Una atrevida, amena e irónica mezcla de ciencia ficción, ucronía y thriller.
El genio matemático Lawrence Pritchard Waterhouse colabora en 1942 con Alan Turing y especialistas británicos de Betchely Park para descifrar los códigos secretos de las potencias del Eje.
Sesenta años más tarde, la empresa de Randy, su nieto y brillante criptohacker, proyecta crear un paraíso de datos y exponente de la libertad informática: la Cripta.
Criptonomicón se traslada al escenario bélico del Pacífico para plasmar las aventuras del marine Shaftoe en busca de MacArthur, así como las de Lawrence, con su imaginativo tratamiento matemático de la cualidad y efectos de las eyaculaciones, y las de un Randy enfrentado a las mafias de la política, la tecnología y las finanzas.
En 1942, Lawrence Pritchard Waterhouse, genio matemático y capitán de la marina estadounidense, colabora con Alan Turing y especialistas de Betchely Park en la tarea de descifrar los códigos secretos de las potencias del Eje.
Sesenta años más tarde, la empresa de su nieto y brillante criptohacker, Randy Waterhouse, proyecta crear la Cripta, un paraíso de datos y el mayor exponente de la libertad informática.
Al final, ni siquiera Wagner o el «oro del Rhin» han de resultar ajenos a la plural y camaleónica trama de Criptonomicón, un tour de force narrativo incomparable, desmesurado y sorpréndete. Un hito en la narrativa moderna, con una atrevida mezcla de géneros: ciencia ficción, ucronía y thriller, entre otros, que componen una novela llena de humor e ironía.
Una historia romántica donde el amor puede con todo... incluso con los prejuicios.
Elizabeth Ridgeway es una mujer de extraordinaria belleza, capaz de encender de inmediato el deseo de los hombres. Sin embargo, Nathan, su marido, apenas se fija en ella.
Rafael Santana, hijo de una rica familia de Texas, es atractivo y arrogante. De niño fue secuestrado por comanches y educado como un guerrero, algo que sus modales aristocráticos no logran ocultar. Elizabeth y Rafael tenían una idea equivocada el uno del otro.
Una conmovedora novela romántica cuya protagonista luchará por el amor y por olvidar el sufrimiento de su pasado.
No te pierdas esta historia de mano de Ebony Clark, te encantará...
Devonshire, Inglaterra. A finales del siglo XIX, la joven Ofelia, huyendo de su despótico y perverso tío, abandona el único hogar que ha conocido y se aventura en un matrimonio por poderes, al otro lado del océano, con un hombre a quien jamás ha visto.
Bisbee, Condado de Cochise, Arizona. El destino hace que Jacob Turner, el hombre al que apodan El Diablo, despose a una joven aparentemente frágil y silenciosa, cuyos secretos y fantasmas amenazan con unirse a los suyos a menos que haga algo por evitarlo. De pronto, Ofelia se encuentra sola en un mundo hostil dominado por la codicia y los prejuicios.
Una historia romántica y un maravilloso viaje que nos trasladará a la región de Provenza.
Heidi, con el corazón roto por la muerte de su marido, viaja con su hijo de siete años y su sobrina adolescente a un pueblecito en el sur de Francia, donde, según dicen, una ruinosa casa de piedra cura los corazones rotos desde antes de la Segunda Guerra Mundial.
Una vez allí, acompañados de una vecina que parece conocer todos los secretos de la familia -la madre de Heidi había pasado un verano sola en la Provenza, cuando ella era una niña- y un enigmático francés, Heidi y los suyos viajarán a través del amor, la pérdida y la curación rodeados de viñedos, brisas cálidas y la deliciosa comida de la región.
Tras años intentando animar mi vida sexual desistí y decidí escribir un diario. Quizá mi apuesto y frío marido era incapaz de darme la pasión que yo esperaba; después de todo, mis ex ya cumplieron con los niveles de testosterona que yo ansiaba y encontraba en mis novelas favoritas…, así que, si no podía tener ese nivel de pasión, al menos podía escribir sobre ello, ¿no? Nadie debía saberlo, iba a ser mi pequeño secreto. Pues ¿adivináis qué? Mi marido leyó el diario. ¿Y sabéis qué? Le hizo cambiar el juego. Bien.
Asesorada por mi mejor amiga, me sentí especialmente poderosa y empecé a poner a prueba sus límites con entradas en mi blog diseñadas específicamente para manipular el comportamiento de Ken… Al principio funcionaron…Hasta que dejaron de hacerlo. El resto hay que leerlo…