Superada la barrera psicológica de los cincuenta años y con plena conciencia de que lo mejor «ha pasado», Cártárescu nos invita a adentrarnos en su paisaje biográfico, geográfico y literario personal, en un tono que mezcla la comedia con una acentuada amargura existencial. Aquí encontraremos remembranzas sobre paradisíacas islas en medio del Danubio, reflexiones acerca de los peligros de la adicción al café soluble y confesiones íntimas sobre el amor, la muerte y la nostalgia que culminan con la estremecedora «El ojo castaño de nuestro amor», dedicada al hermano gemelo perdido en trágicas circunstancias. Delicados artefactos narrativos absolutamente inseparables del «animal literario» que es su autor, como nos demuestra el extraño descubrimiento que hace en la Lolita, de Nabokov, o la descripción de los días previos a la muerte de Ovidio en el exilio. Todo ello se une, como las cucarachas que según él Darwin se entretenía en ensartar en un palo, para configurar una suerte de arqueología en la que descubrimos las claves que nos llevan a entender a uno de los autores primordiales de la narrativa centroeuropea.
En el invierno de 1953 la joven Boy Novak, huyendo de su cruel padre, llega por azar a una pequeña población de Massachusetts, donde conoce a Arturo Whitman, un joven viudo y padre de una niña de seis años, Snow, cuya belleza causa en los adultos un embeleso inquietante. Tras el matrimonio de Boy con Arturo y el nacimiento de su hija Bird, las cosas cambiarán para Snow: Boy decidirá que su hijastra debe marcharse a vivir con una tía, lejos de su familia. En esta novela, que afianza a Oyeyemi como una de las escritoras más originales y audaces de la última década, la autora desbarata los inveterados estereotipos que durane siglos han tiranizado el imaginario y las vidas de generaciones de mujeres, creando un relato tan dabuloso y alegórico como los cuentos de hatas tradicionales, pero mucho más compasivo.
Haruki Murakami atendió por fin a las peticiones de sus lectores y accedió a que se tradujeran estas dos obras tempranas, anteriormente sólo publicadas en japonés e inglés, y añadió un prólogo donde el escritor relata su génesis. Escucha la canción del viento (1979), ópera prima del autor, sigue las vicisitudes de un joven estudiante que, durante unas vacaciones en su ciudad natal, disfruta de la compañía de su mejor y original amigo, apodado «el Rata», una chica con cuatro dedos, el barman del Jay´s Bar y un escritor suicida (e inventado): Derek Heartfield. Tres años después, en Pinball 1973 (1980), ese mismo joven vive en Tokio, con dos gemelas idénticas, mientras el Rata continúa viendo pasar la vida en el Jay´s Bar, en una novela melancólica y de atmósfera poética, que contiene la mejores escenas de pinball de la historia de la literatura.
En el inmenso imperio de Abistán un régimen totalitario basado en la sumisión a un dios único lo domina todo; cualquier pensamiento personal es erradicado, y un sistema de monitorización ubicua permite controlar a la población. Ati, nuestro héroe, intenta comprender ese sistema dictatorial investigando sobre los renegados, un pueblo que vive ajeno a la religión, y emprende un largo éxodo a través del desierto en busca de la verdad.