«Yo digo que la vida perfectamente puede estar hecha de la misma materia de las películas.»
Cuando al poblado llega una de Marilyn Monroe, Gary Cooper o Charlton Heston, en casa de María Margarita se juntan las monedas exactas para una entrada y la mandan a ella a verla. Debido a su talento especial para contarlas como si fueran «en tecnicolor y cinemascope», al poco tiempo todo un público la espera impaciente tras cada proyección.
«Comencé a fijarme en detalles que la mayoría pasaban por alto: el modo acanallado de pintarse los labios de la rubia amante del mafioso, algún tic casi inadvertido del pistolero en los instantes previos al saque, la forma en que los soldados encendían el cigarrillo en las trincheras para que el enemigo no viera el resplandor del fósforo.»
Tan sencilla como poderosa, esta novela encierra un homenaje al arte de narrar historias, al tiempo que traza la mágica historia de los cines en los pueblos en sus tiempos de esplendor y decadencia.
Un pintor recibe el encargo de realizar un cuadro de la Virgen con el Niño. El cuadro acompañará en un retablo a otro de increíble belleza, lo que enorgullece pero asusta al artista. Tras buscar y buscar sin éxito una modelo, un día, por casualidad, encuentra a una joven judía que representa toda la belleza, ternura e inocencia que él necesita. Tras convencerla para que pose, y una vez que ella vence sus miedos y recelos, se establece entre ellos una relación especial. Sin embargo, ambos malinterpre-tan los sentimientos del otro: él, maduro ya, ve en ella una misión que cumplir, mostrarle el camino hacia la conversión. Ella, joven e inexperta, quiere ver, en el hombre que se fija en ella, unas intenciones que expliquen los anhelos y cambios que está experimentando su cuerpo. Hasta que interviene el destino.
«Estimado lector, estimada lectora:
Aunque el uso habitual de un texto como éste es resumir las características de la obra, por una vez nos tomaremos la libertad de hacer una excepción a la norma establecida. No sólo porque el libro que tienes en tus manos es muy difícil de describir, sino porque estamos convencidos de que explicar su contenido estropearía la experiencia de la lectura. Creemos que es importante empezar esta novela sin saber de qué trata. No obstante, si decides embarcarte en la aventura, debes
saber que acompañarás a Bruno, un niño de nueve años,
cuando se muda con su familia a una casa junto a una
cerca. Cercas como ésa existen en muchos lugares
del mundo, sólo deseamos que no te encuentres nunca
con una. Por último, cabe aclarar que este libro no
es sólo para adultos; también lo pueden leer, y sería
recomendable que lo hicieran, niños a partir de los
trece años de edad. El editor»
Bajo el título de uno de ellos, La balada del café triste, se agrupan en este libro varios de los relatos más significativos de la singular y sutil narrativa de Carson McCullers, que han accedido ya a la consideración de clásicos de la moderna literatura norteamericana y constituyen incursiones en la silenciosa, secreta y sagrada intimidad del alma de sus personajes. «Wunderkind», «El jockey», «Madame Zilensky y el rey de Finlandia», «El transeúnte», «Dilema doméstico» y «Un árbol. Una roca. Una nube» custodian esta balada de impronta inconfundible en la que la frontera entre la prosa y la poesía se disuelve con gran habilidad. Narrados con un prodigioso sentido de la construcción, los relatos de Carson McCullers alcanzan una resonancia interior que va mucho más allá de su sencilla y directa observación de la realidad. El mundo punzante, desesperanzado y profundamente poético de Carson McCullers constituye, en palabras de Edith Sitwell, el legado de «una escritora trascendental».
El amante: Premio Goncourt en 1984 y llevada al cine en 1992, esta novela autobiográfica narra, con la intensidad del deseo, la historia de amor entre una adolescente de quince años y un acaudalado comerciante chino de veintiséis, que se desarrolla en los escenarios coloniales de Indochina. Esa jo-vencita, bellísima pero pobre, no es otra que la propia Marguerite Duras, quien rememora no sólo su singular vivencia sino también las apasionadas y tensas relaciones que desgarraron a su familia y que, prematuramente, grabaron en su rostro los implacables surcos de la madurez.
Marguerite Duras (Indochina, 1914-París, 1996) estudió derecho, matemáticas y ciencias políticas en París. En 1943 publicó su primera obra, La impudicia, a la que seguirían más de veinte novelas, guiones cinematográficos y textos dramáticos. Además de El amante, Tusquets Editores ha publicado de esta autora títulos tan célebres como Los ojos azules pelo negro, Emily L, Los caballitos de Tarquinia, El amante de la China del Norte y Un dique contra el Pacífico. La historia de amor con la que el mundo descubrió a Marguerite Duras.