Bada y San, una pareja de treintañeros, tienen dificultades para concebir un bebé. Cansados de no lograrlo, y de escuchar comentarios de todo tipo, deciden someterse a un tratamiento de fecundación in vitro. La sociedad surcoreana, que conserva aún fuertes rasgos tradicionales, impondrá sin reservas sus expectativas sobre los jóvenes aspirantes a padres... incluso cuando las cosas no vayan bien.
A través de esta historia, Keum Suk Gendry-Kim nos cuenta el drama que viven muchas parejas: los retos físicos y psicológicos a los que se enfrentan, las opiniones sesgadas de familiares y amigos dependiendo de si hablan de la futura madre o del futuro padre, la falta de empatía de la comunidad médica... Mañana será otro día es una tragedia íntima, inspirada en la experiencia personal de la autora, pero que conectará a las lectoras y los lectores de uno y otro continente.
¿Cómo contar la historia de uno mismo? Y, en ese ejercicio, ¿hasta qué punto se construye o se reconstruye la identidad? En este libro autobiográfico, Piedad Bonnett parte de sus vivencias para reflexionar sobre los factores que definen nuestra cotidianidad. Nos habla, con sensibilidad y lucidez, de aquello que determina la experiencia de las mujeres —la educación, el matrimonio, la maternidad, los tabúes asociados al cuerpo y la violencia de género— y también de la ansiedad, el miedo, la rebeldía, las ansias de libertad y las obsesiones que impulsan el proceso de la escritura.
Con una prosa poética y contundente, atravesada por humor e ironía, la autora aborda las diferentes épocas que ha presenciado, en las que podemos vislumbrar las muchas mujeres que ha sido. Su camino de reconocimiento está siempre inconcluso, pues, al igual que ella, todos «somos inaprehensibles. Somos rectificables, como cuando queremos que la palabra dé cuenta de nosotros. No hay relato que diga quiénes somos».
Si un mínimo cambio de hábitos puede provocar resultados extraordinarios en un individuo, imagina lo que podría hacer en tu equipo y en tu empresa.
El trabajo en equipo hace frente a determinados obstáculos ante los que las capacidades individuales se ven limitadas (falta de planificación, metas poco realistas, comunicación confusa…). El deseo de que nuestras aspiraciones personales basten para impulsar el progreso colectivo no es más que una ilusión. La realidad es que los individuos deben desarrollar sus habilidades hacia la excelencia y que los grupos de trabajo requieren hábitos colectivos óptimos para afrontar la toma de decisiones y la organización, los cuales generarán confianza, diligencia y satisfacción entre los miembros del equipo.
Todas las personas deseamos ser felices, ser importantes… y tener una vida que nos guste vivir; sin embargo, se nos ha hecho creer que solo existe una manera de lograrlo: perseguir nuestra pasión. Descubre cuál es tu pasión, encuentra un trabajo que esté alineado con ella y ¡magia! Felicidad garantizada. Pero, ¿y si esta idea no fuera más que una trampa? ¿Y si la historia fuera exactamente al revés, y la pasión llegara como resultado del éxito? ¿Y si la idea de que solo tenemos una gran pasión a lo largo de la vida está completamente equivocada?
En la tradición japonesa, el ki es la energía vital que habita en el mundo y fluye en cada uno de nosotros, en nuestro cuerpo y mente. En el torbellino de la vida cotidiana, a menudo descuidamos esta respiración invisible en detrimento de nuestra salud. ¡Es hora de recuperar nuestro aliento!
Con casi un siglo de edad, el maestro japonés Hiroshi Tada nos revela las claves del ki no renma, una beneficiosa técnica que ha forjado a partir de sus más de sesenta años de práctica del aikido.
El Esencialismo es más que una estrategia de gestión del tiempo o una técnica de productividad. Es un enfoque disciplinado y sistemático para discernir lo que es absolutamente esencial, eliminar todo lo que no lo es y enfocarnos en las cosas que de verdad importan. En vez de tomar decisiones como reacción, el esencialista distingue deliberadamente las pocas cosas vitales de las muchas triviales, elimina lo que no es esencial para determinar en qué cosas puede rendir al máximo y luego quita los obstáculos para que las cosas esenciales fluyan de manera clara y ágil.
La búsqueda disciplinada de lo esencial no consiste en hacer más en menos tiempo. Consiste en invertir de la manera más inteligente posible el tiempo y la energía para rendir al máximo haciendo solo lo esencial. En definitiva, el Esencialismo es una actitud emprendedora, audaz y exitosa.