Nikki Griffin es una detective poco convencional. Su despacho ocupa el altillo de la librería de viejo que regenta, porque Nikki adora la lectura, los libros son los únicos que la protegen y le aportan el consuelo que la salva de su trágico pasado. Lo que poca gente sabe de ella es que no tolera la violencia masculina. Y no solo eso: Nikki se ocupa de dar su merecido a los tipos que hacen daño a las mujeres que dicen amar. Ella se asegura de que esos hombres peligrosos nunca más vuelvan a acercarse a sus víctimas.
Nikki acepta el encargo del director ejecutivo de una empresa de Silicon Valley que fabrica sofisticados sistemas de vigilancia. Debe seguir los pasos de una empleada sospechosa de vender secretos de la compañía. Cuando Nikki presencia como dos tipos amenazan a la joven que está siguiendo, entiende que tal vez no le han explicado toda la verdad y que no se trata de un simple caso de robo de información. Ella misma está en el punto de mira de hombres muy peligrosos.
Si, como dijo Alfonso Reyes, el ensayo es el centauro de los géneros, la crónica es un mestizo más exótico o salvaje: el grifo de la literatura. Este libro es una jaula sin barrotes donde merodean algunas de esas criaturas: la marchita eternidad de Acapulco y la vocación de Mazatlán como food court del alma; una temporada de rockstar en el desierto y un recuerdo del Mundial de Alemania 2006 robado por el autor a un examante de su novia; un hotel en Shanghái donde toca la banda de jazz más antigua del mundo y la visita de la reina de Inglaterra al puerto de La Paz, Baja California Sur; el brutal asesinato de una adolescente chilena en la región del Maule y un retrato a mano alzada del Fiscal de Hierro, persecutor de guerrilleros suicidas, homeópatas marxistas y gavillas narcomatriarcales que protagonizó la lucha contra la delincuencia organizada en los años setenta en Nuevo Laredo.
Las ocho narraciones de este libro realizan una de las suertes mayores de la literatura: ir de lo íntimo a lo general, o viceversa. También nos recuerdan que no hay promesas sin resaca.
Las vacaciones de verano de una familia británica de clase media están a punto de sufrir una violenta sacudida. El mujeriego profesor Michael, su esposa Eve —una escritora de éxito— y sus dos hijos reciben de forma inesperada la visita de una misteriosa mujer. Nadie sabe quién es ni de dónde ha salido, si es un ángel o un demonio, pero todos quedan profundamente subyugados por su presencia. Lo único claro es que su ciclónica y desconcertante aparición alterará sus vidas, forzándolos a un desenfrenado viaje interior.
Ganadora del Premio Whitbread y finalista del prestigioso Premio Booker, Accidental es una hipnótica y sorprendente novela con la que Ali Smith se ha consagrado como una de las voces más renovadoras y osadas de la narrativa anglosajona actual.
Cinco mujeres: cuatro están vivas, tres son forasteras, dos son hermanas, una está muerta. Y todas han pasado alguna vez por el Hotel World, que ahora nos acoge para mostrarnos una noche de sus vidas. Por los pasillos van desfilando sus esperanzas y sus desencantos, alojados en la memoria de ese lugar. Cada una se cruzará con las demás sin reparar en la casualidad de sus encuentros.
Juego, desafío, inventiva desbordante... Esta novela es una alquimia de mundos opuestos que chocan para dar como resultado una parábola moderna sobre la comunicación y la indiferencia y, finalmente, una defensa del amor.
«Escribí las historias que componen este libro durante los últimos cinco años, es decir, durante los primeros cinco años de la vida de mi hijo. Y aunque las historias de un escritor se le van cruzando como peatones o gatos en el camino, llevo cinco años caminando y escribiendo mientras sostengo en mi mano la mano de un hijo que entra y sale de esas historias, y que corre a esconderse en algunas de ellas, y que a veces hasta me susurra las suyas. Un hijo que, de pronto, me obligó a escribir como padre.»
En los textos reunidos en este nuevo libro de Eduardo Halfon, la paternidad –con sus vulnerabilidades y fortalezas– es a menudo el lente a través del cual el autor revisita algunos de los temas predilectos de su universo literario. Halfon escribe sobre la infancia, el desarraigo, la muerte, la vocación de escritor o la búsqueda de la propia identidad con una economía de medios inversamente proporcional al resultado obtenido. Un libro luminoso y valiente que está entre los más personales del autor, considerado ya uno de los escritores más relevantes de la literatura latinoamericana reciente.
Un acontecimiento literario: los demoledores diarios y cuadernos de una escritora que en vida fue muy celosa de su intimidad.
Patricia Highsmith, que en vida se ganó fama de misántropa y mantuvo un aura de secretismo sobre su vida privada, al morir dejó unos diarios y cuadernos personales guardados entre la ropa en un armario. Su editora, Anna von Planta, se ha sumergido en las más de ocho mil páginas de anotaciones y ha realizado una meticulosa selección, que ahora sale por fin a la luz. Sin duda, un acontecimiento literario.
Aflora aquí la persona detrás de la escritora, con todas sus complejidades y contradicciones. La autora da rienda suelta a contundentes opiniones –no exentas de polémica–, aborda episodios cruciales de su vida y nos permite también adentrarnos en la «cocina» de su universo literario y comprobar que su más célebre creación, el sociópata Tom Ripley, es el fruto destilado de sus demonios interiores.
Estos textos recorren toda la vida de Highsmith, desde su época de estudiante hasta sus últimos años en Suiza, y nos permiten acompañarla en las dudas juveniles sobre su identidad sexual, en las noches sin fin del Greenwich Village neoyorquino de los años cuarenta –de copas con personajes variopintos como Judy Holliday y Jane Bowles–, en los primeros atisbos de su vocación literaria y el temprano éxito de Extraños en un tren –llevada casi de inmediato al cine por Alfred Hitchcock–, en su paso por la colonia de artistas de Yaddo –en compañía de Chester Himes y Flannery O’Connor–, en su prolija y convulsa vida amorosa, en la publicación de su novela de amor lésbico El precio de la sal –después retitulada Carol– con seudónimo para esquivar el escándalo, en su decisión de marcharse a Europa, en su afición al alcohol...