Roma lo exige todo.En Roma todo está en venta.Maldita sea por siempre Roma.
Mare Internum, año 75 a. C. Un barco mercante navega rumbo a la isla de Rodas. A bordo, Julio Cesar acompañado sólo por su fiel Labieno. Obligado por sus enemigos a exiliarse de Roma, se dirige al encuentro con el maestro Apolonio para aprender oratoria y de este modo, a su regreso, iniciar una feroz pugna para ingresar en el Senado y enfrentarse allí al temido Cicerón.
Así arranca la extraordinaria segunda entrega de la saga dedicada a Julio Cesar por Santiago Posteguillo. En Maldita Roma encontraremos ya al mito en la plenitud de su talento político y militar, dispuesto a vencer cualquier obstáculo en su imparable conquista del poder.
Faye Johnson es la bruja perfecta durante el día, pero cuando cae la noche, se vuelve una maestra en desafiar las normas. En la clandestinidad, acepta todos los trabajos que los demás consideran inmorales, desde vender pociones a vampiros hasta lidiar con licántropos problemáticos. Todo parece funcionar hasta que entra en su vida Reese Marlasis.
El Esencialismo es más que una estrategia de gestión del tiempo o una técnica de productividad. Es un enfoque disciplinado y sistemático para discernir lo que es absolutamente esencial, eliminar todo lo que no lo es y enfocarnos en las cosas que de verdad importan. En vez de tomar decisiones como reacción, el esencialista distingue deliberadamente las pocas cosas vitales de las muchas triviales, elimina lo que no es esencial para determinar en qué cosas puede rendir al máximo y luego quita los obstáculos para que las cosas esenciales fluyan de manera clara y ágil.
La búsqueda disciplinada de lo esencial no consiste en hacer más en menos tiempo. Consiste en invertir de la manera más inteligente posible el tiempo y la energía para rendir al máximo haciendo solo lo esencial. En definitiva, el Esencialismo es una actitud emprendedora, audaz y exitosa.