No pocas veces los filósofos y los poetas se embarcan en las mismas aventuras del pensamiento y de la intuición. Así, mientras en la dimensión de Homero y de la Ilíada, la flecha de Paris lanzada desde las murallas de Troya recorre una línea de palabras y llega siempre a la pierna de Aquiles, la flecha de Zenón, lanzada en Elea hace 2600 años, atraviesa una línea numérica eternamente divisible por dos y todavía hoy no logra llegar a su imposible destino.
Dante Maroni, heredero de la infame organización Tenebrae, sabe esconder la crueldad con encanto, la brutalidad con trajes a medida y el amor con silencio. Sin embargo, tras infiltrarse en el Sindicato, la perversa entidad tras los secuestros de menores a los que su mundo de enfrenta, descubre una información que lo pone todo en peligro.
Amara Rossi es la hija del ama de llaves de los Maroni, y lleva enamorada de Dante desde que era una niña. Pero cuando la secuestraron y torturaron a los quince años, lo perdió todo y quedó exiliada. Ahora, más de una década después, su vida se derrumba de nuevo y debe volver a unirse al juego oscuro de la mafia.
Y así, mientras los secretos salen a la luz y el amor se convierte en una fuerza imparable, Dante, el rey renuente, y Amara, la reina inevitable, inician una partida mortal que decidirá su destino.
El enigma de Dios es un libro repleto de sinceridad y erudición que explora una gran duda existencial, así como también el sufrimiento que acompaña a la muerte y la búsqueda de sentido en un mundo lleno de incertidumbre. A través de un doble recorrido tanto personal como filosófico -en el que conoceremos las opiniones sobre la existencia de Dios de pensadores como Platón, Wittgenstein o Kierkegaard, entre muchos otros; este libro es una verdadera historia de la filosofía-, el autor pone a prueba nuestras ideas preconcebidas y nos estimula para pensar con libertad sobre el sentido de la vida y la relación inherente de esta con Dios.
Cuando alguien ataca a la anciana adivina que ha acampado en los terrenos de Buckshaw, Flavia recurrirá a sus dotes de investigación para descubrir al asaltante. Pero todo se complica cuando otra muerte sacude la tranquilidad del pequeño pueblo de Flavia, en el que, a pesar de la insoportable convivencia con sus dos extremadamente molestas hermanas mayores, ella sigue demostrando que no necesita una bola de cristal para descubrir al asesino.
Una noche de diciembre, un cadáver yace en el suelo de la habitación 622 del Palace de Verbier, un hotel de lujo en los Alpes suizos. La investigación policial no llegará nunca a término y el paso del tiempo hará que muchos olviden lo sucedido. Años más tarde, el escritor Joël Dicker llega a ese mismo hotel para recuperarse de una ruptura sentimental. No se imagina que terminará investigando el viejo crimen, y no lo hará solo: Scarlett, la bella huésped y aspirante a novelista de la habitación contigua, lo acompañará en la búsqueda mientras intenta aprender también las claves para escribir un buen libro.
¿Qué sucedió aquella noche en el Palace de Verbier? Es la gran pregunta de este thriller diabólico, construido con la precisión de un reloj suizo. Joël Dicker nos lleva finalmente a su país natal para narrarnos una investigación policial en la que se mezclan un triángulo amoroso, juegos de poder, traiciones y envidias en una Suiza no tan tranquila, donde la verdad es muy distinta a todo lo que hayamos imaginado.
Venimos al mundo para habitar un escenario y representar como actores un guion escrito mucho tiempo atrás, en un pasado que nunca es definitivamente pasado. El escenario de nuestra vida es el mundo interpretado a través del lenguaje y de unos rituales y gestos heredados, y en el que la presencia espectral de los ausentes nos acerca al vértigo de un abismo que a la vez nos atrae y nos repele. A pesar de nuestro empeño por aferrarnos a certezas, y a toda suerte de referencias vitales fijas y estables, siempre nos acecha la experiencia de lo sombrío y lo inhóspito. Porque tal vez no seamos otra cosa que la trama de historias y relatos que nos contamos a nosotros mismos, Joan-Carles Mèlich reivindica en este espléndido ensayo la vida entendida como representación o drama, es decir, abierta al dolor y el abandono, pero también a la transformación constante y a la sorpresa de lo imprevisible. Y más allá del Sentido, la Razón y el Logos que la metafísica tradicional nos proponía como consuelo y guía, esta obra nos habla de un yo corpóreo, vulnerable y de naturaleza ficcional, pero que, como Molly Bloom al final del Ulises, se atreve a decir, incuestionablemente, sí.