Un joven abogado ingles instalado en Singapur recibe la visita de su amigo Robert Crosbie, propietario de una plantación de caucho. El empresario está muy alterado porque su esposa, Leslie, ha sido arrestada por el asesinato de Geoffrey Hammond, capataz de la plantación y amigo de la familia, y quiere pedir al abogado que se encargue de su defensa. A priori no parece un caso muy complicado, especialmente cuando Leslie alega que, la noche del asesinato, Geoffrey va intentó abusar de ella aprovechándose de que estaba sola en la casa de la plantación. Además, el testimonio de Leslie, tan tranquila y sensata, parece muy convincente, o al menos esa es la impresión del abogado hasta que aparece una carta.
Además de ser una de las principales figuras literarias del siglo xx y ganador del Premio Nobel de Literatura de 1923, William Butler Yeats es el mayor poeta lírico que ha producido Irlanda. Yeats creó una vasta colección de historias, canciones y poesía del pasado histórico y legendario de Irlanda. Esta recopilación incluye un gran número de obras, piezas que le han valido a Yeats el reconocimiento como uno de los más grandes poetas de su tiempo. La ilustradora Sandra Rilova nos lleva al universario literario de Yeats a través de cuarenta poemas esenciales.
Los poetas líricos griegos poseen una importancia singular: son los primeros autores de Occidente que deciden escribir sobre las cosas que todavía hoy nos conmueven y apasionan.
La naturaleza, la amistad, la guerra y el deseo son algunos de los temas que llenan estas páginas, en las que voces individuales de toda la Grecia arcaica se alzan para componer una hermosa pieza coral que incita a a vivir en plenitud.
"Las rosas de Pieria" es un nombre metafórico otorgado a las Musas, diosas de la creación.
Bajo su tutela compusieron los líricos griegos arcaicos, cada uno de los cuales tuvo, por supuesto, su propia personalidad y sus particularidades pero compartiendo todos ellos un tono común, además del tiempo (entre los siglos VII-VI a.
de C., aproximadamente) y el espacio (la Grecia continental y la insular) donde les tocó vivir.
La obra de Marceline Desbordes-Valmore (1786-1859) presenta un acorde sin par entre la poesía y la vida, lleno de dulces dolores, como casi jamás lo sacó de su destino ninguna poetisa. Y sólo nosotros, que llegamos después, descubrimos con profunda veneración el secreto supremo de su vida y de su arte, que es la más noble fórmula del poeta: cansar al sufrimiento con un amor infinito y envolver en eterna música el grito del dolor.
La vida de Azul parece perfecta: se recibió de ingeniera, tiene un buen trabajo y está casada con el marido ideal. Hasta que una mañana como cualquier otra, se desata el principio del fin de la historia que siempre había planificado. O el comienzo de un nuevo capítulo que no estaba escrito en ningún lado. Primero un mensaje que revela una traición y luego un secreto familiar que permanecía bien guardado la llevarán a una ciudad que ama y en la que alguna vez soñó con ser pintora. Con muy pocas pistas, Azul intentará descubrir eso que se hallaba oculto y también encontrarse a sí misma. Y en ese camino alguien inesperado la tomará de la mano y le enseñará lo que es un amor real. Lo nuestro fue real, de la autora del best seller El libro más lindo del mundo, es una novela sobre cómo los problemas de generaciones pasadas se transmiten y llegan al presente, cómo los silencios y secretos siguen doliendo en la familia que los recibe, sin saberlo. Destapar traiciones del pasado lleva mucho coraje, pero la búsqueda de la verdad nos muestra que podemos cambiar el destino, aunque nos digan que no y aunque nosotros mismos levantemos barreras que parecen imposibles de traspasar.
En este primer libro de ficción, Borges trabaja con biografías de ladrones y rufianes; personajes traidores y a veces también heroicos. Aquí están, entre otros, Lazarus Morell, redentor de esclavos, Tom Castro, hijo apócrifo y tolerante, y la viuda Ching, hábil en el saqueo de altamar. Cuentos que juegan a falsear y tergiversar historias ajenas. Le siguen «Hombre de la esquina rosada», uno de sus relatos más celebrados, y «Etcétera», un testimonio de sus incontables lecturas: «A veces creo que los buenos lectores son cisnes aún más tenebrosos y singulares que los buenos autores».