Hace un año, Caroline Johnson eligió acabar con su vida de forma brutal: un suicidio planeado para ponerle fin a todo del mismo modo que lo hizo marido meses atrás. Su hija, Anna, ha luchado desde entonces para superar la pérdida, el vacío y el dolor de un desenlace que aún no ha podido comprender.
Ahora, con una hija pequeña a su cargo, Anna echa de menos a su madre más que nunca, y las dudas sobre su muerte y la de su padre no hacen sino crecer con el paso los días. Sin embargo, ¿es posible que indagando en el pasado esté poniendo en peligro su futuro? ¿Es posible que sus padres no se suicidaran? ¿Es posible que, después de todo, sea mejor vivir en la mentira?
Dos meses después de la muerte de Jonas, Lena, fotógrafa profesional, reúne el valor necesario para cumplir la última voluntad de su marido: esparcir sus cenizas en los campos de lavanda del corazón de la Alcarria. Allí se reúne con el grupo de amigos de Jonas, entre ellos Daniel, su primo hermano, un sacerdote con el que comparte los sentimientos de amor y pérdida, y que guarda para sí muchos silencios.
Sin embargo, igual que se heredan los afectos, se heredan también los odios. Lena deberá lidiar con la presencia amenazante de su cuñado Marco, un hombre envidioso y mezquino que no está dispuesto a respetar su duelo. Coincidiendo con el Festival de la Lavanda, recordará su historia de amor con Jonas y todo lo que se llevó consigo, reforzará lazos de amistad y desvelará secretos familiares escondidos durante demasiado tiempo.
Un libro sorprendente, osado y de altísima calidad literaria.
Este es un libro sobre el cuerpo. Sobre un cuerpo que ama y es amado. Un cuerpo que también es abusado, violentado a través del sexo y el parto, del aborto y la sangre, de la mugre. Materiales no artísticos en manos de una pintora que escribe, de una escritora que mira.
La anguila aborda la memoria y la herencia, habla sobre nacimientos y pérdidas, sobre el deseo que traspasa generaciones, los gestos aprendidos y truncados. Sobre rebeliones y huidas, sobre la amistad y sobre Chile.
Es el retrato de una mujer que asume los riesgos de mirar atrás sin veladuras y se dirige hacia una vida nueva.
Medea, la princesa maga de la Cólquida, la que fue esposa de Jasón y mató a sus hijos por desamor, la que tuvo que huir de Corinto, Atenas y Asia Menor, acosada por humanos y dioses, objeto de la furia de Zeus, va a la deriva en un enorme bloque de hielo que mengua día a día, camino de un destino desconocido. Pero esta no es su única angustia: es un ser inmortal y no puede morir, ni por su propia mano.
Nueva Zelanda, 1907. La infancia de Gloria, bisnieta de Gwyneira, termina abruptamente cuando es enviada junto a su prima Lilian a un colegia en Gran Bretaña. Una vez allí, Lilian encaja en las costumbres que impone en Viejo Mundo, pero Gloria quiere volver a toda costa a la tierra que la vio nacer, en el extremo opuesto del mundo. Y es ese profundo sentimiento el que la empuja a coger las riendas de su vida e idear un atrevido plan que marcará su destino para siempre.
El grito de la tierra cierra la trilogía que comenzó con En el país de la nube blanca y siguió con La canción de los maoríes. Con esta inolvidable saga familiar ambientada en Nueva Zelanda, la escritora alemana Sarah Lark ha cautivado a ocho millones de lectores en todo el mundo. El resultado es una epopeya literaria tan emotiva como fascinante que nos lleva a la tierra donde viven los sueños.
Agatha está embarazada, trabaja a tiempo parcial como reponedora en una tienda de alimentación de los suburbios de Londres, contando los días para que su bebé nazca. Sus turnos de trabajo parecen interminables, lo que hace que cada día aumente más su frustración profesional. Agatha anhela una vida como la de Meghan, una elegante y moderna clienta que la deja totalmente deslumbrada. Meghan lo tiene todo: dos hijos perfectos, un esposo maravilloso, un matrimonio feliz, un grupo de amigas y además escribe artículos en un popular blog sobre temas de maternidad, artículos que Agatha lee con devoción cada noche mientras espera a su cada vez más ausente pareja, el padre del bebé que está esperando.
Cuando Agatha se entera de que Meghan está embarazada de nuevo y que sus fechas de parto coinciden, se arma de valor para hablar con ella, emocionada porque por fin tienen algo en común. Meghan está a punto de descubrir que ese pequeño y poco importante rato que ha compartido con una empleada de una tienda de alimentación está a punto de cambiar para siempre el curso de lo que hasta ese momento era una vida perfecta.