Virginia Woolf dejó en vida dos proyectos suspendidos: escribirsus memorias y unas vidas de sus amigos y de los escritores queadmiraba. Para ambos proyectos confiaba en las anotaciones desu diario, que inició poco después de casarse, al arrancar sutrabajo como novelista, y que la acompañó hasta el final de suvida. Gonzalo Torné se ha sumergido en los cinco tomos de esosdiarios para seleccionar y reordenar los pasajes que permiten,por un lado, trazar la silueta de su biografía, y por otro, leer decorrido sus opiniones sobre sus amigos, colegas y rivales. Elvolumen se completa con una selección de sus ideas ypensamientos breves sobre aspectos muy diversos de la vida, quese leen como un breviario de agudeza y sabiduría. La presenteedición incluye, además, tres anexosn compuestos por ItziarHernández Rodilla y prólogo de Lucía Litjmaer.
Cuba, mediados del siglo XIX
A la isla caribeña arriba un barco portador de una siniestra carga. Más de setecientas mujeres y niñas secuestradas de su África natal llegan para trabajar, hasta la extenuación, en los campos de caña de azúcar y parir hijos que serán también esclavos. Kaweka es una de ellas, una muchacha que vivirá en primera persona el horror de la esclavitud en la hacienda del cruel marqués de Santadoma, pero que pronto demostrará a quienes la rodean que posee la facultad de comulgar con Yemayá. Esta es una diosa voluble que, en ocasiones, le concede el don de la curación y le proporciona la fuerza para liderar a sus hermanos de raza en la lucha por la libertad contra unos opresores que han logrado esclavizar sus cuerpos, pero no sus almas.
Madrid, época actual
Lita, una joven mulata, es hija de Concepción, la mujer que lleva toda la vida sirviendo en casa de los marqueses de Santadoma, en pleno barrio de Salamanca, al igual que hicieron sus antepasadas en la Cuba colonial. A pesar de tener estudios y ambición profesional, la precariedad laboral obliga a Lita a recurrir a los todopoderosos señores de Santadoma en busca de una oportunidad en la banca propiedad del marqués.
El nuevo libro del autor de El desbarrancadero, Premio FIL de Literatura y Premio Rómulo Gallegos
"Su ira explosiva es tan brillante, tan sonora, real, sincera, divertida a veces, cruel casi siempre, que su lectura es algo gozoso y tonificante".
Pedro Almodóvar
En Escombros, libro que entronca directamente con una de las obras más emblemáticas y reconocidas del autor, El desbarrancadero, Fernando Vallejo narra la llegada de la noche del mundo, ese tiempo que va desde la agonía de su compañero, el escenógrafo mexicano David Antón #que coincide con el terremoto que asoló Ciudad de Mexico en 2018# y su muerte, y el momento actual, marcado por una pandemia que mantiene en vilo a todo el planeta. La historia personal del autor, la perdida de su compañero de vida de más de cincuenta años y su vuelta a Colombia sirven de metáfora de la actualidad, un mundo en destrucción en el que el narrador camina por una ciudad en la que ya solo puede ver fantasmas.
La biografía no dice ni explica nada sobre la obra de un autor. Esta teoría que Marcel Proust defendió con vehemencia en un ensayo con el crítico Sainte-Beuve, entre otros textos bien podría ser válida, si no pensásemos que la biografía de un escritor es también todos los temas, motivos e intereses por los que se preocupó. Y en el caso del autor de A la busca del tiempo perdido esto es más que evidente. Pintura, música y literatura, temas mundanos como la moda, exposiciones y catedrales, escritores y salones parisinos... Todo forma parte de su gran ciclo novelesco, pero también como esta rotunda compilación de escritos viene a demostrar del resto de su obra y de su pensamiento. Seleccionados y traducidos por Mauro Armiño Premio Nacional de Traducción y uno de los máximos expertos sobre Proust en nuestro idioma, los textos sobre arte y literatura que Proust dedicó a autores como Baudelaire, Flaubert, Goethe o Tolstói, a la lectura y a la crítica literaria, a artistas como Rembrandt o Moreau, Saint-Saëns o John Ruskin, entre otros temas, son ensayos de alto voltaje intelectual que vienen a complementar uno de los universos más personales de la historia de la literatura.
Este volumen, una de las últimas obras de Marguerite Duras, es una reflexión sobre el proceso de escritura, y también sobre esa soledad dolorosa pero imprescindible que permite a la autora entregarse a «lo único que llenaba mi vida»: escribir. Es, además, una meditación sobre el vértigo que produce pensar en el siguiente libro, sobre el lugar o la casa en que se escribe, sobre las experiencias que impactan e inspiran un relato, como por ejemplo el trágico accidente de un joven piloto británico en la Segunda Guerra Mundial, la muerte de una mosca en una pared, o una colección de pinturas.
Tras cautivar a veinte millones de lectores en todo el mundo con La chica del tren, Paula Hawkins vuelve con una apasionante novela sobre las historias que nos contamos al recordar nuestro pasado y su poder para destruirnos. Pocos días antes de morir, Nel Abbott estuvo llamando a su hermana, pero Jules no cogió el teléfono, ignoró sus súplicas de ayuda. Ahora Nel está muerta. Dicen que saltó al río. Y Jules se ve arrastrada al pequeño pueblo de los veranos de su infancia, un lugar del que creía haber escapado, para cuidar de la adolescente que su hermana deja atrás. Pero Jules tiene miedo. Mucho miedo. Miedo al agua, miedo de sus recuerdos enterrados largo tiempo atrás, y miedo, sobre todo, de su certeza de que Nel nunca habría saltado? No te fíes nunca de una superficie en calma, no sabes lo que puede haber debajo.