Las investigaciones del carcelero Enrique Nevers acerca de la tortuosa mente del director del centro diseñan un ajedrez del que los presos participan como piezas de recambio.
Cuando Enrique Nevers, en un momento de debilidad, aceptó alejarse de su amada para administrar la cárcel de las islas de la Salvación, estaba lejos de imaginar los terribles acontecimientos que lo tendrían como único testigo... Plan de evasión narra la odisea de Nevers. La revelación final, alcanzada a través de parciales vislumbres y muertes furtivas, arroja una inesperada luz sobre el destino de los personajes.
Una nueva aventura del comisario Polo: el genero policiaco entendido como alta literatura.
Bolonia, verano de 1947. El comisario Polo se acaba de bajar del tren, procedente de la lejana Granada. Su misión: investigar la desaparición de un compatriota, Guillermo Sola Bosch, profesor de Derecho que se alojaba en el Colegio de España. Un católico aficionado al jazz que, según algunos, tal vez simplemente se haya marchado a un retiro espiritual, y, según la policía, es un asesino.
Comienza así una búsqueda detectivesca en la que irán apareciendo más cadáveres –el de un individuo apodado el polaco, el de una anciana viuda...–, espías de ambos bandos en la incipiente Guerra Fría, delatores, monárquicos y neofascistas, conspiraciones, conexiones vaticanas y de fondo el boogie woogie, el ritmo de moda que, como tantas cosas que fascinan en la Italia en reconstrucción de la posguerra, ha llegado desde Estados Unidos con las tropas de ocupación.
1795: tres navíos y dos fragatas se preparan en Cádiz para zarpar rumbo al océano Pacífico. La épica aventura de una escuadra española en una expedición científica sin precedentes. Una vuelta al mundo trescientos años después de la primera circunnavegación de Magallanes-Elcano. Un viaje a lugares remotos y exóticos, misterio, motines y temporales, conspiraciones y enigmas filosóficos. Una epopeya naval contada con gran rigor histórico. Invierno de 1795. Dos fragatas se preparan en Cádiz para zarpar rumbo al lejano océano Pacífico e iniciar una nueva expedición a las órdenes de Ignacio María de Álava. Su destino: las islas Filipinas. La vida en un barco, sus luchas internas, motines, temporales y batallas. Una iniciación a la vida, a la vez que todo un relato histórico Invierno de 1795. Poco después de que España haya firmado la paz con el Directorio surgido de la Revolución francesa, una escuadra española de tres navíos de 74 cañones y dos fragatas se prepara en Cádiz para zarpar rumbo al lejano océano Pacífico. Su destino: las islas Filipinas. Allí, el gobierno de Godoy quiere reforzar la flota naval al observar la presencia naval británica en la orilla de enfrente, Cantón, sobre la costa China. A bordo del Europa, se han embarcado dos aparatos revolucionarios: el barómetro para predecir temporales y un cronómetro o reloj exacto para hallar la longitud, que convierten la aventura en apasionante expedición científica. Un ilustrado de la Academia de Ciencias de París, monsieur Jean de Nemours, acompañado de su pupilo y sirviente, un joven muchacho llamado Jacques Pirou, se encargará de su manejo y mantenimiento. A través de los ojos de Jacques, el lector verá desfilar no sólo la épica aventura de quienes lograron la completa circunnavegación en 1802, sino las increíbles operaciones sucedidas en Filipinas, su supervivencia a dos tifones, y un recorrido por otras expediciones transpacíficas y circunnavegadoras precedentes.