Para Julia, enfrentarse a los malos es pan comido. Después de todo, es la única detective de la escuela del Sagrado Riñón con una placa ganada con su esfuerzo. Pero justo cuando ella y su compañero Sergio se preparan para enfrentarse a Álex, el mayor abusón de la escuela, se oye un grito desde la biblioteca.
De repente, no oyen a nadie, y solo tienen el vago recuerdo de un objeto dorado balanceándose, pero Julia, Sergio y Álex están decididos a averiguar qué ha sucedido.
Cuatro sospechosos.
Cuatro armas.
Cuatro lugares.
¿Podrás encontrar al culpable antes que Julia y sus amigos?
Entre los siglos IV y V d. C. el Imperio romano, en franca decadencia, experimentó una serie de cambios profundos. Y quizá el más importante de todos ellos fue la creciente influencia de la fe cristiana en las esferas de poder. Tradicionalmente los filósofos habían sido quienes a asesoraban a los gobernantes de Roma, pero poco a poco los obispos y otros creyentes cristianos fueron quienes ofrecieron un nuevo marco de pensamiento antiguo en el que los vínculos entre ciudadanos fueron sustituidos por una religión común que establecía una lealtad a un autócrata distante.
Peter Brown, la mayor autoridad en la civilización mediterránea de la Antigüedad tardía, analiza en esta obra cómo la enseñanza cristiana proporcionó un modelo para un imperio más jerárquico: los antiguos ideales de democracia dieron paso a la imagen de un gobernante glorioso que mostraba misericordia a sus súbditos. El resultado es uno de los ensayos más brillantes sobre esta época tan turbulenta como fascinante.
Martina y Bruno tienen una nueva misión: encontrar al ladrón de bocadillos de su cole… ¡antes de que se los zampe todos!
Está claro que están más que preparados para la aventura…, ¿o no?
¡KIIIIIIÁÁÁ!