Quizá tú, al igual que yo, creciste con un montón de ideas sobre lo que debías ser para alcanzar la felicidad o acoplarte mejor a este mundo. La realidad es que muchas de estas no son más que expectativas ajenas que ciertas personas proyectan sobre nosotros y es común que, al intentar cumplirlas, terminemos sumamente frustrados porque no están alineadas con quienes somos en realidad. Pero puedes estar tranquilo, las decisiones que has tomado hasta ahora no son definitivas. Estás en el momento adecuado para preguntarte cómo estás viviendo y optar por aquello que resuene contigo, solo así descubrirás tu luz.
Marina y María viven mil y una vidas de lunes a viernes dentro y fuera de la redacción y todavía les sobra tiempo para que les sucedan todo tipo de situaciones surrealistas de las que no solo escapan sin despeinarse, sino que terminan con cardado y laca.
Dos libra sin carnet de conducir, parecidas por fuera, pero diferentes por dentro, reporteras kamikazes, divertidas, exigentes, y, sobre todo, caóticas. Solo ellas son capaces de anteponer su espíritu aventurero e informativo a cualquier plan: cambiar un vuelo a Ibiza por otro a La Palma con volcán en erupción incluido, marcharse de la noche a la mañana a Rusia a cubrir una guerra aun a riesgo de no llegar a la boda de su amiga o participar en una carrera ilegal de coches con una cámara oculta…
Un juego de simetrías, de búsquedas que se solapan y de secretos de familia que son -al mismo tiempo- los de todo un país.
Trece años atrás, Patricio Pron decidió contar por fin una historia que había intentado olvidar por todos los medios: la de cómo la enfermedad de su padre lo obligó a regresar a su ciudad natal –un osario, en su expresión– y de qué manera ese retorno lo confrontó no sólo con un lugar que en nada se asemejaba al que había dejado, sino también con el pasado trágico de su país y de su familia. ¿Por qué había querido desterrarlo de su memoria? ¿De qué huía? ¿No era precisamente esa huida la que lo había convertido en escritor?
A partir de conversaciones en los pasillos del hospital, de fotografías familiares y de la investigación de un asesinato realizada por su padre; de filmes, artículos de prensa, sueños y recuerdos involuntarios de una intensidad devastadora, Pron reunió las piezas de un puzle en el que sus padres y él ocupaban los extremos de una historia de agitación política, violencia estatal, desapariciones y deudas. De ellas surgió un relato sobre la memoria, la verdad, la compasión y la justicia que resuena poderosamente en tiempos como los nuestros, de negación y olvido.
No somos esclavos de nuestras emociones.
¿Inviertes tiempo y esfuerzo en tu desarrollo profesional, en tu salud física y en tus relaciones personales, pero descuidas tus emociones? Estas tienen un poderoso impacto en nuestra toma de decisiones, en la calidad de nuestras relaciones y en nuestra sensación de felicidad y, sin embargo, con frecuencia las pasamos por alto, al creer que no podemos cambiarlas.
Yonquis emocionales nos sumerge en un viaje de autoconocimiento que revela la profunda conexión entre nuestros pensamientos y emociones, y nos brinda una metodología única que combina neurociencia e inteligencia emocional para transformar los pilotos automáticos de la mente que nos impiden disfrutar de la vida.
Comunicarse correctamente es un elemento fundamental a la hora de relacionarse con los demás: la primera impresión es de hecho decisiva para la evolución de la relación interpersonal. Pero ¿qué importancia tiene conocer y dominar los componentes que entran en juego en el primer encuentro?
En este ensayo, Stefano Bartoli y Lara Ventisette nos guían para comprender los mecanismos psicológicos detrás de una sonrisa o de un apretón de manos; mecanismos que conciernen tanto a quienes sonríen o extienden la mano como a quienes observan la sonrisa o el apretón de manos. Nos hacen comprender lo necesario que es guiar el encuentro, controlando el tono de voz, las expresiones faciales, la postura y la vestimenta. Pero también preparando el escenario en el que pueda tener lugar este primer contacto. A través de la comunicación empática podemos aprender a gestionar la historia que enviamos al mundo, en lugar de sufrirla, estructurándola en función de las situaciones e interlocutores, y también de nuestros objetivos.
Como escribió Emil Cioran: «Me libero de las apariencias y, sin embargo, sigo atado a ellas». Aprender a comunicarnos y comunicarnos eficazmente evita que nos encontremos en esta situación.
Perdido, 1928. El clan Caskey se desmorona con la cruenta guerra personal entre Mary-Love y Elinor. En los recovecos del caserón donde viven Elinor y Oscar se esconden crisis conyugales y existenciales con repercusiones que desafían la imaginación, mientras los peores recuerdos, aquellos que uno se esfuerza por mantener ocultos, acechan para tejer sus mortíferas redes y salir a flote.