Esta colección de cuentos es la mejor oportunidad de aproximación al universo Faulkner. Perlas de especial rareza que evocan desde el mítico territorio de Yoknapatawpha hasta la ciudad de Nueva YorkEn agosto de 1950, dos meses antes de recibir el Premio Nobel, William Faulkner publicó esta colección de cuentos, que fue galardonada un año después con el National Book Award. Un volumen que él mismo dispuso y que obedece a la búsqueda de una armonía en la que las piezas no desentonen y se modulen como una entidad propia. Una aproximación a la crueldad, brutalidad y ternura del ser humano, una muestra más de la genialidad de William Faulkner y una perfecta puerta de acceso al universo de este maestro indiscutible de la literatura moderna norteamericana. «Faulkner indagó en las sombras con emoción y talento difícilmente comparables.» Javier Marías
Proyectar una luz sobre los problemas más serios y a la vez no pronunciar una sola frase seria, estar fascinado por la realidad del mundo contemporáneo y a la vez evitar todo realismo, así es La fiesta de la insignificancia. Quien conozca los libros anteriores de Kundera sabe que no son en absoluto inesperadas en él las ganas de incorporar en una novela algo «no serio». En La inmortalidad, Goethe y Hemingway pasean juntos durante muchos capítulos, charlan y se lo pasan bien. Y en La lentitud, Vera, la esposa del autor, dice a su marido: «Tú me has dicho muchas veces que un día escribirías una novela en la que no habría ninguna palabra seria? Te lo advierto: ve con cuidado: tus enemigos acechan». Pero, en lugar de ir con cuidado, Kundera realiza por fin plenamente en esta novela su viejo sueño estético, que así puede verse como un sorprendente resumen de toda su obra. Menudo resumen. Menudo epílogo. Menuda risa inspirada en nuestra época, que es cómica porque ha perdido todo su sentido del humor. ¿Qué puede aún decirse? Nada. ¡Lean!
¿Qué queda del propio país, en la memoria y en la idea presente,cuando se regresa tras un largo exilio? Andamios narra los encuentros y desencuentros de Javier Montes, que tras doce años de exilio, regresa a Montevideo con sus nostalgias, prejuicios y soledades. Javier va construyendo esos andamios que le permiten crear un mundo nuevo en el que caben todas sus esperanzas. Su estructura fragmentaria, de obra en construcción, en la que los elementos puestos en juego -diálogos, reflexiones, recuerdos, sueños, cartas y poemas- aparecen sueltos, permite al lector encontrar un edificio perfectamente acabado: el del desexilio. Una auténtica obra maestra, un libro que respira ironía, crítica social, ternura y humor con una prosa rigurosa y unos diálogos llenos de aciertos.
«Me gustaba mucho su curiosidad, su forma de incorporar, mezclar y bajar la poesía a la calle, subirla a un escenario, acercarla a la gente, por eso es un poeta muy transversal.» Joan Manuel Serrat Claudio retrocede hasta volver a ser un niño de cinco años y rescata del pasado las anécdotas, las personas y los acontecimientos históricos que marcaron su vida. La mirada de Benedetti se detiene en historias que llaman a la reflexión, y ofrece otras que todos podríamos reconocer como claves en la vida de un niño, de un adolescente o de un adulto: la desolación ante la muerte de la madre, el descubrimiento del amor, el acercamiento al sexo, la conciencia social, la experiencia del goce y la asunción del dolor. En suma, el paso que dejan los años y las personas a las que amamos, y que fundamenta nuestra trayectoria existencial.
Indispensable en la bibliografía de Benedetti, Gracias por el fuego es una novela que supera los tópicos, para inundar de vida y aprendizaje la experiencia del buen lector. Ramón Budiño quiere matar a su padre, quien representa lo peor de un país, Uruguay, y de una clase social que ha huido de su propia responsabilidad por el miedo a ser censurada. El peso del caudillismo en la vida cotidiana después de más de un siglo de independencia es para Ramón señal de que nada se ha renovado; de que todos siguen inmersos en una mentalidad política y social que impide tanto el desarrollo colectivo como el personal. La frustración por no poder matar a su padre a pesar de haber planeado concienzudamente su asesinato representa una fiel metáfora de la tela de araña en la que Ramón lleva atrapado durante años.
Una novela sobre la soledad y la incomunicación, el amor y la sexualidad, la muerte y los problemas políticos. Martín Santomé, viudo con tres hijos, en las vísperas de su jubilación comienza a registrar en un diario su vida gris y sin relieve. La vida cotidiana de la rutina en la oficina y la de un hogar desunido y crispado se verán alteradas cuando irrumpe en su rutina la joven Laura Avellaneda, su nueva empleada. Y este hombre, casi sin proponérselo, decide abrir en su vida un paréntesis luminoso.La tregua se ha traducido a decenas de idiomas y ha sido adaptad al cine, la televisión, el teatro y la radio, pero que sobre todo ha gozado de la excepcional acogida de los lectores de todo el mundo.