Una narración que funde de manera magistral las pesquisas del detective Mario Conde en una Habana que se derrumba con un deslumbrante viaje en el tiempo y en la historia.
A un Mario Conde a punto de cumplir sesenta años, y que se siente más en crisis y más escéptico que de costumbre con su país, le llega de manera inesperada un encargo de un antiguo amigo del instituto, Bobby, que le pide ayuda para recuperar la estatua de una virgen negra que le han robado. Conde descubre que esa pieza es mucho más valiosa de lo que le han dicho, y su amigo tiene que confesarle que proviene de su abuelo español, que, huyendo de la Guerra Civil, la trajo de una ermita del Pirineo catalán. En los bajos fondos de La Habana, Conde da con un sospechoso al que acaban matando. Con el asesinato de otro cómplice, Conde descubre una inesperada trama de galeristas y coleccionistas extranjeros interesados en la talla medieval, y se tropieza inevitablemente con la policía de homicidios de La Habana. Pero, en capítulos intercalados, La transparencia del tiempo también cuenta la epopeya a lo largo de los siglos de la estatua, una virgen negra traída de la última cruzada a una ermita del Pirineo por un tal Antoni Barral, y será otro Antoni Barral quien la salve y se vea obligado a embarcar como polizón rumbo a La Habana.
Una novela sobre la soledad y la incomunicación, el amor y la sexualidad, la muerte y los problemas políticos. Martín Santomé, viudo con tres hijos, en las vísperas de su jubilación comienza a registrar en un diario su vida gris y sin relieve. La vida cotidiana de la rutina en la oficina y la de un hogar desunido y crispado se verán alteradas cuando irrumpe en su rutina la joven Laura Avellaneda, su nueva empleada. Y este hombre, casi sin proponérselo, decide abrir en su vida un paréntesis luminoso.La tregua se ha traducido a decenas de idiomas y ha sido adaptad al cine, la televisión, el teatro y la radio, pero que sobre todo ha gozado de la excepcional acogida de los lectores de todo el mundo.
En una misteriosa casa de la costa atlántica, lejos del Londres amenazado por la guerra, Max va a descubrir que los desafíos del presente a menudo tienen su razón de ser en pactos inconfesables sellados mucho tiempo atrás, donde habitan seres como El Príncipe de la Niebla. En la Calcuta de 1932, un tren en llamas atraviesa la ciudad, y el círculo de amigos de Ben y Sheere debe enfrentarse al más terrible y mortífero enigma de la ciudad de los palacios; una aventura, El Palacio de la Medianoche, que va a cambiar sus propias vidas. Entre París y un extraño faro de Normandía se desarrolla Las Luces de Septiembre, en la que Irene e Ismael se adentran en el misterio de un fabricante de juguetes que vive entre seres mecánicos y sombras del pasado, a la vez que crecen los lazos que los van a unir para siempre. La Trilogía de la Niebla nos ofrece una inigualable combinación de aventura, misterio y emociones, de la mano del magistral narrador de La Sombra del Viento, Carlos Ruiz Zafón.
Celia y Fernando deciden emprender un crucero por el Caribe en un intento de recobrar una intimidad diezmada por la rutina matrimonial. El viaje por las islas se inicia al ritmo dulzón de los boleros. Y, poco a poco, el lector va remontándose en el pasado aparentemente anodino y recatado de los protagonistas, hasta llegar a esa otra vida, infinitamente más rica y sugerente, donde las parejas suelen agazapar apasionados secretos inconfesables, y sobre todo inconfesados.
En el placentero escenario del crucero, Celia y Fernando descubren que esos mismos recuerdos, en contacto con la sensualidad natural del entorno, podrían transformar sus existencias de un modo inesperado.
Quién mató a Nola Kellergan es la gran incógnita a desvelar en esta incomparable historia policíaca cuya experiencia de lectura escapa a cualquier tentativa de descripción.
Intentémoslo:
Una novela de suspense a tres tiempos -1975, 1998 y 2008- acerca del asesinato de una joven de quince años en la pequeña ciudad de Aurora, en New Hampshire.
