En 1925, una figura de camisa negra y gesto arrogante comienza a ocupar todos los intersticios de la vida pública italiana. Benito Mussolini, una vez que se ha convertido en el presidente del Consejo más joven de la historia de Italia, se prepara para el siguiente paso del proyecto fascista: fundir su nombre con el de su propio país. Pero la senda del autoritarismo no es sencilla: luchas internas en el partido, durísimas batallas parlamentarias, la amenaza revolucionaria, la necesidad de expandirse territorialmente, una turbulenta vida personal y palaciega, intentos de asesinato y la nueva relación con un joven Herr Hitler, cada vez más popular. Todo para que Mussolini, fascismo e Italia sean uno. Este proceso irá tomando cuerpo hasta que, en 1932, se cumpla una década de la marcha sobre Roma. Pero no hay tiempo para mirar atrás, el futuro parece encerrar una promesa brillante para el fascismo.
Papá puede dibujar el mundo y construir un velero en el sótano. Mamá es preciosa, lleva siempre zapatos de tacón y vive rodeada de libros. María, la niñera, habla en calabrés y tiene un corazón superlativo. Y luego están los chicos y la pequeña Nana, que descubre el mundo a través del filtro extravagante de su familia. Todo sucede dentro de una villa con un jardín infinito en la colina de Génova donde han decidido mudarse para intentar, tal vez, ser normales.
Lia Piano ha alumbrado una deliciosa novela en la mejor tradición de Mi familia y otros animales, de Gerald Durrell, o los inolvidables Tenenbaums, de Wes Anderson. De un humor inteligente, entrañable y original, este debut invita a refugiarnos en una época llena de magia.
A finales de 2008, con veintisiete años, a Raquel Taranilla le fue diagnosticado un cáncer en la sangre. Lo que comenzó siendo un dolor de espalda terminó convertido en un proceso largo y penoso de hospitales, operaciones, informes y medicamentos que culminó en una lenta recuperación. Durante meses, arrastrada por una maquinaria médica que le impedía tomar decisiones, no tuvo la necesidad de escribir sobre su experiencia. Ni siquiera podía reivindicar como suyo aquel cuerpo enfermo cuyo gobierno estaba en mano de otros.
Huyendo deliberadamente del libro-testimonio de una superviviente, de cualquier moraleja o consejo sobre cómo afrontar y superar un cáncer, Mi cuerpo también busca devolver al paciente el poder de narrar su propia historia, más allá del relato oficial que supone la historia clínica, así como darle la potestad de cuestionar la autoridad médica. Escrita con la necesaria distancia que da el paso del tiempo, la presente edición incluye, además, un nuevo epílogo de la autora.
Ganadora del Premio Biblioteca Breve 2020 con Noche y océano, Raquel Taranilla hace gala en estas páginas de un estilo único entre las memorias, el ensayo, la historia de la ciencia y el análisis de cómo se enfrentaron a la enfermedad autores como Plath, Foucault, Sontag o Eugenio Trías. «Un relato tenso y riguroso ―ensayo, testimonio, informe, novela― que se sostiene en una escritura precisa, concreta y cruelmente material»
A bordo del coche de Thomas, su guía, la joven europea Anaïse se dirige hacia un pueblecito costero de Haití, Anse-à-Fôleur. En él espera encontrar alguna pista sobre el pasado de su padre, fallecido cuando ella era muy pequeña, y quizás también aclarar el enigma que subyace en su historia familiar: el misterioso incendio acaecido en el pueblo y en el que desaparecieron el abuelo de Anaïse y su amigo coronel, su socio en abusos y extorsiones. Pronto se establece una especial complicidad entre ambos, y Thomas, a la vez que describe a la muchacha las bellezas y miserias de su país, avisa a la joven de que deberá renunciar a sus investigaciones en beneficio del mero disfrute de la vida en ese pueblo de pescadores del cual él mismo procede, territorio mágico en el que las leyes son flexibles y los muertos felices, y en el que todos los habitantes conviven compartiendo sus historias y sus bienes materiales. En esta novela, que preconiza un inédito ejercicio de la justicia y una auténtica fraternidad entre los seres humanos al plantear la pregunta: «¿Qué uso debemos hacer de nuestra presencia en el mundo?», Trouillot interroga al azar sobre el destino que nos hace nacer blancos o negros, poderosos o miserables, en el norte o en el sur.
En la oscura nave de la estación de Amberes ?así empieza su historia el narrador? había un hombre joven, rubio, con pesadas botas de excursionista, pantalones de faena azules y una vieja mochila, ocupado intensamente en tomar notas y hacer dibujos en un cuaderno. El narrador lo observa fascinado y comienza entonces una relación que se desarrolla durante decenios. Jacques Austerlitz se llama el enigmático extranjero. Vive en Londres desde hace muchos años pero no es inglés. En los años cuarenta, siendo un niño judío refugiado, llegó a Gales y se crió en casa del párroco de un pequeño pueblo, con el predicador y su mujer, personas mayores y tristes. El chico crece solitario y cuando conoce su verdadero origen y su nombre verdadero, sabe también por qué se siente extranjero entre los hombres. Sebald recoge en este libro la historia de un ser trastornado, desarraigado. Busca en el pasado, que revive una vez más en el denso lenguaje de uno de los narradores más importantes y originales de nuestro tiempo.
Ante la mirada de un mundo sobrecogido tras la invasión al Capitolio el 6 de enero de 2021, Amanda Gorman cautivó a millones de personas al recitar su poema La colina que ascendemos en la toma de posesión del presidente Joe Biden. Siguiendo los pasos de Robert Frost y Maya Angelou, la joven poeta ofreció con sus versos una luz de esperanza para el inicio de una nueva era.
Afroamericana de origen humilde, hija de madre soltera y criada en Los Ángeles, Gorman es una defensora del medio ambiente, la igualdad racial y la justicia de género, y se ha convertido en la voz de los olvidados. “Con sus palabras vigorosas y conmovedoras firma Michelle Obama, nos recuerda el poder que cada uno de nosotros tiene para defender nuestra democracia. ¡Sigue brillando, Amanda!”.