El nuevo libro del autor de El desbarrancadero, Premio FIL de Literatura y Premio Rómulo Gallegos
"Su ira explosiva es tan brillante, tan sonora, real, sincera, divertida a veces, cruel casi siempre, que su lectura es algo gozoso y tonificante".
Pedro Almodóvar
En Escombros, libro que entronca directamente con una de las obras más emblemáticas y reconocidas del autor, El desbarrancadero, Fernando Vallejo narra la llegada de la noche del mundo, ese tiempo que va desde la agonía de su compañero, el escenógrafo mexicano David Antón #que coincide con el terremoto que asoló Ciudad de Mexico en 2018# y su muerte, y el momento actual, marcado por una pandemia que mantiene en vilo a todo el planeta. La historia personal del autor, la perdida de su compañero de vida de más de cincuenta años y su vuelta a Colombia sirven de metáfora de la actualidad, un mundo en destrucción en el que el narrador camina por una ciudad en la que ya solo puede ver fantasmas.
Fruto de un hallazgo fortuito en el archivo de José Saramago, El cuaderno del año del Nobel es el último de los diarios personales que el escritor portugués dejó escrito y que se quedó, como declara el propio autor, «agarrado al disco duro del ordenador».
En sus páginas, que recorren día a día la vida de José Saramago durante 1998, hay apuntes personales, sí, pero sobre todo hay reflexiones e ideas sobre su postura cultural y ética. Ahí radica, sin duda, su excepcionalidad: en ellas el lector descubre que la manera de entender el mundo de Saramago -siempre desde la perspectiva del ser humano, siempre desde la sensibilidad hacia los desfavorecidos, los vulnerables, los oprimidos por el sistema- es hoy más necesaria, más urgente que nunca. Su voz nos llega invariablemente viva porque, como él intuía, el tiempo es una tira elástica, y estar cerca o lejos solo depende de la voluntad.
Cuando se cumplen veinte años desde la concesión del Nobel, ve la luz este diario -tal como José Saramago lo dejó escrito- junto con las cuatro conferencias que impartió en 1998, un año que cambió para siempre la vida y la obra del autor.
«Durante un tiempo no estuvo segura de si su marido era su marido. A veces creía que sí, a veces creía que no, y a veces decidía no creer nada y seguir viviendo su vida con él, o con aquel hombre semejante a él, mayor que él. Pero también ella se había hecho mayor por su cuenta, en su ausencia, era muy joven cuando se casó.»
Muy jóvenes se conocieron Berta Isla y Tomás Nevinson en Madrid, y muy pronta fue su determinación de pasar la vida juntos, sin sospechar que los aguardaba una convivencia intermitente y después una desaparición. Tomás, medio español y medio inglés, es un superdotado para las lenguas y los acentos, y eso hace que, durante sus estudios en Oxford, la Corona ponga sus ojos en él. Un día cualquiera, «un día estúpido» que se podría haber ahorrado, condicionará el resto de su existencia, así como la de su mujer.
Berta Isla es la envolvente y apasionante historia de una espera y de una evolución, la de su protagonista. También de la fragilidad y la tenacidad de una relación amorosa condenada al secreto y a la ocultación, al fingimiento y a la conjetura, y en última instancia al resentimiento mezclado con la lealtad.
¿Quien o que mutila y mata a los niños de un pequeño pueblo norteamericano?
¿Por que llega cíclicamente el horror a Derry en forma de un payaso siniestro que va sembrando la destrucción a su paso?
Esto es lo que se proponen averiguar los protagonistas de esta novela. Tras veintisiete años de tranquilidad y lejanía, una antigua promesa infantil les hace volver al lugar en el que vivieron su infancia y juventud como una terrible pesadilla. Regresan a Derry para enfrentarse con su pasado y enterrar definitivamente la amenaza que los amargó durante su niñez.
Saben que pueden morir, pero son conscientes de que no conocerán la paz hasta que aquella cosa sea destruida para siempre.
Salem's Lot es un pueblo tranquilo donde nunca pasa nada. O quizás esto son solo apariencias, pues lo cierto es que sí se están sucediendo diversos hechos misteriosos, incluso escalofriantes...
Veinte años atrás, por una apuesta infantil, Ben Mears entró en la casa de los Marsten. Y lo que vio entonces aún recorre sus pesadillas. Ahora, como escritor consagrado, vuelve a Salem's Lot para exorcizar sus fantasmas.
Salem's Lot es un pueblo tranquilo y adormilado donde nunca pasa nada..., excepto la antigua tragedia de la casa de los Marsten. Y el perro muerto colgado de la verja del cementerio. Y el misterioso hombre que se instaló en la casa de los Marsten. Y los niños que desaparecen, los animales que mueren desangrados... Y la espantosa presencia de Ellos, quienesquiera que sean Ellos.
Louis lo había comprobado: el gato estaba muerto, y por eso lo había enterrado. Aun así, incomprensiblemente, el gato había vuelto a casa.
Church estaba allí otra vez, como Louis Creed temía y deseaba. Porque su hijita Ellie le había encomendado que cuidara del gato, y Church había muerto atropellado. Louis lo había comprobado: el gato estaba muerto, incluso lo había enterrado más allá del cementerio de animales. Sin embargo, Chruch había regresado, y sus ojos eran más crueles y perversos que antes. Pero volvía a estar allí y Ellie no lo lamentaría.
Louis Creed sí lo lamentaría. Porque más allá del cementerio de animales, más allá de la valla de troncos que nadie se atrevía a traspasar, más allá de los cuarenta y cinco escalones, el maligno poder del antiguo cementerio indio le reclamaba con macabra avidez...