Los mandarines es sin duda la novela documental más importante que se haya escrito hasta ahora sobre los años de la posguerra francesa. Libro en clave —donde aparecen, apenas disimuladas, las figuras de Sartre (Dubreuilh), Camus (Henri Perron) y Simone de Beauvoir (Anne)— no es, sin embargo, como ha señalado la misma autora, ni una novela autobiográfica ni un reportaje, sino una evocación. Los mandarines describe admirablemente la atmósfera cultural y política de la guerra fría, y el ambiguo y desgarrado papel de intelectuales y artistas que predicaban entonces la necesidad, dramática y cotidiana, de una nueva y auténtica moral fundada en la responsabilidad del hombre.
SIMONE DE BEAUVOIR (1908-1986), escritora francesa, fue también inseparable compañera de Jean-Paul Sartre durante más de cincuenta años. Su obra abarca tres vertientes: la literaria (La invitada, Los mandarines), la ensayística (El segundo sexo) y la memorialística (Memorias de una joven formal, La plenitud de la vida, La fuerza de las cosas. Final de cuentas y, tras la muerte de Sartre, La ceremonia de/adiós).
Traducción de Silvina Bullrich
Jean-Baptiste Grenouille es, gracias a su prodigioso sentido dei olfato, el mejor elaborador de perfumes de todos los tiempos. Pero es un ser grotesco, deforme y repulsivo a los ojos de las mujeres. Como venganza a tanta ofensa sufrida a causa de su aspecto físico, elabora un raro perfume que subyuga la voluntad de quien lo huele. Así, Jean-Baptiste consigue el favor de las damas de la alta sociedad y el dominio de los poderosos. Existe un único problema: para obtener la esencia elemental de la mágica fragancia se necesitan ios fluidos corporales de jovencitas vírgenes, y para ello el perfumista no duda en convertirse en un obsesivo, cruel y despiadado asesino.
En el número 7 de la calle Grenelle, un inmueble burgués de París, nada es lo que parece. Dos de sus habitantes esconden un secreto. Renée, la portera, lleva mucho tiempo fingiendo ser una mujer común. Paloma tiene doce años y oculta una inteligencia extraordinaria. Ambas llevan una vida solitaria, mientras se esfuerzan por sobrevivir y vencer la desesperanza. La llegada de un hombre misterioso al edificio propiciará el encuentro de estas dos almas gemelas.
Juntas, Renée y Paloma descubrirán la belleza de las pequeñas cosas. Invocarán la magia de los placeres efímeros e inventarán un mundo mejor. La elegancia del erizo es un pequeño tesoro que nos revela cómo alcanzar la felicidad gracias a la amistad, el amor y el arte. Mientras pasamos las páginas con una sonrisa, las voces de Renée y Paloma tejen, con un lenguaje melodioso, un cautivador himno a la vida.
El último libro de la gran saga Caballo de Troya.
Al leer Caná. Caballo de Troya 9, el lector llega a una conclusión: todo lo contado sobre Jesús de Nazaret conviene ponerlo en duda.
La verdad, probablemente, fue más intensa e inquietante. Si usted acierta a leer la primera línea de Caná no será por casualidad.
El autor pone al descubierto una documentación secreta–clasificada como top secret por el Pentágono–con nuevos y sorprendentes datos sobre la figura y la obra de Jesús de Nazaret. Las revelaciones que aporta son tan rigurosas como desconcertantes.
Si no es fácil describir los siete anteriores volúmenes de la serie «Caballo de Troya», la octava entrega Jordán supera todo lo imaginable. No se esfuerce. Su imaginación se quedará corta. En Jordán, usted quedará atrapado, y arrastrado por las sorpresas. Nadie, hasta hoy, ha narrado con tanto detenimiento el supuesto «bautismo» de Jesús de Nazaret. Nadie se había atrevido a relatar, con semejante crudeza, lo que pudo ocurrir en aquella histórica jornada, en uno de los afluentes del río Jordán. ¿Sabía que el Maestro nunca se retiró al desierto, y que no fue tentado por el diablo? Nunca, tanto, le parecerá tan poco.