Estamos en el mejor momento de la historia para emprender. El mundo necesita nuevas ideas y llevarlas a cabo es ahora más fácil que nunca. Mientras tanto, la mayoría de personas pasan demasiadas horas haciendo demasiado trabajo por muy poco dinero, y lo saben. Quieren dejarlo.
Entonces ¿por qué hay tanta gente que aún se resiste a montar una empresa? ¿Por qué hay tantos aspirantes a emprendedores en redes sociales y tan pocos empresarios que dirigen sus propios negocios? Todo esto tiene fácil solución. El plan es sencillo -tan sencillo que se puede completar en un solo fin de semana- pero tan poderoso que Kagan lo ha empleado hasta en siete ocasiones para crear negocios de más de un millón de dólares.
Un pequeño castillo de caza en Hungría, al pie de los Cárpatos, donde alguna vez se celebraron fastuosas veladas y la música de Chopin inundaba los elegantes salones decorados al estilo francés, ha cambiado radicalmente de aspecto. El esplendor de antaño se ha desvanecido, todo anuncia el final de una época.
En ese escenario cargado de vivencias, dos hombres se citan para cenar tras cuarenta años sin verse. De jóvenes habían sido amigos inseparables, pero luego sus caminos se bifurcaron: uno se marchó a Extremo Oriente y el otro, en cambio, permaneció hasta hoy en su propiedad. Sin embargo, ambos han vivido a la espera de este momento, pues entre ellos se interpone un secreto de una fuerza singular. Todo converge en un duelo sin armas, aunque tal vez mucho más cruel, cuyo punto en común es el recuerdo imborrable de una mujer.
En esta obra, Plinio, los años terribles, el reconocido escritor Manuel Matos Moquete ofrece amplias y ricas perspectivas acerca de la vida de su hermano Plinio Matos Moquete, direigente izquierdista dominicano, líder del Grupo Movimiento Liberador 12 de Enero, cuyo activismo en los 12 Años de Balaguer y la manera en que eludía su apresamiento, lo convirtieron en una leyenda, en el hombre constante perseguido por las fuerzas de seguridad al que nadie podía atrapar y que ponía en jaque a los jefes de la policìa de la época.
Magnéticos e irresistibles. En cada uno de los cuentos de El buen mal, Samanta Schweblin nos abduce a otra dimensión donde quedamos en contacto íntimo con sus personajes. Encandilados por el fulgor de la inminente tragedia, vulnerables y profundamente humanos, advierten cuánto podría transformarlos la irrupción de lo inesperado. A algunos los dejará de pie frente al dolor, a otros dialogando con la culpa y a todos atravesados por la incertidumbre. ¿Importa saber qué es verdad? Se trata, de principio a fin, de ser partícipes de un fenomenal artificio literario. Con inédita perspicacia, Schweblin intuye el punto de quiebre de una voluntad, la intensidad premonitoria de un temblor y la lejanía que impone la ternura. Conoce la mejor de las infinitas posibilidades de una historia y el modo de encajar las piezas de una trama para dar con un gran relato que se hunda y proyecte, oscurezca e ilumine el día a día de la época y el alma de quienes la habitan. En su literatura, premiada internacionalmente, los filos entre realidad y ensueño deslumbran como los de un cuchillo.
Isadora Moon es especial porque es diferente.
Su mamá es un hada, su papá es un vampiro y ella tiene un poquito de los dos. Por eso, cuando se van de picnic, todo puede pasar...
Isadora está triste y le pide a una ninfa del pozo de los deseos ser feliz siempre. Pero estar feliz todo el tiempo igual no es tan bonito como parece... ¿Podrá deshacer el deseo y volver a sentir todas sus emociones?