«El fin de un viaje es sólo el inicio de otro. Hay que ver lo que no se ha visto, ver otra vez lo que ya se vio. Hay que volver alos pasos ya dados, para repetirlos y para trazar caminos nuevos a su lado. Hay que comenzar de nuevo el viaje. Siempre.El viajero vuelve al camino».
Entre octubre de 1979 y julio de 1980, José Saramago recorrió Portugal en un itinerario que le llevó de Trás-os-Montes al Algarve y desde Lisboa hasta el Alentejo. Este libro, en el que se entremezcla la crónica con la narración y los recuerdos, es el resultado de ese viaje. Saramago se revela en él como un viajero de gran sensibilidad, siempre atento a lo que ven sus ojos, a descifrar la realidad del país y entender también con ello su pasado.
Esta edición especial de Viaje a Portugal, publicada con ocasión del centenario del nacimiento del Nobel portugués, incluye, por primera vez, todas las fotografías que Saramago realizó durante su viaje —casi todas inéditas— junto con otras del fotógrafo Duarte Belo.
Augusto Monterroso (1921-2003) dijo en una ocasión que "la entrevista es el único genero literario que nuestra epoca ha inventado" y que, "visto así, lo mejor sería no ser entrevistado". Afortunadamente, no solo no se cumplió su anhelo sino que en este volumen se reúnen diez entrevistas que abarcan veinticinco años, de 1969 hasta 1994, y que constituyen un ejemplo de la genialidad, honestidad y humildad que le caracterizan; diálogos vivos entretejidos de silencios, omisiones y ambigüedades para deleite de cualquiera que aprecie la inteligencia creativa como herramienta, no de dominio, sino de exploración del mundo y de uno mismo.
Esta es la epopeya de Ferdinand Baradamu, herido en la primera guerra mundial en la que participa como voluntario, enamorado de una prostituta sin futuro, sobreviviendo en las colonias francesas en África gracias a un trabajo alienante, persiguiendo su particular sueño americano, de regreso en Francia trabajando como médico rural...
Mas allá del argumento, la fuerza y el interés de esta gran novela residen en la prosa amarga y quebradiza de Céline, en su característico ritmo acelerado, en el lirismo salvaje y descarnado con que constryó a sus personajes o la altiva mueca con que contempló la existencia y que han provocado siempre las más encontradas reacciones.
En 2011, a los cincuenta años de su muerte, se ha desatado la polémica, ante si debía conmemorarse el cincuentenario, debido a las opiniones antisemitas de Céline. Finalmente se han cancelado todos los actos oficiales debido a las presiones sociales. Pero en cualquier caso, Céline es el autor más traducido después de Marcel Proust y esta es una gran obra.
Louis-Ferdinand Céline (Louis-Ferdinand Destouches, 1894-1961), personaje denostado por su antisemitismo y filonazismo, se dio a conocer con esta novela, publicada originalmente en 1932, con la que sorprendió por su lenguaje violentamente satírico, rupturista e incluso obsceno. Ni su siguiente obra, Muerte a crédito, ni sus novelas más autobiográficas y nihilistas como Norte, De un castillo a otro o la póstuma Rigodón alcanzaron la misma fuerza y poder de seducción.
Los seres humanos, sostiene este libro, no hemos inventado la novela: es la novela la que nos ha inventado a nosotros. Pero ¿qué nos dan las nvoelas que no nos puede dar ninguna otra forma narrativa? ¿Qué lugar ocupan en nuestras vidas como individuos y como sociedades? ¿Por qué son, según Vásquez, una manera irremplazable de investigarnos a nosotros mismos, y cómo llevan a cabo sus sortilegios? De Cervantes a Conrad, de Tolstói a Vargas Llosa, de Proust a Camus, estos ensayos proponen en elogio de ese género proteico y también, entre líneas, un lamento por su situación presente en un mundo que se le ha vuelto hostil.
Cuando Akiko Yosano y su esposo recibieron la oferta de la Compañía del Ferrocarril del Sur de Manchuria para realizar un viaje por el noreste de Asia, dudaron inicialmente porque los últimos años de la década de 1920 fueron un punto álgido para las relaciones chino-japonesas debido a la expansión civil y militar japonesa en Manchuria y el norte de China. Sin embargo, ambos lograron enfrascarse en un largo viaje por esta zona, recogiendo testimonios de los pueblos y lugares donde se detenían durante su travesía. En Viajes por Manchuria y Mongolia, Akiko Yosano ofrece, además, descripciones maravillosas y detalladas de las montañas, templos y santuarios, de la belleza natural de las ciudades y calles de una China misteriosa. El testimonio de Yosano permite entender la indiferencia de los japoneses hacia la cultura china, pues son incapaces de comprenderla porque no la han vivido ni visto de cerca; por eso, ella busca experimentar por sí misma esta realidad extranjera. Así, en su narración, los chinos aparecen como un pueblo extremadamente trabajador, que sufre bajo grandes presiones y desunión interna. China se presenta como un país de gran belleza natural, que el tiempo y el expolio humano no han arruinado del todo.
Maryse Condé, autora de Yo, Tituba, la bruja negra de Salem y de La Deseada, regresa a su isla natal de Guadalupe y a sus raíces en Victoire. La madre de mi madre, para narrarnos la fascinante vida de su abuela materna, Victoire Élodie Quidal, una cocinera que se convirtió en una figura legendaria de su época. Victoire, cuya piel era de una «blancura australiana» y cuya destreza culinaria fue codiciada por la élite, pasaba la mayor parte del tiempo encerrada en el templo de su cocina, que era como la propia Guadalupe: un crisol heterogéneo de razas y culturas en el que convivía la población negra, la mulata y los blanc pays que ejercían el poder en el archipiélago antillano. En este complejo cosmos dominado por la hegemonía francesa, una cocinera criolla que apenas podía pronunciar el nombre de sus platos en francés consiguió convertirse en una de las personalidades más importantes de la isla guiándose siempre por la profunda convicción que dirigía su existencia: ninguna labor es humilde si se aspira a la perfección.
Condé rastrea sus orígenes en una historia que fusiona con una sensibilidad exquisita memoria e imaginación. Tras sumergirse en su árbol genealógico, nos ofrece una de las historias más emotivas y cautivadoras de su trayectoria. Un testamento único y desgarrador de la vida en Guadalupe en el crepúsculo del siglo XIX.