Si hay algún idioma y siglo donde la tradición reconozca a las mujeres a la misma altura que sus colegas varones, esa es sin duda la Inglaterra del siglo XIX. El lector encontrará en sus páginas el talento visionario de las tres hermanas Brontë (Charlotte, Emily y Anne). Elizabeth Barret Browning nos sirve una serie de sonetos analizando los movimientos más sutiles y apasionados del enamoramiento. Mary Shelley escribe sobre la pérdida del ser querido. George Eliot medita sobre la bondad y el paso del tiempo y Christina Rossetti nos pasea por el lado mágico de la vida. Nombres que se combinan con los de Wordsworth, Byron o Keats para aupar la poesía inglesa del XIX como una de las más fascinantes y variadas de la literatura universal. El XIX inglés es el Siglo de Oro de la poesía escrita por mujeres.
Una brillante novela policiaca donde la Verdad mide sus fuerzas frente a los intereses de los poderosos.
Una aburrida tarde de agosto, el farmacéutico de un pequeño pueblo siciliano recibe un anónimo en el que le amenazan de muerte y al que, sin embargo, no da importancia. Pero, días después, el farmacéutico muere asesinado en el monte junto a otro respetable lugareño, el médico Roscio. Mientras los rumores que se desatan causan daños irreparables, y la policía y los carabineros dan palos de ciego, sólo Laurana, un anodino pero culto profesor de instituto, sigue una pista que tal vez conduzca hasta el asesino. Ha descubierto que el anónimo estaba confeccionado con palabras recortadas de un diario católico y conservador,L’Osservatore Romano, pues su logotipo,Unicuique suum–«A cada cual, lo suyo»–, figura en el reverso de los recortes. Y se lanza a hurgar en la vida de sus vecinos.
Solo un asesino en serie en tiempos de Instagram hará que dos policías se pongan de acuerdo: él, un boomer chapado a la antigua; ella, una milenial con ganas de cambiar el mundo
Una modelo de diecisiete años a la que le falta el ombligo desaparece en Madrid. Los inspectores Martínez y Pieldelobo se hacen cargo de la investigación, pero chocan desde el primer momento. Él es un padre cincuentón y caótico, tierno pero mordaz y un tanto anticuado; ella, una milenial combativa, inteligente y feminista.
Mientras recorren por España lugares misteriosos y templos en apariencia tranquilos, surgen dos hipótesis para desenmascarar a un asesino en serie: o la mafia rusa está detrás de una red de prostitución de lujo o hay un psicópata religioso que pretende enmendarle la plana al mismo Dios.
Este thriller plantea una reflexión irónica sobre la intolerancia, la dicotomía entre pecado y belleza, entre misericordia y castigo, y las relaciones entre el hombre y la mujer como dos seres destinados a entenderse desde el principio de los tiempos.
Atravesada por la memoria olfativa y bañada por la luz de Asturias, El verano que volvimos a Alegranza es una novela evocadora que nos recuerda que las buenas historias, igual que los buenos perfumes, siempre son necesarias.
Leandra es editora en una revista de moda con sede en Madrid. A sus treinta y cinco años se ha alejado de su marido, ha perdido la ilusión por su trabajo y ha presenciado la muerte de su tía Valentina en circunstancias dramáticas. En busca de respuestas a la crisis existencial en la que se halla inmersa, decide pasar un verano en Alegranza -la casa de indianos que construyó su abuelo Tomás en el pueblo asturiano de Colunga- y aceptar el reto de Jean-Luc Peltier, un prestigioso perfumista al que ha entrevistado: elaborar un perfume que la ayude a definirse a sí misma. Mientras bucea en sus recuerdos de infancia, impregnados de rosa silvestre, hortensia o madreselva, Leandra irá desvelando las distintas capas de secretos que, como los ingredientes de una fragancia, componen la historia de su familia.
En La naturaleza de la bestia, la undécima entrega de la popular y aclamada serie dedicada a Armand Gamache, el ex inspector jefe de homicidios de la Sûreté du Québec debe abandonar su tranquila vida de jubilado en Three Pines para investigar la desaparición de un niño. El caso destapa una serie de sucesos que conducen a un asesinato y que, a su vez, nos guían hasta un antiguo crimen: a lo mejor el monstruo que hace veinticinco años llegó a Three Pines y sembró la desgracia entre la población ha regresado.
Con su maestría habitual, Penny aborda el lado más oscuro de la naturaleza humana a través del inexorable dilema moral que supone creer o no creer las fantasías del chico Laurent Lepage, a sabiendas de que la maldad anida incluso en los lugares más inesperados.
El libro que se cuenta enMaricón perdido
«Bob Pop es nuestra Fran Lebowitz»
Laura Barrachina,El Ojo Crítico
«Una novela que interesará mucho a todos aquellos lectores que, como el propio autor, se han cansado de ser clientes.»
Marta Sanz
Mateo no tiene su mejor noche. «¿Cómo soy? Cliente. Joven (treinta y cuatro). Gordo. Guapo. Rico. Homosexual. Alcohólico (ni drogadicto ni un genio, Truman). Inseguro. Paranoico. Nervioso. Risueño. Y educado». Volviendo a casa muy tarde, tras una cena y bastante alcohol, no consigue encontrar taxi y decide parar en una sauna. Descansar un rato, quizá encontrar un poco de compañía, despejarse, no volver a casa solo y desolado. Pero hay días que no acaban nunca, y noches en las que un cliente manso puede verse obligado a cambiar de piel.
Mansos, publicada originalmente en 2010, es la primera novela de un entonces desconocido Roberto Enríquez al que ahora leemos, seguimos y escuchamos como Bob Pop.