Años cincuenta, Irlanda rural. Un tipo solitario se encuentra con un coche misteriosamente vacío en medio de un campo. Sabe que no debe acercarse, pero es incapaz de evitarlo y pronto se ve envuelto en un inquietante caso de desaparición: un hombre asegura que su esposa podría haberse arrojado al mar.
Llamado desde Dublín para investigar, el inspector Strafford recurre rápidamente a su viejo aliado, el brillante e imperfecto doctor Quirke, un hombre con quien está vinculado de maneras cada vez más complejas. A medida que avanzan en la investigación, el pasado vuelve con fuerza, amenazando con cambiar la vida de todos y cada uno de ellos.
Arthur Alter no está pasando por un buen momento. Profesor universitario, mediocre y sesentón, tiene harta a su jovencísima novia, no puede pagar la hipoteca y sus hijos, Ethan y Maggie, no le dirigen la palabra. Para evitar perder la lujosa casa familiar, Arthur decide invitarles a pasar un fin de semana con la excusa de una reconciliación, pero con la intención real de hacerse con la pequeña fortuna secreta que su difunta esposa Francine les legó.
Desde el fallecimiento de su madre, Ethan vive en Nueva York y se ha convertido en un ermitaño. Ha abandonado su trabajo, se ha comprado un apartamento que no se puede permitir y su parte de la herencia prácticamente ha desaparecido. Maggie, por su parte, se ha convertido en una especie de asceta voluntaria. No quiere tocar el legado de su madre, pero, al mismo tiempo, solo consigue trabajos mal pagados que no le dan ni para subsistir.
Contra todo pronóstico, ambos aceptarán la invitación de su padre sin que este imagine que todos tienen una agenda oculta.
Los altruistas es una oscura y divertida saga familiar que afronta la división entre los babyboomers y su descendencia millennial, que nos recuerda que todos cometemos errores y que, de alguna manera, lo importante es encontrar el camino de vuelta.
1943. En los momentos más oscuros, un apasionado romance nace entre dos jóvenes.
No fue hasta setenta años más tarde cuando sus caminos volvieron a cruzarse.
Una impactante historia real sobre el amor, la esperanza y la resiliencia.
Todo comenzó cuando las miradas de Zippi Spitzer y David Wisnia se cruzaron. En ese instante, nació una historia de amor que podría haberse dado en cualquier sitio, pero tuvo que enfrentarse al peor: Zippi y David eran prisioneros del campo de exterminio más infame de la historia y si su romance era descubierto, sería el fin para ambos.
Contra todo pronóstico, David y Zippi sobrevivieron durante años bajo el cielo cubierto de cenizas de Auschwitz. Con el tiempo, su amor creció y se fortaleció gracias a la protección de los compañeros del campo, su propia ingenuidad y giros del destino. Su aventura les permitió recordar que la vida anterior al Holocausto aún existía, una vida de posibilidades, de libertad y de anhelo. A medida que la guerra llegaba a su fin, los jóvenes comenzaron a planear su reencuentro, pero jamás se habrían imaginado cuán distintos serían los caminos de cada uno ni cuántos años transcurrirían hasta que volvieran a encontrarse.
Michael y Caitlin se encuentran secretamente desde hace veinticinco años en su paraíso particular: Coney Island. Unas preciadas horas juntos que programan una vez al mes y que son un bálsamo para la insatisfacción y el tedio de sus fríos matrimonios, del rutinario trabajo, de una familia distante e, incluso, de un país que los vio crecer y que ahora sienten lejos. Sin embargo, fuera de las cuatro paredes de esta modesta habitación de hotel hay un mundo que amenaza con separar sus caminos para siempre.
Una lectura compulsiva, un fresco de dos vidas y una decisión que ya no se puede retrasar se despliegan en el transcurso de unas horas, y una reflexión sobre la crisis de la madurez: qué pasa cuando desaparece la ilusión de la juventud y se cae en el conformismo.
Fuyuko Irie es una correctora de pruebas freelance de treinta y tantos años. Vive sola y es incapaz de entablar relaciones significativas, por lo que apenas tiene contacto con nadie más que con Hijiri, su editora. Cuando ve su reflejo, se encuentra con una mujer cansada y sin espíritu que no ha sabido tomar las riendas de su propia vida. Su única fuente de consuelo: la luz. Cada Nochebuena, Fuyuko sale a vislumbrar las luces que llenan la noche de Tokio. Pero es un encuentro fortuito con un hombre llamado Mitsutsuka lo que despierta algo nuevo en ella. Y su vida empieza a cambiar.
Sin embargo, a medida que ese cambio —tan largamente postergado— comienza a suceder, dolorosos episodios del pasado de Fuyuko salen a la superficie, y su comportamiento empieza a desbordarse cada vez más.
Una novela aguda y lúcida, entretenida y conmovedora; hará reír al lector, también lo hará llorar, pero, como solo los mejores libros logran, le recordará que a veces el dolor vale la pena.
Escrita en 1931, durante la primera epoca de su relación con los hermanos Klaus y Erika Mann, Los íamigos de íBernhard fue la primera novela de Annemarie Schwarzenbach, una autora fascinante cuya obra ha sido rescatada en las últimas decadas como raro modelo de una sensibilidad atormentada y con zonas de sombra, pero brillante e inequívocamente moderna. El protagonista, un estudiante de piano de diecisiete años que viaja a París para continuar sus estudios, es el eje narrativo de una historia que, acogida a los principios de la Nueva Objetividad, implica a sus amigos, familiares y conocidos. Entre los primeros destacan Gert e Ines, una pareja de novios que a veces parecen hermanos, y Leon y Christina, una pareja de hermanos que a veces parecen novios, jóvenes acomodados o artistas bohemios entre los que se van tejiendo lazos de admiración o deseo, sobre el trasfondo de las ambigüedades de genero que todos encarnan y que hacen que se rompa la habitual dicotomía entre lo masculino y lo femenino.