Filosofía del colapso pretende dilucidar los presupuestos filosóficos, metafísicos y aun teológicos involucrados en las narraciones sobre el colapso. Estas narraciones han alcanzando tal rango teórico que puede hablarse, sin reparos, de una auténtica colapsología. Se trata de una síntesis de vastos dominios de conocimiento científico en torno a cuestiones de gran calado como el cambio climático, el pico del petróleo o la pérdida de la biodiversidad. Frente a la tesis del progreso infinito o de la abundancia ilimitada de recursos, los colapsólogos creen desvelar una tendencia de la civilización industrial hacia el desmoronamiento. En la medida en que la colapsología también plantea la pregunta por la existencia humana bajo la hipótesis del peor escenario posible, se trata de una recuperación contemporánea del existencialismo. A este respecto, la obra propone aplicar las categorías analíticas básicas del existencialismo a la colapsología, con el fin de elaborar una hermenéutica existencial del colapso.
Lo esperaré aquí.
Le diré cuánto lo quiero […]
Prometeré quejarme menos.
No ser esclava de mi trabajo.
Pensar en nosotros. Sí.
Sí…
Mañana le diré todas esas cosas…
Y se quedará.
Jonathan Harker viaja a Transilvania para cerrar un negocio inmobiliario con un misterioso conde que acaba de comprar varias propiedades en Londres. Después de un viaje plagado de ominosas señales, Harker es recogido en el paso de Borgo por un siniestro carruaje que lo llevará, acunado por el canto de los lobos, a un castillo en ruinas. Tal es el inquietante principio de una novela magistral que alumbró uno de los mitos más populares y poderosos de todos los tiempos: Drácula.