Esta misteriosa frase viene acompañando durante cuatro meses los círculos azules que aparecen trazados con tiza en las aceras de la ciudad. En el centro de los círculos se halla un desecho, un residuo, un objeto perdido: un trombón, una bombilla, una pinza de depilar, un yogur, una pata de paloma...
El fenómeno resulta muy divertido para los parisinos y procura material a periodistas y a psiquiatras que elaboran diferentes teorías. Sin embargo, al comisario Adamsberg no le hace ninguna gracia. Los círculos y su extraño contenido rezuman crueldad. Él lo presiente: pronto ese hecho anodino y estrafalario se convertirá en una tragedia.
Melancólico y algo fatalista, soltero y con una novia en Génova a quien ve muy de vez en cuando, y amante de la buena mesa, Salvo Montalbano es comisario de policía en Vigàta, un pequeño pueblo siciliano que, pese a no figurar en ningún mapa, encarna la esencia de la cultura mediterránea.
Los seguidores de la serie negra europea más aclamada encontrarán en esta edición tres casos en los que el entrañable comisario, sabio intérprete del arte de vivir, se supera a sí mismo y vuelve a emocionar a los lectores con su infalible perspicacia y su implacable sentido de la justicia. En La voz del violín, Montalbano no se da por vencido ni por convencido cuando muere el principal sospechoso del asesinato de una hermosa joven, esposa de un médico boloñés, cuyo cadáver aparece desnudo en el chalet de ambos.
Salvo Montalbano tiene cuarenta y cinco años, una novia en Génova y es comisario de policía de Vigàta, en Sicilia, un pequeño pueblo que, si bien no aparece en ningún mapa, es tan real como la vida misma.
Fiel amigo de sus amigos, amante de la buena mesa y sabedor de que la tierra ha girado y seguirá girando en torno al sol, Montalbano encarna la esencia de la cultura mediterránea. Su temperamento melancólico, su implacable sentido de la justicia, rayana en lo quijotesco, así como su infalible perspicacia, lo han convertido en un héroe verdaderamente popular, cuyas historias son devoradas con fruición por millones de incondicionales lectores en todo el mundo.
Moebius revolucionó todos los mecanismos narrativos del cómic a partir de los años setenta. Con «El Garaje Hermético», «Arzach», «El mayor Fatal» y varias decenas más de historias, cambió por completo el medio, redefinió irremisiblemente la fantasía y la ciencia ficción de nuestra era e influyó de manera perenne en varias generaciones de autores.
Madrid, 1954. La joven Margot Sanz Peters regresa a España después de formarse en Londres como periodista de moda. Miembro de una distinguida familia de diplomáticos y amiga íntima de las damas más elegantes de la época -desde Cayetana Fitz-James Stuart hasta Aline Griffith, la futura condesa de Romanones-, la reportera accede rápidamente a los círculos más exclusivos de una ciudad que ha dejado atrás los peores años de la posguerra y empieza a abrirse a la modernidad.
Pero Margot es mucho más que una experta en moda. Lectora voraz de las novelas de Sherlock Holmes, desde niña ha sentido fascinación por la mente criminal. Por eso, cuando el enigmático asesinato de una marquesa sacude a la alta sociedad madrileña, nuestra protagonista dará el salto a la revista de sucesos más popular del momento y comenzará a colaborar con la policía, poniendo así a prueba sus dotes de investigación en un juego cada vez más peligroso.
Fueron veinte años los que Penélope esperó a su marido. Durante ese largo tiempo, reinó Ítaca y crio al futuro monarca, Telémaco. Sin embargo, a su regreso, Ulises decidió expulsarla por traición convirtiendo el destino de su esposa en un misterio. Pero ¿acaso puede alguien creer que la mujer que engañó a mil pretendientes de entre los hombres más poderosos de Grecia tejiendo un sudario infinito para dilatar el tiempo se rendiría sin más? Esta novela nos cuenta el viaje de Penélope después de su exilio. Un relato repleto de emoción y aventuras, de historia y mitología, que nos sumerge en la antigua Grecia y nos transporta hasta el corazón de una mujer capaz de arriesgarlo todo para hacer justicia.