DOS ESCRITORES, UNAS VACACIONES Y UNA APUESTA. TODO PUEDE SUCEDER EN UN VERANO.
January Andrews es escritora de novelas románticas y una soñadora empedernida.
Augustus Everett escribe novelas serias y cree que el amor verdadero es solo un cuento chino.
Pero January y Gus tienen mucho más en común de lo que creen:
LOS DOS ESTÁN ARRUINADOS. LOS DOS ESTÁN BLOQUEADOS. Y LOS DOS NECESITAN ESCRIBIR UN BESTSELLER ANTES DE QUE TERMINE EL VERANO.
Fallon y Ben se encuentran por casualidad cuando sus vidas están cambiando. Ella está a punto de instalarse en Nueva York con la esperanza de cumplir su sueño y convertirse en actriz de teatro, y Ben quiere ser escritor. Se cruzan como dos estrellas fugaces pero la intensidad de lo que comparten les lleva a fijar una cita anual, el 9 de noviembre, para no olvidarse. Fallon se convierte entonces en la inspiración de Ben, en su musa. En cada encuentro anual obtiene material para continuar escribiendo, y los dos se explican sus vidas. Hasta que en una de las citas Fallon empieza a dudar de lo que Ben le cuenta, ¿es posible que se haya inventado una vida de novela? ¿Y por qué haría algo así?
«No seas demasiado dura conmigo, Fallon. Tengo el corazón frágil.»
Nora Stephens se ha pasado la vida entre libros; es una dura agente literaria que pelea por las obras y los contratos de cada uno de sus clientes. Solo hay una cosa que esté por encima de su trabajo: su hermana pequeña Libby, a la que lleva cuidando desde que su madre falleció. Por eso decide acceder a su petición e ir con ella a Sunshine Falls, el lugar en el que se ambienta su libro favorito. Allí, Libby pretende realizar un viaje de transformación en el que recrear las escenas de sus novelas favoritas hasta lograr que Nora sea la protagonista de su propia novela.
Con lo que ninguna de las dos cuenta es con toparse con Charlie Lastra, un editor con el que Nora ya había tenido un encontronazo en Nueva York y que amenaza con convertirse en una presencia constante en sus vacaciones. A veces, ni siquiera una agente literaria y un editor son capaces de escribir su propia historia.
¿Puede una mentirijilla granjearnos una segunda oportunidad?
La vida caótica de Layla se transformó cuando conoció a Ian Barnett. Él, ambicioso, comprometido y juicioso, resultó ser el hombre de sus sueños, y ella sabe que el sentimiento es recíproco. Por eso, cuando Ian rompe de pronto con ella, Layla se queda de piedra. ¿Qué ha pasado?
Pero entonces Layla recibe una llamada del hospital. Ian ha tenido un accidente con la bici. Está bien, pero necesita que alguien, su alguien, lo lleve a casa. A medida que va quedando claro que Ian no recuerda la ruptura, se pone de manifiesto también que el accidente le ha hecho replantearse la vida... y darle a Layla una oportunidad de arreglar lo suyo.
Hasta que llega a la ciudad el hermano pequeño de Ian, claro. Matt es inquieto, impredecible y amenaza con destrozar el equilibrio de pareja que tanto les ha costado reconstruir a Layla e Ian. Todo se va complicando, en casa y en el trabajo, y Layla comprende por fin que quizá pierda la ocasión de vivir el amor de verdad, y ser feliz, si no pone sobre la mesa las mentiras que les ha estado contando a Ian, a Matt, a su familia y, sobre todo, las que se ha estado contando a sí misma.
Tilly Twomley necesita un cambio. A su cerebro hiperactivo ya le costó lo suyo graduarse en el instituto, y, ahora que lo ha hecho, no le parece que trabajar todo el verano en la start up de su hermana la perfecta sea una gran recompensa. Pero implica un viaje a Europa, y eso parece un buen plan de futuro. Sobre todo teniendo en cuenta que Tilly no tiene ni idea de qué hacer con su vida.
Oliver Clark lo tiene todo organizado. Ha conseguido unas prácticas perfectas para su currículum. Su autismo a veces le hace sentirse aislado de otras personas, pero su pasión por la teoría del color y el diseño hace que todo a su alrededor lo fascine. Todo va según lo planeado... hasta que le toca sufrir el peor vuelo de la historia por culpa de una tal Tilly.
Lo has adivinado: Tilly y Oliver van a verse obligados a pasar el verano juntos; dos polos opuestos que se parecen más de lo que cabría imaginar... y que se atraen más de lo que ninguno de los dos está dispuesto a admitir.
Ismaíl Kadaré traza en este libro un laberinto de versiones sobre un episodio mítico de la era staliniana y, sin embargo, ínfimo por su duración. Se trata de la conversación telefónica entre Stalin y Borís Pasternak en junio de 1934, que apenas duró tres minutos y que en la Unión Soviética y en los países del bloque del este dio lugar a todo tipo de rumores e interpretaciones, empeorando aún más la imagen del gran escritor ruso.