¿Quién era Capote antes de ser Capote? ¿Quién era antes de llevar la vida de un dandy en Nueva York, antes de internarse en Kansas a escribir la gran novela norteamericana de no ficción, antes de adoptar el apellido del segundo marido de su madre? Truman Streckfus Persons -tal era su verdadero nombre- tuvo una infancia de abandono y desencanto. Después del divorcio de sus padres, su madre lo mandó al campo con sus tías, en Alabama. Allí comenzó a escribir para mitigar el aislamiento. Esos relatos quedaron en el olvido durante casi ochenta años hasta que, en 2014, fueron descubiertos en la Biblioteca Pública de Nueva York por el editor suizo Peter Haag y su mujer, Anuschka Roshani. Los trece cuentos que integran esta antología revelan el talento temprano de Capote para observar lo que nadie más podía ver, para inventar historias, generar climas. Este libro ilumina nuevos aspectos del escritor que ya conocemos: un joven precoz, provocador, vivaz, conflictuado, extraño y brillante. Los primeros cuentos de Capote son una prueba del virtuosismo que lo llevó a crear sus grandes obras maestras y a convertirse en una leyenda de la literatura.
El reino de Sambalpur, de una riqueza fabulosa, alberga tigres, minas de diamantes y el precioso Palacio del Sol. Sin embargo, cuando asesinan al príncipe heredero Adhir en presencia del capitán Sam Wyndham y del sargento Banerjee en Calcuta, éstos deciden seguir la pista de las misteriosas misivas recibidas por el príncipe hasta Sambalpur, pequeño feudo del estado de Orissa, donde descubren un reino desgarrado por un conflicto latente.
Mientras tratan de aclarar el misterio del asesinato, Wyndham y Banerjee se verán enredados en un peligroso mundo donde quienes ostentan el poder viven según sus propias normas y quienes se cruzan en su camino lo pagan con la vida. Y deberán hallar al asesino antes de que éste los encuentre a ellos...
La plácida existencia de Francesca, casada y con dos hijos, se ve completamente sacudida por la llegada de Robert Kincaid, un fotógrafo nómada, libre y generoso, que transforma en ternura toda su energía. El destino los une inexorablemente cuando se encuentran en el otoño de sus vidas. Su amor, corto como una tarde madura, fue sin embargo tan profundo como las raíces de un árbol. Sus cenizas se encuentran esparcidas muy cerca de los puentes de Madison. Y, así, en apenas doscientas páginas, Robert James Waller nos devuelve el gusto de recordar que la pasión no tiene edad en una novela que es ya un clásico que se recomienda de generación en generación.
Alan Le May es uno de los autores más populares de la narrativa western debido sobre todo a su novela The Searchers, una obra maestra del género, y en especial a su adaptación cinematográfica, que en España adoptó el memorable título de Centauros del desierto (Col. Frontera no 4). Pero la producción literaria de Le May es mucho más extensa y cuenta con diecisiete novelas y centenares de relatos, muchos de ellos aparecidos en la prestigiosa revista Collier’s, una de las cabeceras fundamentales en la historia de la literatura popular norteamericana.
La presente obra, Los que no perdonan, tiene en común con Centauros del desierto su retrato crudo y realista de la vida en la frontera texana hacia 1870. La novela narra las tentativas de los indios kiowas por rescatar a la joven protagonista, Rachel, de la familia de colonos con la que vive desde que la adoptaron cuando apenas era una niña, pues consideran que es una de los suyos. La primera parte describe con detalle los afanes y penalidades de los colonos para sacar adelante un rancho ganadero en la peligrosa frontera, así como lo que sentían las mujeres en aquellas tierras, su esfuerzo por mantener una vida civilizada, la rivalidad entre vecinas, los romances, y también la pasión culpable que Rachel siente por uno de sus hermanastros. El lector puede percibir el paisaje, el sonido casi permanente del viento, las grandes distancias vacías, la alegría de la llegada de la primavera, pero también el temor de los colonos ante la llegada de la «luna kiowa» que acompaña a la estación. Es entonces cuando los guerreros de las tribus cercanas salen en busca de botín, sangre y gloria.
Cuando Emelie, de 25 años, es encontrada asesinada en su apartamento en el norte de Estocolmo -la misma semana en que su violento ex compañero y padre de su hijo sale de prisión en un permiso de fin de semana- la detective Vanessa Frank parece entrever que el culpable está claro.
Pero hay algo en el sospechoso que le da a Frank la impresión de que le falta algo. ¿Quién más podría atacar tan frenéticamente a la joven, un ataque que la dejó con más de veinte puñaladas en el estómago?
¿Podría el ataque estar relacionado con la creciente red digital de hombres que quieren castigar a las mujeres, los llamados "incels"? Estos célibes involuntarios viven en los rincones más oscuros de Internet y están unidos en su violenta misoginia. Cuando se presenta una sobreviviente de un ataque sexual, Vanessa Frank comienza a tirar del hilo y a vincular algunos ataques violentos e impactantes, descubriendo este grupo en la sombra.
Son perdedores confesos que quieren a toda costa la disponibilidad sexual de las mujeres y, sin embargo, al mismo tiempo, expresan disgusto por la promiscuidad. Se sienten maliciosamente con derecho a recibir sexo y atención de lo que perciben como el sexo más débil. Su agresión acumulada ha llevado a estos hombres solitarios y odiosos a una violencia extrema. En sus propias palabras, han armado la guerra de género.
¿Hay un líder o son simplemente varios grupos caóticos sin relación entre sí? La pregunta que Vanessa Frank debe hacerse es, ¿qué haces cuando el odio echa raíces? Si más de uno de ellos es capaz de asesinar, ¿podrían ser capaces de un tiroteo masivo organizado?
Apenas unos meses antes del final de la Primera Guerra Mundial, cuatro jóvenes acaban sus estudios y se enfrentan al último verano de la adolescencia. En cuestión de semanas serán llamados a filas y enviados al frente, un frente del cual solo llegan noticias nefastas.
Así, unidos por su aversión a lo que promete ofrecerles la madurez, Tibor, Ábel, Erno y Béla crean un universo particular y juegan a desafiar todas las reglas: beben y fuman en exceso, juegan a las cartas, se inventan extravagantes historias, cometen pequeños hurtos...
Ante la ausencia de padres, tíos y hermanos mayores, realizan su propio aprendizaje de la vida libres del control familiar, hasta que la aparición de un improvisado mentor, un avieso actor que está de paso en la ciudad, hará que sus juegos, y sus vidas, se precipiten por caminos insospechados que los llevarán hacia un dramático desenlace.