Los poemas de esta antología presentan una mirada asombrada por el mundo. Ven lo de siempre, pero lo ven como nuevo, de un modo inédito, como si fuera la primera vez que ese algo o ese alguien fuera contemplado. Como Adán admiró la primera noche, como Eva la fragancia de las primeras flores. Descubren la belleza como algo que nos señala a una realidad más verdadera que aquella que la mirada de la rutina nos ofrece. Son como los pájaros, que cantan con las primeras luces del amanecer un día que es para ellos como el primero, como el único. Cantan y crean una canción que es sencilla y a la vez alegre, aun con frío, aun con lluvia, aun con viento, no digamos en primavera.
La poesía de Valle-Inclán es la gran desconocida del autor gallego. F. Morales Lomas, que realizó sus tesis doctoral sobre la poesía de Valle, La lírica de Valle-Inclán. Sistema rítmico y aspectos temático-simbólicos (2003), considera que Valle fue sobre todo poeta desde el principio de su existencia literaria y en poesía experimentó previamente todos los cambios que llevaría posteriormente al resto de su obra literaria. Salvador de Madariaga dijo como poeta de él que era el más rico en sentido musical y en forma; González Alegre que es una poesía de calidad, de tesoros líricos y humanos como no se daban en la literatura española desde hacía mucho tiempo, y Navarro Tomás que cambió la versicación tradicional del teatro. Sus poemas se extienden por toda su obra y la integran, y en el mejor de los casos, su dedicación a ésta posee la misma importancia y trascendencia que el teatro o la narrativa.
Esta edición de la poesía completa en castellano de la obra de Garcilaso de la Vega (escribió unos pocos poemas en latín), no es una edición para especialistas y filólogos y sí lo quiere ser para un lector medio interesado, y para los estudiantes de Bachillerato o de los primeros cursos de la Universidad.
El silbido vulnerable del jilguero me despierta, a veces, desde la ventana de la habitación. Y, como las gotas condensadas, empiezo a deslizarme por la memoria. Viajo otra vez a la tierra que habité, ahora curtida por el presente, y recuerdo todas las heridas existentes. Creo que fue en ese instante cuando empecé a escribir. O había sido antes, no sé. La memoria a veces es confusa. A veces, sin embargo, no escucho su silbido y hablo con el silencio, que me recuerda las ausencias que no vuelan. Entonces, les escribo y dejo que vuelen sobre el papel.
La poesía puede ser tan hermosa como variada, puede hablar de amores, de sueños, de decepciones, de risas, de llantos. En este libro, Al viento de New York, del poeta y escritor cubano Armando G. Muñoz, el lector encontrará una poesía con la que disfrutará del amor o del dolor que se siente cuando se vive lejos de la patria que te vio nacer.
Ray Carney, hijo de un miembro de la mafia local y padre de familia modélico, regenta la tienda de muebles de la calle Ciento veinticinco, en Harlem. Ray intenta alejarse de la vida de delincuencia que su padre le mostró de niño, pero con un segundo hijo en camino necesita sacarse un dinero extra revendiendo artículos robados. Ahora, su primo Freddie le ofrece participar en algo más peligroso: el robo del famoso hotel Theresa, el Waldorf de Harlem. Policías corruptos, gángsters locales y pornógrafos pirómanos pasan a formar parte de su clientela habitual, y Ray tendrá que hacer equilibrios para mantener esta doble vida sin morir en el intento.
El multipremiado Colson Whitehead regresa con una historia deslumbrante que recrea el paisaje criminal del Harlem de los años sesenta, un lugar que se convertirá en el centro de la lucha por los derechos civiles y donde la muerte de un adolescente negro abatido a tiros por la policía desencadenará los famosos disturbios de 1964. Una vez más, el autor pone de relieve las desigualdades y la discriminación racial de una época cuyos ecos aún resuenan en nuestro presente, en una novela criminal cargada de humor con la que consigue romper de nuevo las reglas del género negro.