En 2008, Marcus Goldman, un joven escritor, visita a su mentor -Harry Quebert, autor de una aclamada novela- y descubre que éste tuvo una relación secreta con Nola Kellergan. Poco después, Harry es arrestado y acusado de asesinato al encontrarse el cadáver de Nola enterrado en su jardín.
Marcus comienza a investigar y a escribir un libro sobre el caso. Mientras busca demostrar la inocencia de Harry, una trama de secretos sale a la luz. La verdad solo llega al final de un largo, intrincado y apasionante recorrido.
En 1952, cuando Annie Ernaux tenía doce años, su padre quiso matar a su madre un domingo de junio, a primera hora de la tarde. Años después, esa escena se le presenta a la autora tan diáfanamente cruel como el día en que la vivió. Como en tantas otras familias, sus padres, que se odian entre sí, adoran en cambio a la niña, por lo que, mientras pasan los días y el olvido invade el hogar, el recuerdo de aquel domingo parece convertirse en un mal sueño. Sin embargo esa escena cambió para siempre a la autora: aquella niña y su familia "habían dejado de ser gente decente", y todo había pasado a ser vergonzoso. Annie Ernaux recorre desde los códigos de conducta y las normas sociales que imperaban en su entorno, hasta las noticias del momento, las expresiones más usadas o el temor que infundían las grandes ciudades, para calibrar con exactitud hasta que punto lo ocurrido la hicieron sentirse indigna.
En el centro de esta deliciosa novela hallamos a Del Jordán, una chiquilla que vive con sus padres en el pueblo de Jubilee y nos narra su día a día, su relación con la familia, los vecinos y los amigos. A través de sus ojos observamos el mundo y compartimos el provecho que saca de lo que ve. Del compadece la poquedad del padre, admira el arrojo de la madre y comprende que tarde o temprano llega el momento en que hay que elegir entre una risueña mediocridad -hogar, iglesia, matrimonio, hijos-y otras opciones más interesantes y arriesgadas. Ese descubrimiento es también el de la vocación literaria, una suerte de llamada, de deber para con el mundo.
En el resquebrajamiento de una sociedad que ha cortado con sus valores y su pasado, en que los asesinos contratados o sicarios son niños, y en que la impunidad es la norma y la violencia el aire que se respira, por las atestadas calles de Medellín, entre una multitud maldiciente de desempleados y mendigos, de ladrones y atracadores, vendedores ambulantes y fumadores de basuco, van el narrador loco o lúcido y su amante, un adolescente asesino, tratando de ponerle remedio por las malas a lo que no lo tiene. Cuando ya no queda sino rezar y rociar con agua bendita las balas, la iglesita perdida de María Auxiliadora en el pueblo de Sabaneta se vuelve un santuario de peregrinación de los sicarios y a la vez una referencia para las páginas alucinadas de esta novela.
Mircea Cartarescu, autor de las visionarias «Nostalgia» o «Lulu», aborda tres relatos magistrales, cargados de un humor amargo y brutal. El volumen se abre con «Ántrax», que narra, en plena paranoia post-11-S, cómo el autor recibe un sospechoso sobre desde Dinamarca, hecho que moviliza al kafkiano establishment policial rumano. En «Las Bellas Extranjeras», indudable pièce de résistance del volumen, asistimos al delirante viaje del autor en compañía de once escritores rumanos a tierras francesas, un descenso a los infiernos que alcanza, por momentos, la grandeza de lo grotesco. En «El viaje del hambre», un joven Cartarescu aspirante a poeta en la época previa a la caída del comunismo, es invitado por un grupo de escritores de una ciudad de provincias y se ve arrastrado a un sinfín de situaciones absurdas con el estómago vacío y muerto de frío. Un libro magistral por el que desfilan escritores, artistas, policías, estudiantes, funcionarios culturales y hasta fantasmas: tres relatos cargados de un humor que nos lleva de la sonrisa cómplice a la abierta carcajada.