando desde 1982 y que es la que recoge la biblioteca Kafka en DeBols!llo.
Este volumen, editado por Ignacio Echevarría y Jordi Llovet, ofrece al lector un cuidado compendio de aforismos que incluye, además del «Legajo de los aforismos» (1918), una serie de textos espigados de los cuadernos y legajos póstumos (1916 a 1923) y de los diarios (1920-1921). Una recopilación inédita que nos habla del hombre, de las dificultades del artista, de sus miedos más profundos y de la vigencia de sus lecciones.
¿Qué relación hay entre un intento de suicidio fallido, una acusación de robo injusta contra una alumna y la vida sentimental de un famoso tenista?
Para un espectador común, aparentemente nada. Pero cuando se celebra una fiesta en Gull's Point, la casa costera de una anciana viuda, los acontecimientos anteriores alcanzan un punto dramático. Como descubre el superintendente Battle, todo forma parte de un plan cuidadosamente trazado? para cometer un asesinato.
La señorita Arundell, una anciana acaudalada, vive sola con la única compañía de su fiel amigo, su perro Bob. Un día sufre lo que parece ser un desgraciado accidente al caer por las escaleras tras tropezar con la pelotita de goma de su perro, y, aunque sus sobrinos lo achacan a la mala suerte, la anciana está convencida de que alguien ha intentado matarla. Decide por ello escribir una carta a Hércules Poirot para que la ayude a descubrir si sus sospechas son ciertas, pero, sin aparente explicación, la carta llega días más tarde y, para cuando lo hace, la anciana ha fallecido.
Poirot decide entonces investigar qué sucedió para que la carta no llegase a su debido tiempo y, lo más importante, si la señorita Arundell estaba en lo cierto y alguien no cesó en su empeño hasta conseguir acabar con su vida.