Menos mal que el Reino Perdido está perdido, porque si no, seguro que estaría llenos de turistas; es la ventaja de ser un lugar tan apartado al que, según dicen, sólo se puede llegar con la imaginación... Nuestra recomendación es que no te fíes de las habladurías y emprendas este largo viaje dispuesto a dejarte sorprender.
Entre fogones encendidos con brasas prestadas, patios que huelen a mango y regolas que ya no son ríos, se tejen las memorias y las ficciones de un Caribe íntimo y entrañable. Cuentos intercalados nos invita a recorrer escenas donde lo cotidiano se convierte en relato, y la nostalgia se disfraza de personajes que parecen salir de las calles polvorientas, los colmados y las cocinas de antaño.
«Durante estos años los lectores me habéis dado tanto que me sentía en deuda con vosotros. Por eso he decidido yo también entregaros una parte de mí. Estos textos que os traigo han modelado de alguna manera mi forma de ser. Son pequeños cuentos, ya casi perdidos, de grandes autores que he decidido adaptar a los tiempos que corren. He modificado personajes, situaciones, el lenguaje... pero la esencia sigue siendo la misma: esa que nos ayuda a entender el mundo». Eloy Moreno