The Star. The Icon. The Witch. The Construct. The God. The Engineer. The King. In a time of Tribulations, they will answer the call as Earth's Mightiest Heroes! But when the towering Terminus attacks, a new and insidious danger rears its head. One that the Avengers know all too well, and one who comes to them in the most dangerous of guises: that of a friend! Soon, the Ashen Combine, a collection of the Multiverse's greatest monsters, descends from the Impossible City - and they destroy metropolitan areas for sport! The Avengers face the battle of their lives - and one will fall. But will the Impossible City fall with them? And what kind of doom might be unleashed upon the Earth as a consequence? Plus: Kang the Conqueror searches for the missing moment!
¿Qué harías si el destino te hiciera cruzarte con el hombre perfecto hasta cuando sacas la basura en pijama? ¿Enamorarte, volverte loca… o ambas?
Ada lleva un tiempo de sequía amorosa cuando empieza a encontrarse en todos lados, como por arte de magia, con un auténtico dios griego. Tomando el sol en la playa, en el trabajo, incluso sacando la basura; allí está él, como si estuviera destinado a provocar que a Ada se le haga la boca agua. Parece que ha sido abducida por una comedia romántica, pero la realidad siempre es peor que la ficción y digamos que, en este caso, él viene acompañado de algún pequeño inconveniente (o no tan pequeño). Por mucho que lo intente, Ada no es capaz de huir de él. ¿Cómo se librará de esta?
Coincidencias, malentendidos y tensión sexual son el cóctel perfecto de esta historia de amor llena de caos. Con miles de lectores, Raquel Antúnez sabe escribir una buena comedia romántica con la que divertirse y enamorarse.
Una adivina errante encuentra una familia inesperada en este cálido y maravilloso debut de fantasía, perfecto para los lectores de Travis Baldree y Sangu Mandanna.
Tao es una adivina errante que viaja con su fiel mula como única compañía. Limita su don a los «pequeños presagios»: detalles como si granizará la semana que viene, a qué chico besará la camarera o cuándo parirá la vaca.
Sabe, por experiencia, que los presagios más grandes tienen consecuencias también grandes... Sin embargo, una de esas inofensivas fortunas se convierte en algo más cuando un ladrón (casi) reformado y un exmercenario la reclutan para encontrar a un niño perdido, y pronto se les une un panadero con ganas de aventura y un gato ligeramente mágico.
Así, Tao emprende un nuevo camino, pero a medida que baja sus muros, las sombras de su pasado se ciernen sobre ella y llegará el momento de decidir si merece la pena arriesgarlo todo para conservar la familia que nunca pensó que encontraría.
This fully annotated volume collects three of Baum's fourteen Oz novels in which he developed his utopian vision and which garnered an immense and loyal following. The Wizard of Oz (1900) introduces Dorothy, who arrives from Kansas and meets the Scarecrow, the Tin Woodman, the Cowardly Lion, and a host of other characters. The Emerald City of Oz (1910) finds Dorothy, Aunt Em, and Uncle Henry coming to Oz just as the wicked Nome King is plotting to conquer its people. In Baum's final novel, Glinda of Oz (1920), Dorothy and Princess Ozma try to prevent a battle between the Skeezers and the Flatheads. Tapping into a deeply rooted desire in himself and his loyal readers to live in a peaceful country which values the sharing of talents and gifts, Baum's imaginative creation, like all great utopian literature, holds out the possibility for change.
En este privilegiado laboratorio que fue la isla Española, se adaptó y curtió el español de la primera hora al convertirse en experimentado baquiano dispuesto a señorear tierras y gentes y a recorrer descubriendo y poblando dominios españoles más allá del Caribe.
Los monarcas españoles siempre quisieron “probar la tierra", que no era otra cosa sino enviar simientes de todo tipo procedentes de España para ver si esa tierra era apta para su cultivo. Lo mismo sucedió con los animales de tiro y de granja. Las haciendas de la Española sirvieron para desterrar mucha hambre y como despensa para futuras expediciones. Al mismo tiempo, en una reciprocidad ejemplar, de la capital de las Antillas salieron los primeros productos americanos
para enriquecer al Viejo Mundo.