El escritor venezolano más importante de su generación, Alberto Barrera Tiszka, vuelve con una novela cautivadora y ágil que invita a leer con avidez. El fin de la tristeza es un thriller psicológico descarnado que encierra una sugestiva reflexión filosófica sobre la salud mental.
Cuanto más lejos estés de las noticias, más cerca estarás de la felicidad. Así piensa y así vive Gabriel Medina. Hasta el día en que, sorpresivamente, la policía detiene a su psiquiatra. A partir de ese momento, un orden diferente parece tomar su vida y empujarlo hacia un destino inesperado. Al tratar de ayudar a su terapeuta, Gabriel se involucra en una trama policial y termina en el centro de un escándalo mediático. Desesperado, cree que sólo una historia de amor, nacida de una casualidad, puede ayudarlo a enfrentar la cotidianidad alucinante,donde lo real y lo imaginado se confunden, donde todo parece ser un permanente simulacro y la única certeza es la incertidumbre.
Han pasado seis meses. David Gurney apenas ha conseguido reincorporarse a una cierta normalidad después de haberse encontrado al borde de la muerte tras resolver el caso más peligroso al que se había enfrentado. Madeleine,su esposa, está preocupada. Gurney ha sido diagnosticado con síndrome de estrés post traumático y nada parece alegrarle.
Días después, el exdetective recibe una llamada. Connie Clarke, la periodista que creó la leyenda de superpoli y lo catapultó a la fama, quiere pedirle ayuda. Su hija Kim está realizando un documental sobre las familias de las víctimas de un asesino en serie al que nunca atraparon, el Buen Pastor, y Connie quisiera que Gurney supervisara sus investigaciones y la guiara. En parte por aburrimiento y en parte por hacerle un favor a Connie, Gurney acepta.
Han pasado cuatro meses desde que David Gurney resolvió el caso del Buen Pastor y las consecuencias han sido terribles: se perdieron vidas y hubo carrerasprofesionales afectadas. Uno de los que más ha sufrido ha sido Jack Hardwick, que violó la normativa por ayudar a Gurney.
Los superiores de Hardwick pensaron que despidiéndole arreglaban todos sus problemas. En realidad, se buscaron un enemigo acérrimo. Ahora, Hardwick se propone demostrar la ineptitud de sus antiguos empleadores presentando pruebas que sirvan para revisar algunas condenas muy sonadas.
Empieza con el caso Spalter, un rico empresario y promotor asesinado en el funeral de su madre. Su infiel esposa Kay fue condenada a cadena perpetua, pero Hardwick está seguro de que a la mujer le hizo la cama un detective corrupto y quiere que Gurney le ayude a probarlo.
Hace once meses, Roxy y el agente Reece Anders tuvieron un rollo de una noche. Ella lleva enamorada de él desde los quince años, y él desearía que la noche que compartieron jamás hubiera sucedido. Por eso, aunque Roxy renuncia para siempre a Reece, el pasado y el futuro se entrelazan y la obligan a confiar en el único hombre que le ha roto el corazón no una, sino dos veces.
Cuando Roxy comienza a recibir amenazas anónimas, asume que el culpable es un viejo enemigo. Sin embargo, Reece no está seguro. Las amenazas son demasiado personales y, aunque sabe que ella no le creería, no está dispuesto a permitir que nadie le haga daño. Pase lo que pase.
Con la llegada del verano, Zaira deja de lado su faceta de maestra para echar una mano en el chiringuito que su familia regenta en la playa de Benalmádena. Son los meses de más trabajo, pero también de más beneficio para sus primos, con los que mantiene una estrecha relación desde que se quedaron huérfanos.
Sin embargo, una oleada de racismo sacude a esta familia gitana cuando uno de sus miembros es acusado de un grave delito. Con el apoyo de sus parientes y amigos, Zaira tratará de dilucidar la verdad y proteger a quien más quiere de ese odio irracional y descontrolado que los amenaza sin piedad.
Las vidas de Gloria Felipe y de Nuria Valencia se entrelazan en torno al robo de una niña pequeña que conmociona a la capital mexicana en la década de 1940. Por medio de una narradora que (en sus propias palabras) «no canta mal las rancheras», somos testigos de la batalla de los Miranda Felipe por recuperar a la menor de sus integrantes y de la crianza angustiosa de los Fernández Valencia para salvar a su propia niña de un peligro potencial que la policía no ha podido frenar y los medios reportan con el tono de un thriller.
Atravesada por diversas imágenes de agua –en forma de lluvia, mar, brisa, estanque o charco– que reflejan el estado anímico de sus personajes, Soñar como sueñan los árboles ofrece una mirada crítica de los mandatos de la maternidad, y muestra también las posibilidades de rebeldía y autodeterminación que abrieron las mujeres del medio siglo para nosotras. El sentido del humor sagaz y punzante de Brenda Lozano hace imposible soltar el libro hasta llegar a sus últimas páginas.