Hay muchos motivos por los que Lovelight Farms ya no es el paraíso invernal con el que Stella Bloom soñaba: los abetos marchitos, el establo de Papá Noel conquistado por mapaches, mercancías extraviadas, una deuda tremenda...
Para intentar salvarlo, Stella se presenta a un concurso. Pero hay un problema: intentando pintar Lovelight como un destino para vacaciones en pareja, Stella dijo que lo llevaba con su novio. Y no tiene. A quien sí tiene es a Luke Peters, su mejor amigo, que de repente se ve con un negocio a su nombre y, de paso, con una relación falsa. No obstante, fingir que está enamorado de Stella le resulta fácil, y puede que el destino le haya hecho el mejor regalo de Navidad posible...
Jana, una azafata de sonrisa perenne, no se ha quedado corta en asegurar que, si alguna vez se cruza con Ulises González, el actor de películas románticas más famoso del país, le pedirá matrimonio.
Así que cuando su compañera de vuelo le revela que su amor platónico está nada más ni nada menos que en el avión, no le queda otra que aceptar su apuesta y cumplir su palabra.
Siempre se ha dicho que hay que tener cuidado con lo que deseas porque puede volverse realidad.
Pero lo que ella no sabe es que el actor viene de la enésima reunión con su representante, que no deja de insistirle en que debe darle algo de «salseo» a la prensa y echarse una novia..., aunque sea falsa.
La prensa del corazón solo habla de Kane Black, un acaudalado hombre de negocios y formidable seductor. Pero bajo la máscara de adorado playboy se esconde un hombre atrapado en las garras de un dolor que lo consume. Desde la muerte repentina Lily, su esposa, Kane ha vivido como un fantasma, obsesionado con el pasado y totalmente indiferente a las perpetuas luchas de poder de su familia, los poderosos Armand-Black.
Pero todo esto cambia cuando Lily reaparece, muy viva. En los salones de la jet-set neoyorquina y la mansión de los Armand-Black las pasiones se encienden y desbordan a medida que los secretos se van revelando...
En sentido y sensibilidad, Jane Austen explora con sutileza e ironía las opciones de la mujer en una sociedad rígida, donde el éxito o el fracaso dependen de la elección del marido. La historia se centra en dos hermanas, Elinor y Marianne, cuyas personalidades antagónicas ejemplifican dos posibles respuestas femeninas ante la hipocresía dominante: el «sentido común» y la «sensibilidad». Sin embargo, tanto un camino como el otro entrañan sus peligros.
En los albores del siglo XIX, viajamos de la mano de Jane Austen a Sanditon, una localidad costera decidida a convertirse en el reclamo turístico del momento: un balneario excepcional para recibir a la más alta sociedad, un lugar de recreo y sanatorio gracias a las virtudes del mar. Allí, asistiremos a la pugna de sus personajes por lograr ubicar Sanditon en el mapa.
En pleno cambio social, la autora, sagaz observadora, desenfunda el sable de su afilada ironía y retrata a una comunidad excéntrica, dividida entre personajes pretenciosos y arrogantes. Sanditon es su última e inconclusa novela y un regalo póstumo para sus lectores.
El sol baña los acantilados y las aguas turquesas del mar de Cornualles cuando Jane Bellamy y Cedric Stone se conocen en el verano de 1939. No están destinados a ser una ecuación perfecta, pero son jóvenes y el amor lo arrolla todo a su paso. Así que esta historia comienza como otras muchas: él y ella se enamoran. Hay primeras palabras, primeras miradas y primeros besos. Y luego la guerra, la nada. Solo oscuridad. Todo cambia.
Años más tarde, en un hospital de Edimburgo, Margot Abbot sostiene en la mano un anillo que pertenece al paciente que dormita en la cama, Cedric Stone. Ella todavía no lo sabe, pero está a punto de abrir un baúl de recuerdos y descubrir qué ocurrió tras aquellos luminosos días de estío que quedaron atrás.
Mi futuro exmarido está haciendo saltar por los aires toda mi vida. Y con tal de no enfrentarme a ello, me dispongo a hacer lo mejor que se me da a mí, Tess Owens: salir corriendo.
Así, me lanzo a los brazos de mi mejor amiga Rachel y del equipo de hockey para el que trabaja. Ahí está mi nueva vida, en una ciudad desconocida y rodeada de jugadores encantadores. Pero uno se destaca del resto: Ryan Langley, el delantero estrella de los Jacksonville Rays.
Ahora solo me quedan seis semanas para emprender un nuevo negocio. Seis semanas para luchar por mi libertad… Todo ello mientras me resisto al soltero más cotizado de la NHL, a su sonrisa ganadora y su meteórica carrera. ¿He mencionado que le saco diez años?
Tras la muerte de su padre, el prestigioso empresario alemán Eric Zimmerman decide viajar a España para supervisar las delegaciones de la empresa Müller. En la oficina central de Madrid conoce a Judith, una joven ingeniosa y simpática de la que se encapricha de inmediato. Judith sucumbe a la atracción que el alemán ejerce sobre ella y acepta formar parte de sus juegos sexuales, repletos de fantasías y erotismo. Junto a él aprenderá que todos llevamos dentro un voyeur, y que las personas se dividen en sumisas y dominantes... Pero el tiempo pasa, la relación se intensifica y Eric empieza a temer que se descubra su secreto, algo que podría marcar el principio o el fin de la relación.
Tanner ha pasado toda su vida yendo de un lugar a otro, sin pertenecer a ninguna parte. Cuando su abuela, poco antes de morir, revela el nombre y el lugar donde vivía el padre que nunca conoció, decide visitar Asheboro para dejar el pasado atrás y seguir con su vida.
Kaitlyn sabe exactamente a donde pertenece. En Asheboro ha construido una vida para ella y sus hijos de la que está orgullosa, especialmente después de la crisis del divorcio. Pero cuando conoce al misterioso y atractivo Tanner no puede evitar sentir que algo faltaba en su vida hasta ahora.
Jasper nunca volverá a sentir que pertenece a ningún lugar. Pasa sus días solo, atormentado por el trágico accidente que le arrebató lo que más quería, con la única compañía de su viejo perro Arlo.
Los mundos de estos tres seres están a punto de colisionar, un encuentro imprevisto que cambiará para siempre la trayectoria de sus vidas. Porque hay caminos que se cruzan, otros se fusionan... y unos pocos te llevan a casa.