Cuando Andrew Offutt murió, su hijo Chris heredó un escritorio, un rifle y ochocientos kilos de porno. Andrew fue considerado el rey de la pornografía escrita del siglo xx, con una carrera literaria que comenzó como un medio para pagar la ortodoncia de su hijo y que pronto cobró vida hasta alcanzar su punto álgido durante la década de los setenta, cuando la popularidad comercial de la novela erótica llegó a su apogeo. Con su esposa ejerciendo como mecanógrafa, Andrew escribió desde su casa en las colinas de Kentucky, encerrado en una oficina en la que nadie osaba entrar, más de cuatrocientas novelas. Pero, cuanto más escribía, más crecía su ambición y más difícil era para sus hijos formar parte de su mundo. En el verano de 2013, Chris regresó a su ciudad natal para ayudar a su madre, ya viuda, a salir de la casa de su infancia. Cuando comenzó a leer los manuscritos y las cartas de su padre, por fin tuvo la oportunidad de conocer a aquel hombre difícil, voluble y, a veces, cruel al que había amado y temido a partes iguales, y se dio cuenta de que en ausencia de su padre podría dar sentido a su vida y a su legado.
Haruki Murakami Kenji tiene veinte años y desde hace un tiempo trabaja como guía turístico nocturno por las calles de Kabukichō, en el centro de Tokio; su función: llevar a los gaijin que llegan al país por peep shows, locales de alterne y cabarets, y asegurarse de que pasan un buen rato. En la víspera de Año Nuevo, recibe una llamada de Frank, un turista americano que solicita sus servicios para tres noches. Aunque Kenji le ha prometido a Jun, su novia, pasar más tiempo juntos, la oferta es demasiado tentadora como para rechazarla, de modo que el guía acabará compartiendo con Frank esos últimos días del año, mientras un asesino en serie mantiene en vilo a la ciudad. En 1997, Sopa de miso empezó a publicarse por entregas en el Yomiuri Shimbun, el periódico más importante de Japón; ese mismo año obtuvo el Premio Yomiuri, que le concedió un jurado presidido por el nobel de literatura Kenzaburō Ōe, y hoy es la novela más conocida de Ryū Murakami, maestro indiscutible del thriller psicológico japonés.
Bennett escribe como nadie. Tiene un talento poco común y Caja 19 es una novela magistral.» Karl Ove Knausgård «El primer capítulo me pulverizó.» Hernán Díaz «Un tour-de-force existencial.» Eimear McBride En una ciudad obrera del sudoeste de Inglaterra, una estudiante garabatea historias en las últimas páginas de su cuaderno, embriagada por las primeras chispas de su imaginación. A medida que crece, todo lo que encuentra se convierte en combustible para este talento: uno de los clientes del supermercado en el que trabaja como cajera, las pilas de libros en los que se pierde y se encuentra, incluso el devastador descarrilamiento de una amistad; historias que, junto con las lecturas que la acompañan, servirán a nuestra narradora para forjarse un camino. Incluido en la lista de los diez mejores libros de 2022 de The New York Times y considerado por The New Yorker «lectura imprescindible», Caja 19 explora los vasos comunicantes entre la vida y el arte, y es un fantástico homenaje a las mujeres creadoras. Una primera novela que confirma a Claire-Louise Bennett, autora de la celebrada colección de relatos Estanque, como una de las más audaces y originales de la narrativa anglosajona actual.
A los diecinueve años, a Chris Offutt ya se le habían cerrado las puertas del Ejército, del Cuerpo de Paz, de la Guardia Forestal y de la Policía, así que abandonó su hogar en los Apalaches y se dirigió hacia el norte para dar comienzo a una serie de viajes que después lo llevarían de costa a costa por Estados Unidos, un país habitado por una variedad impredecible de vagabundos y bichos raros, en busca de trabajos temporales, mientras dormía en habitaciones de mala muerte y soñaba con ser artista. Quince años después, Chris se ha establecido junto con Rita, su mujer, a orillas del río Iowa, donde descansa y escribe, a la espera del nacimiento de su primer hijo. Será entonces cuando pueda iniciar un camino bien distinto al emprendido años atrás, ese que habrá de llevarlo a la madurez.
Recuperamos la novela ganadora del Premio Nadal 1950 que narra la vida de Marcela en un Pazo de la Galicia más rural «Quiroga fue una novelista sin lastres, con un enfoque insólito comparable a Flush de Virginia Woolf o Nada de Carmen Laforet». El Cultura Un mundo de sentimientos, en el que lo popular y la pasión son mecidos por la fuerza grácil del intenso viento, el otro protagonista de la novela. Premio Nadal en el año 1950 de la autora Elena Quiroga, primera novelista en ingresar en la RAE. De una narrativa rompedora, Viento del Norte aborda temas tan complejos como la incomunicación y la contradicción en el juego tortuoso del amor. A través de la vida de Marcela, una chica a la que la gente desprecia por ser fruto de una relación extramatrimonial, recorremos el mundo rural gallego con sus personajes aislados y víctimas de la sociedad de aquel momento. Asistimos a una una relación desigual pero no por la manida diferencia de clase sino precisamente -y éste es un acierto de Quiroga- por la falta de correspondencia de Marcela, que sitúa un veterano aristócrata en una posición de inferioridad. Además, nuevos acontecimientos darán un inesperado giro a la trama. Se trata, en suma, de una novela muy estimable en la que brilla la prosa lírica de la autora, hoy injustamente poco recordada.