Universidad de Princeton, Nueva Jersey, 2015. Durante un semestre, Mario Vargas Llosa impartió junto a Rubén Gallo un curso sobre literatura y política. Ambos conversaron con los alumnos sobre teoría de la novela, y sobre la relación del periodismo y la política con la literatura, a través de cinco obras del autor: Conversación en La Catedral, Historia de Mayta, ¿Quién mató a Palomino Molero?, El pez en el agua y La Fiesta del Chivo. En estas conversaciones, el Nobel, con su brillantez acostumbrada, habla del oficio de escritor y de los retos a los que se enfrenta en la construcción de sus novelas, pero también ofrece un análisis inteligente de la actualidad. Es especialmente conmovedora la charla con Philippe Lançon, periodista del Charlie Hebdo que sobrevivió al atentado islamista perpetrado ese mismo año. Tres perspectivas complementarias confluyen en este libro: la del autor, que desvela el proceso creativo de sus novelas; la de Rubén Gallo, que analiza las distintas significaciones que las obras de Vargas Llosa cobran en el momento de su difusión, y la de los alumnos, que con sus reflexiones y preguntas dan voz a los millones de lectores de Vargas Llosa.
Desde hace algún tiempo, Cristina y yo habíamos especulado con la posibilidad de hacer un trabajo en el que pudieran conjuntarse y dialogar sus textos con algunos de mis dibujos, y llegó el momento cuando apareció Conversaciones entre pájaros, los del bosque y los del alma, esos pájaros de su alma de afrodescendiente, consciente y orgullosa de esa herencia cultural híbrida que vive en sus versos y vuela en los esbozos de esos pájaros igualmente híbridos escondidos entre sus páginas.
Tras recitar sus poemas en una velada literaria en Dublín, Frances y Bobbi conocen a Melissa, una atractiva escritora que quiere publicar un reportaje sobre ellas. Estas dos universitarias que en el pasado fueron pareja se verán atraídas hacia ella y su marido Nick: un matrimonio acomodado que se acerca a la cuarentena y con el que terminarán formando un complejo ménage à quatre.
Ambientada en la bohemia artística irlandesa, esta historia de amores libres y relaciones ambiguas ofrece un retrato honesto de una generación que rechaza las etiquetas impuestas.
Entre presentaciones de libros, estrenos teatrales y vacaciones en la Bretaña francesa, las conversaciones de los personajes convierten el debut de Sally Rooney en una novela de ideas marcada por unos diálogos ocurrentes y un hábil sentido del humor. La autora indaga en las delicadas crueldades de la interacción humana en una obra inteligente sobre la amistad, el deseo y los celos.
Mientras sus personajes descubren el poder que tienen sobre los otros, Rooney articula una adictiva historia sobre el funcionamiento de la inocencia, el impacto de la infidelidad y el espejismo del libre albedrío.
Conversaciones entre amigos ha situado a Rooney como una de las voces más prometedoras de su generación. Una obra aguda y reveladora que es a la vez una novela de iniciación, una comedia sobre el amor y un alegato feminista.
Corre el año 1952, en pleno franquismo, y en un cuartel cercano a Madrid aparece el cadáver de un espía norteamericano acompañado por un caballo y un perro, también muertos. Ricardo Valor, comisario de la Brigada Criminal, se hará cargo del caso y descubrirá un complot relacionado con el tráfico de penicilina que involucrará a altos mandos militares y políticos.
Con el ambiente militar y policial como telón de fondo, Corazones de lobo refleja la pobreza de un país que todavía no se había recuperado de una guerra fratricida. A través de una prosa precisa y sobria que crea intriga y atrapa al lector hasta el final, Javier Reverte muestra el contraste entre la miseria de la población y la fortuna de los ganadores del conflicto bélico, que utilizaron el poder que cayó en sus manos para enriquecerse a costa del sufrimiento de otros.
Clemente Aragón no entiende por qué, siendo un hombre casado y con buena reputación en la sociedad salvadoreña, continúa enredándose con mujeres. Su aventura con Blanca, esposa de un general y buen amigo suyo, podría haberse filtrado. Anida ahora en Clemente una nueva sensación de paranoia, que se acrecienta con unas misteriosas llamadas y el extraño suicidio de uno de los luchadores de lucha libre que asistía al grupo de Alcohólicos Anónimos que coordina.
Es finales de febrero de 1972 y, después de que el gobierno militar de El Salvador cometiera un fraude electoral, el nombramiento de un nuevo presidente desata las protestas y una oleada de intrigas y conspiraciones. Clemente preferiría mantenerse al margen, pero los acontecimientos se precipitarán a lo largo de un fin de semana, mientras el destino de la familia Aragón se entrelaza con la deriva de una nación en medio de un conflicto inagotable.
La correspondencia cruzada entre la novelista Carmen Laforet y el crítico de la cultura Emilio Sanz de Soto confirma que Laforet, pese a su mutismo publicitario, no renunció hasta el final a su ejecutoria de escritora, y recupera parte del tejido de la memoria de Sanz de Soto, tan carente de registros en letra impresa. La libertad fue la meta vital de ambos y la dificultad de encontrarla en la España de su época, el argumento central de sus respectivas biografías. Odiaban ser dirigidos y dirigir, y les gustó relacionarse con gente libre. Eran dos seres dotados de narración. Creían en la aristocracia de los sensibles, de los considerados, de los valerosos. Todo lo humano les parecía comprensible, sin etiquetas, sin el poder reductor de esencialismos identitarios. Este epistolario es también la historia de «una amistad amorosa», un concepto y una experiencia de difícil absorción en la cultura española, pero que continuamente estuvo en boca y en vida de Emilio Sanz de Soto y Carmen Laforet. La lectura de estas cartas está presidida por una perentoria necesidad de diálogo que nos remite al hermoso ensayo de Virginia Woolf, The Humane Art, en el que concibe el género epistolar como el arte más humano, al hundir sus raíces en «el amor a los amigos». Estas cartas inéditas son las que cubren un mayor lapso de toda la correspondencia de Carmen Laforet (desde diciembre de 1958 a agosto de 1987) y contribuyen a un mejor conocimiento de la escritora de Nada y de las «memorias literarias vivas» de un testigo excepcional de la cultura española del medio siglo: Emilio Sanz de Soto.