Obligada a un período de descanso forzoso, la comisaria Isabelle Bonnet, directora del grupo antiterrorista de París, regresa a Fragolin, un idílico pueblecito en el sur de Francia donde pasó su infancia. Situado en el interior de la Provenza y envuelto en campos de lavanda, Fragolin es un enclave tranquilo en el que nunca pasa nada, hasta que aparece el cadáver de una mujer en una villa, cuyo propietario, un joven inglés, ha desaparecido sin dejar rastro. La historia no llama mucho la atención de Isabelle: en su vida ha visto cosas mucho peores y está decidida a descansar. Pero a los pocos días, su superior le encomienda la investigación y le confía como ayudante a Jacobert Apollinaire, un torpe agente de la policía local cuya ocupación ha sido hasta el momento el archivo municipal y nunca ha participado en una investigación sobre el terreno. A pesar de todo, la pareja investigadora cambiará muy pronto de opinión: como comprobarán, el caso de la mujer asesinada y el inglés desaparecido no es, para nada, un simple crimen de provincias.
Esta novela ofrece una nueva entrega de las peripecias de Socorro, la periodista de sucesos protagonista de La mala víctima, la primera incursión en la narrativa de las autoras. La intriga tiene su epicentro en la finca manchega de sus protectoras, las millonarias e influyentes hermanas Lequerica, dueñas del periódico donde trabaja Socorro.
La joven tiene que volver a ese lugar para completar un reportaje sobre crímenes sin resolver: en los años noventa, muy cerca de la finca, fueron secuestradas y después asesinadas dos niñas, lo que provocó una marea de morbo alimentada por los medios de la época. Solo fue condenado por ese crimen un hombre, el tonto del pueblo, que se suicidó nada más salir de la cárcel. En el aire quedó la sospecha de que los verdaderos culpables consiguieron escapar.
Mientras Socorro avanza con sus pesquisas, las Lequerica organizan varias cacerías en la que se dan cita algunos de los más poderosos hombres de negocios del país. Durante toda la temporada, van sucediéndose hechos que arrojarán luz sobre aquel crimen del pasado y muchas sombras sobre el presente del periódico. De nuevo, el código ético de Socorro, las deudas pendientes con su pasado y su afán por descubrir la verdad entrarán en conflicto.
En el Panteón de los Marinos Ilustres de San Fernando ha aparecido el cuerpo de un joven soldado salvajemente mutilado. Una esvástica realizada con cortes aparece en el cadáver y el homicidio no tarda en acaparar la atención mediática cuando se filtra un dato aún más perturbador: el asesino dejó las tripas de la víctima a la vista, simulando con los intestinos un cordón umbilical.
Ezequiel Expósito, capellán castrense, inicia su propia investigación al tiempo que estrecha lazos con la madre del soldado, una venezolana llamada Natalia cuya vida ha estado sembrada de amarguras.
Este asesinato llevará a Ezequiel a descubrir la existencia de una misteriosa secta, pero también a redescubrir sus verdaderos orígenes y a una reflexión sobre lo que más le ha interesado en la vida además de Dios: el universo.
Tras cuatro años de conflicto ininterrumpido, Felipe Neudorf, hijo bastardo del archiduque Luis Salvador de Austria —y uno de los oficiales más jóvenes del Imperio— vuelve a su Mallorca natal tras sobrevivir a la última contienda del frente italiano: la batalla de Vittorio Veneto.
En ella ha fallecido su padrino: Mateo de Babenburg, coronel del 9º Regimiento de Húsares y duque de Hallstatt. Un hombre de principios inquebrantables.
A su regreso, nada es como esperaba.
En la isla, el nombre de su padrino está maldito. En 1914, horas después de embarcar, fue acusado de asesinar brutalmente a Catalina Horrach. Tan bella como compleja, Catalina era la única hermana de un prominente empresario mallorquín y la prometida del conde de Algaida, un arrogante aristócrata arruinado.
En una Mallorca de principios del siglo XX —donde la tradición choca irremediablemente contra el progreso— Felipe tendrá que abrirse paso a través de la mentira, el desprecio y el silencio para descubrir la verdad. A veces con inteligencia y otras, las que más, recurriendo a una violencia que había jurado dejar atrás.
Juan Manuel de Prada une su descomunal talento para la narrativa con el conocimiento en profundidad del panorama intelectual, artístico y, sobre todo, literario de la España de la primera mitad del siglo XX. El resultado es un proyecto literario memorable de extraordinaria calidad en la gran tradición barroca y esperpéntica española: Quevedo, Valle-Inclán o Ramón Gómez de la Serna.
El autor se centra en la comunidad de artistas españoles que tras la Guerra Civil recaló en el París ocupado por los alemanes, donde las condiciones de vida eran especialmente difíciles y donde debieron de utilizar cualquier recurso a su alcance para sobrevivir, aunque ello les pusiera frente a unos dilemas morales de muy difícil resolución.
En 1937, con León en manos del ejército rebelde, Ramiro, Gildo y Ángel, tres soldados del bando republicano, se ven obligados a buscar refugio en las montañas. Desde su escondite, lucharán por sobrevivir y mantener sus ideales, al tiempo que son testigos de la evolución de la contienda, del triunfo de las tropas franquistas y de la represión que los vencedores ejercerán contra vencidos durante los años de la posguerra.