«Cuando Amaia Salazar tenía doce años estuvo perdida en el bosque durante dieciséis horas. Era de madrugada cuando la encontraron a treinta kilómetros al norte del lugar donde se había despistado de la senda. Desvanecida bajo la intensa lluvia, la ropa ennegrecida y chamuscada como la de una bruja medieval rescatada de una hoguera y, en contraste, la piel blanca, limpia y helada como si acabase de surgir del hielo.»
En 2005, mucho antes de los crímenes que conmocionaron el valle del Baztán, una joven Amaia Salazar participa en un curso de intercambio para policías en Estados Unidos. Una de las pruebas consiste en estudiar un caso real de un asesino en serie llamado «el compositor», que siempre actúa durante grandes desastres naturales atacando a familias y siguiendo una puesta en escena casi litúrgica. Amaia se convertirá inesperadamente en parte del equipo de la investigación que los llevará hasta Nueva Orleans, en vísperas del peor huracán de su historia, para intentar adelantarse al asesino... Pero una llamada de su tía Engrasi desde Elizondo despertará en Amaia fantasmas de su infancia, enfrentándola de nuevo al miedo y a los recuerdos que la dotan de un extraordinario conocimiento de la cara norte del corazón.
Una novela trepidante que emociona y deja sin aliento.
¡La novela romántica que hace que salten chispas!
Ashley Bennet lleva toda la vida colgada de Tyler Sparks, el quarterback del equipo de fútbol del instituto. Ella lo sabe, sus amigas lo saben, él lo sabe, ¡todo el instituto lo sabe! El problema es que Ashley también sabe que nunca será suyo. Pero Cameron Parker, el mejor amigo de Tyler, le propone algo: ayudarla a conseguir que el chico de sus sueños se fije en ella.
Cameron ha elegido a la chica perfecta. Solo hay que pulir algunos aspectos. En cuanto lo consiga, el resto saldrá rodado: podrá librarse de la bruja con la que sale su mejor amigo y conseguir que este vuelva a ser el de antes. Lo tiene todo meticulosamente calculado.
Solo que olvidó que el amor no es fácil de controlar.
A los veintidós años, Sydney lo tiene todo: el novio perfecto, un futuro brillante y un bonito apartamento que comparte con su mejor amiga. Pero todo cambia el día en que Ridge, su misterioso y atractivo vecino músico, le advierte de que su novio la engaña con su mejor amiga y Sydney debe decidir qué hacer con su vida. Sólo con lo puesto y sin recursos, Ridge la acoge en su casa y no deja de sorprenderla. Sydney vibra cuando él toca sus hermosas melodías y, aunque el corazón de Ridge está ocupado, él no puede ignorar que ha encontrado a su musa. Cuando finalmente se den cuenta de que se necesitan, entenderán que los sentimientos no pueden traicionar al corazón.
Elías es un hombre serio e intransigente, pero justo. También es, según la opinión generalizada de quienes lo rodean, aburrido, arrogante y puntilloso. Es, además, dueño de una próspera escuela de hípica, padre de una adolescente complicada —y mucho más problemática de lo que ella le deja ver— y viudo desde hace tres años. Se siente solo, pero eso es algo que está decidido a solucionar.
Beth es distante, esquiva y un tanto cínica. Y guarda un secreto que condiciona su relación con los hombres. Un secreto que la amedrenta y le despierta una sospecha: ella no es como las demás mujeres. Ella está «averiada». Algo que le ha quedado claro tras una amarga relación que también le ha hecho ver que el estado ideal —al menos para ella—es la soltería. Y así está decidida a seguir por los siglos de los siglos, amén.
El problema es que Elías está interesado en Beth. Y es incluso más terco que ella. Y, además de arrogante, es atractivo, carismático e insistente. Y, por añadidura, besa de maravilla.
Versos que nos interpelan sin demora, como un dardo en el pensamiento.
Lumpen pone voz a los desgarradas vivencias de los excluidos, de aquellos que nunca se encuentran en su sitio, que navegan por la vida en una vieja barca sin adivinar el rumbo.
Es un libro tan sagaz como conmovedor, cuajado de referencias urbanas, filosóficas, pero también de los medios de comunicación, la televisión, el cine y de la cultura pop en general. Sus textos son pequeños golpes con un ritmo ágil y dinámico que recuerda mucho a los «Spoken Words», recitales poéticos que combinan la palabra, su entonación, su ritmo, con distintos elementos teatrales.
Lumpen puede ser leído como una performance de la vertiginosa vida de una marginada que lleva toda la vida intentando encajar en un mundo que le resulta incómodo, difícil, a veces inadmisible.
Amores de adolescencia evocados con serena nostalgia, jóvenes apenas vislumbradas, reseñas de jazz sobre discos imposibles, un poeta amante del béisbol, un simio parlante que trabaja como masajista y un anciano que habla de un círculo con varios centros... Los personajes y las escenas de este esperadísimo volumen de relatos hacen saltar por los aires los límites entre la imaginación y el mundo real. Y nos devuelven, intactos, los amores perdidos, las relaciones truncadas y la soledad, la adolescencia, los reencuentros y, sobre todo, la memoria del amor. Un narrador en primera persona que, a veces, podría ser el propio Murakami. ¿Se trata entonces de un libro de memorias, de unos relatos con tintes autobiográficos o de un volumen exclusivamente de ficción? El lector tendrá que decidir.