Ojo Largo es uno de los jóvenes más destacados de Nublares, un clan primitivo que ha creado su propia sociedad. Valeroso e inteligente, Ojo Largo es demasiado independiente para aceptar las reglas sin más, como lo demuestra su deseo por Mirlo, la mujer del brujo de la tribu.
En esta incipiente sociedad, las pasiones humanas reflejan valores ancestrales y eternos como el amor y la lealtad, en un mundo donde la naturaleza impone sus propias exigencias.
«El lobo sabía más del hombre que el hombre del lobo. El lobo y el hombre se conocían desde hacía ocho inviernos. El niño había visto al cachorro con la loba cuando él aún caminaba entre mujeres. El lobato había cortado la pista del muchacho cuando todavía no había catado su primera pieza. Ahora los dos dirigían sus manadas en la cacería.»
En La mirada del lobo, Antonio Pérez Henares recrea de forma magistral y con gran sensibilidad el momento prehistórico en el que los caminos del lobo, origen de los perros, y el hombre se cruzaron para siempre, creándose entre ellos un vínculo de lealtad y amistad que perdura hasta la actualidad.
«Una serie que no te puedes perder. Te hará reír, llorar y enamorarte locamente.» Anna Todd, autora del fenómeno AFTER.
SAWYER ES INDEPENDIENTE, HERMÉTICA Y FELIZ VIVIENDO LA VIDA A SU MANERA.
ISAAC ES TÍMIDO, DULCE Y NECESITA A ALGUIEN QUE LE AYUDE A SER MÁS LANZADO CON LAS CHICAS.
Sawyer e Isaac tendrán que superar sus diferencias y así alcanzar sus objetivos en un pacto que les hará descubrir que, quizá,
TIENEN MÁS COSAS EN COMÚN DE LAS QUE PARECE A PRIMERA VISTA.
Lo que empezó como un acuerdo inocente puede que acabe siendo la mejor de sus partidas.
Esta novela, farsa negra o tragedia rosa, proyecta la condición humana, vulnerada e inerme, sobre un degradado local nocturno madrileño donde desfilan cupletistas venidas a menos, policías, tipos grises e incluso algunas almas cándidas como la solterona Antonia y su hermano.
Marina Tsvietáieva escribió este relato autobiográfico durante el exilio en Francia y lo publicó en ruso, en 1933, en distintas revistas de París; tres años más tarde, en 1936, tratando de acercarse a los lectores franceses, reelaboró sus recuerdos de infancia en frances, un conjunto de cinco capítulos al que dio por título Mi padre y su museo y que, no obstante, jamás llegó a publicar en vida. En ambas versiones reunidas en este volumen la autora ofrece una evocación emotiva y lírica de la figura de su padre, Iván Tsvietáiev, profesor universitario que consagró su vida a la fundación del museo de bellas artes de Moscú, el actual museo Pushkin. A menudo lacónico y fragmentario pero de una extraordinaria fuerza poetica, este maravilloso texto, vibrante y conmovedor, nos acerca como pocos a la intimidad de una poeta inimitable.
Dos mujeres fuertes y valientes, enfrentadas a la codicia, la barbarie y al crimen, se ven unidas a través de los siglos por un misterioso legado que puede alterar el futuro de Cuba.
Una apasionante historia que empezó hace más de quinientos años y que solo ahora puede terminar.
Alicia Solomon apenas recuerda algo de sus primeros años de vida. Solo sabe que apareció abandonada en una balsa, de muy pequeña, y que fue recogida por unos marineros en alta mar. Ahora, convertida en una experta en documentos antiguos, se enfrenta al mayor reto de su carrera: descifrar un enigmático manuscrito hallado en una misteriosa tumba indígena no muy lejos de La Habana; una tarea que se vuelve más peligrosa a medida que Alicia se da cuenta de que hay personas dispuestas a matar para que ese texto, escrito por una mujer desconocida en el siglo XVI, jamás vea la luz.
Y es que, más de quinientos años atrás, existió un testigo excepcional de la conquista española. Juana, una joven recién llegada a la isla de los huracanes, se convirtió en la voz de esos pueblos sometidos y en el origen de una dinastía valerosa y justa, perseguida por quienes aún hoy no dudarán en eliminar a cuantos se opongan a su codicia y a su insaciable sed de poder.
Una aventura plagada de secretos, enigmas, mitos y conspiraciones, que retrata la eterna lucha entre la dignidad y la opresión, entre la inocencia y la más depravada codicia.