El descubrimiento de América en 1492 fue un hecho extraordinario que significó el inicio de una nueva etapa histórica: la Edad Moderna. Un nuevo continente se abrió primero a los descubridores, a los que siguieron los denominados «conquistadores». Pequeños grupos de hombres iniciaron una serie de exploraciones y conquistas de carácter épico y recorrieron el continente de norte a sur, proyectando el poder hispano desde California hasta la Patagonia.
¿Cómo trabajaremos en el futuro? A diario observamos que cada vez más tareas son asumidas por aplicaciones informáticas y por robots. Esto nos provoca inseguridades y miedos ante un mundo laboral ya de por sí incierto e inestable.
En este libro, la filósofa Lisa Herzog nos insta a no caer en catastrofismos resignados, ya que el trabajo desempeña un papel demasiado importante en nuestra sociedad como para abandonarlo a su suerte. La salvación del trabajo requiere una decisión política que consiste en organizar su futuro —concretamente las reglas de juego jurídicas y sociales que lo rigen, las implicaciones de la transformación digital…— para que se ajuste a nuestra idea de dignidad y prosperidad.
Este libro da nuevas respuestas a una de las grandes cuestiones de nuestra época y propone vías para una política mejor.
Con una mirada radical, Lea Ypi desmonta los tópicos más arraigados en el debate sobre migración, integración y ciudadanía. Demuestra además que las políticas migratorias actuales no solo perpetúan la división entre clases sociales sino que la profundizan, y que el Estado capitalista, lejos de actuar como garante de la justicia, suele funcionar como un instrumento de exclusión y dominio. Fronteras de clase reúne tres de los ensayos políticos más importantes de la autora y ofrece una nueva perspectiva para entender las crisis de la democracia contemporánea.
Este libro reúne una pluralidad de voces –tanto israelíes como palestinas y de otras nacionalidades– que analizan de modo crítico el pasado, el presente y el futuro del proceso de paz. Concebido sin apriorismos de parte, su única premisa es que el diálogo y la palabra son los únicos medios verdaderamente fructíferos para resolver este terrible conflicto.
La obra está estructurada en dos secciones. La primera está dedicada a los antecedentes históricos, en especial a partir de los Acuerdos de Oslo, de la sobrecogedora situación actual. La segunda recoge diferentes propuestas para avanzar en el proceso de paz, a día de hoy quebrado, así como sus variados matices y límites.
Este volumen surge en el medio universitario, alcanzado también por un clima de polarización que se ha vuelto transversal y omnipresente. Sin embargo, tiene la confesa aspiración de que la universidad pueda convertirse en un espacio propicio para el diálogo riguroso, en el que distintas perspectivas puedan confrontarse y debatirse bajo el mismo techo, siempre desde el supuesto de la tolerancia y el respeto recíprocos.
Esta obra ofrece una lectura de la evolución del derecho penal desde la óptica de la teoría de medios y el análisis sociocultural. Examina el modo en que la sucesión de las diferentes constelaciones mediáticas, de la oralidad a las redes digitales, ha ido moldeando las prácticas y el concepto mismo de justicia. Además, sostiene que buena parte de las crisis del derecho penal contemporáneo están conectadas a la influencia de los medios audiovisuales en nuestra imaginación penal. Fenómenos como el punitivismo, el deterioro de la discusión político-criminal, el auge de la estigmatización digital y los juicios mediáticos o la expansión de la legislación simbólica serían, en suma, signos de un cambio cultural profundo que coloca al derecho penal en un lugar diferente al que se le asignó hasta el cambio de siglo.
Este libro analiza la crisis de los fundamentos del derecho penal expresada en la profunda falta de correspondencia que existe entre el sistema normativo de las garantías y el funcionamiento efectivo de las instituciones punitivas. Hace un recorrido teórico por las raíces del modelo garantista recogido por la tradición ilustrada, así como por la oposición que contra dicho modelo han ejercido desde finales del siglo XIX la continua emergencia de arquetipos penales premodernos y la interminable tentación de autoritarismo. Ilustra las múltiples formas de ilegitimidad e injusticia provocadas por la inadecuación del modelo o por las lesiones contra las garantías individuales. Frente a la crisis del modelo, propone una reformulación y política en el marco de una teoría general del garantismo.