La carta más famosa del siglo XX jamás llegó a su destinatario. Ni siquiera fue enviada. La escribió Franz Kafka de un tirón entre el 4 y el 20 de noviembre de 1919, y está dirigida a su padre, Hermann Kafka, comerciante judío en la ciudad de Praga. Escrita en un estilo que su propio autor calificó de abogado, la carta es un memorial de las relaciones que había mantenido con su padre desde su nacimiento.
La transformación, o metamorfosis, de Gregor Samsa en un bicho monstruoso, similar a un enorme escarabajo, es uno de los hitos de la literatura universal. El mundo de Kafka es, en verdad, un universo indecible donde el hombre se da el lujo torturante de pescar en una bañera, sabiendo que no saldrá nada.
Un accidente trunca brutalmente la idílica relación entre una niña y su caballo. La madre deberá recurrir a un hombre muy especial, de quien se dice que posee poderes para comunicarse con los caballos y sanar su espíritu...
La solidaridad entre las personas, la armonía con la naturaleza y la fuerza de los sentimientos subyacen como motor de esta novela inolvidable, adaptada al cine en una superproducción dirigida y protagonizada por Robert Redford.
Una madre: Sethe, la esclava que mata a su propia hija para salvarla del horror, para que la indignidad del presente no tenga futuro posible.
Una hija: Beloved, la niña que desde su nacimiento se alimento le leche mezclada con sangre, y poco a poco fue perdiendo el contacto con la realidad por la voluntad de un cariño demasiado denso.
Una experiencia: el crimen como única arma contra el dolor ajeno, el amo como única justificación ante el delito y la muerte como paradójica salvación ante una vida destinada a la esclavitud. Con este dolor y este amor en apariencia indecibles la ganadora el Premio Nobel de Literatura 1993 ha construido una soberbia novela, que en 1988 le valió el Premio Pulitzer.