Érase una vez un pueblo donde las noches eran largas y la muerte contaba su propia historia.
En el pueblo vivía una niña que quería leer, un hombre que tocaba el acordeón y un joven judío que escribía cuentos hermosos para escapar del horror de la guerra.
Al cabo de un tiempo, la niña se convirtió en una ladrona que robaba libros y regalaba palabras.
Con estas palabras se escribió una historia hermosa y cruel que ahora ya es una novela inolvidable.
En el año 53 a.C. el cónsul Craso cruzó el Éufrates para conquistar Oriente, pero su ejército fue destrozado en Carrhae. Una legión entera cayó prisionera de los partos. Nadie sabe a ciencia cierta qué pasó con aquella legión perdida. Ciento cincuenta años después, Trajano está a punto de volver a cruzar el Éufrates. Los partos esperan al otro lado. Las tropas del César dudan. Temen terminar como la legión perdida. Pero Trajano no tiene miedo y emprende la mayor campaña militar de Roma, hacia la victoria o hacia el desastre. Intrigas, batallas, dos mujeres adolescentes, idiomas extraños, Roma, Partia, India, China, dos Césares y una emperatriz se entrecruzan en el mayor relato épico del mundo antiguo, La legión perdida, la novela con la que Santiago Posteguillo cierra su aclamada trilogía sobre Trajano.
Milan Kundera se sirve a la vez de una novela francesa del siglo XVIII y de una excursión que a él y a su mujer se les antoja hacer a un castillo de Francia convertido en hotel, para ir dando vida a una serie de personajes del pasado y del presente que terminan coincidiendo en un congreso de entomólogos que se celebra en sus salones. Personajes e historias de ayer y de hoy van entrelazándose de tal manera que a nadie sorprendera, por ejemplo, que un hombre enfundado en un casco de motociclista, azorado e impaciente, se aleje en su moto a toda velocidad, mientras otro, con una peluca blanca, adormilado y ensimismado, se sube a una calesa que parece salida de una estampa del pasado : el primero desea sin duda dejar algo tras de sí a toda prisa ; el segundo, en cambio, parece disponerse a rememorar, al paso lento del caballo, la noche que acaba de pasar con la intrigante y seductora Madame de T.
En el verano de 1998, el doble azote del puritanismo y la corrección política recorre Estados Unidos a causa del escándalo Lewinski. Coleman Silk, un viejo catedrático de una pequeña universidad de Nueva Inglaterra, se ve obligado a jubilarse cuando sus colegas lo acusan de racista. Lo asombroso del dictamen es que la verdad sobre Silk podría acallar hasta al más virulento de sus detractores. Su secreto, escondido durante cincuenta años a esposa, familiares y amigos, servirá al escritor Nathan Zuckerman para reconstruir la biografía desconocida de Silk y entender cómo puede llegar a desenmarañarse una ficción de vida tan ingeniosamente armada.
En 1568, en los valles y montes de las Alpujarras, ha estallado el grito de la rebelión: hartos de injusticias, expolio y humillaciones, los moriscos se enfrentan a los cristianos e inician una desigual pugna que sólo puede terminar con su derrota y dispersión por todo el reino de Castilla.
Entre los sublevados se encuentra el joven Hernando. Hijo de una morisca y del sacerdote que la violó, es rechazado por los moriscos, debido a su origen, y por los cristianos, por la cultura y costumbres de su familia.
Durante la insurrección conoce la brutalidad y crueldad de unos y otros, pero también encuentra el amor en la figura de la valerosa Fátima, la de los grandes ojos negros. A partir de la derrota, forzado a vivir en Córdoba y en medio de las dificultades de la existencia cotidiana, todas sus fuerzas se concentrarán en lograr que su cultura y religión, las de los vencidos, recuperen la dignidad y el papel que merecen. Para ello deberá correr riesgos y atreverse a desafiar las leyes con audaces y peligrosas iniciativas...
La mansión retrata la caída de una familia que logró tener el control de un pueblo durante más de una generación y la voluntad de venganza de Mink Snopes, condenado por asesinato, que trata de redimir su pena por buena conducta para matar a su primo Flem, a quien acusa de no haber acudido en su ayuda. Faulkner, cuya obsesión, según sus propias palabra, eran "los problemas del corazón humano en conflicto consigo mismo", nos habla en estas páginas de ese Sur colonizado por la vulgaridad del Norte y sobre la existencia de unos seres que son, quizá, los más trágicos de toda su obra.
Octubre de 1932, penitenciaría de Cold Mountain. Los condenados a muerte aguardan el momento de ser conducidos a la silla eléctrica. Los crímenes abominables que han cometido les convierten en carnaza de un sistema legal que se alimenta de un círculo de locura, muerte y venganza.
En la persona de la anciana Aaliya confluye el pasado y el presente de Beirut. Vive en una ciudad asediada por la violencia y el dolor, pero escapa de su terrible realidad gracias a la literatura. Huérfana de padre y repudiada por un marido al que nunca quiso, ha pasado la mayor parte de su vida leyendo en una librería y traduciendo en la soledad de su casa las grandes obras de la literatura de todos los tiempos a razón de una al año. Citas y títulos de Pessoa, Nabokov, Javier Marías o Italo Calvino desfilan y entretejen estas páginas, que repasan la historia reciente de Líbano y abren una puerta a la vida íntima de sus habitantes.
La mujer habitada sumerge al lector en un mundo mágico y ferozmente vital, en el que la mujer, víctima tradicional de la dominación masculina, se rebela contra la secular inercia y participa de forma activa en acontecimientos que transforman la realidad. Partiendo de la dramática historia de Itzá, que por amor a Yarince muere luchando contra los invasores españoles, el relato nos conduce hasta Lavinia, quien conoce a Felipe. La intensa pasión que surge entre ambos es el estímulo que la lleva a comprometerse en la lucha de liberación contra la dictadura de Somoza. Rebosante de un fuerte lirismo, La mujer habitada mantiene en vilo al lector hasta el final.