Ricardo III fue un rey cruel que asesinó a sus sobrinos en la Torre de Londres para asegurarse el trono de Inglaterra… o eso nos han hecho creer.Postrado en una cama de hospital y soberanamente aburrido, elinspector Alan Grant de Scotland Yard se obsesiona con un retrato delmonarca que, a sus ojos de fisonomista, no cuadra con su reputación de monstruo. Ayudado por un joven investigador del Museo Británico,intentará descubrir quién fue en realidad Ricardo III y qué hay decierto en la historia de los príncipes de la Torre.La hija del tiempo fue declarada por la Asociación de Escritores deNovela Negra del Reino Unido la mejor novela de misterio de todos lostiempos. En ella, Josephine Tey analiza cómo se construye la historiaa partir de hechos, pero también de testimonios sin pruebas fidedignas que los respalden. Una obra soberbia y original que, en la época delas fake news, cobra una nueva vigencia.
Esta edición única recoge las dos primeras versiones publicadas del relato sin adaptaciones ni censuras: la original de 1740 de Gabrielle-Suzanne de Villeneuve y la de Jeanne-Marie Leprince de Beaumont, de 1756, una adaptación de la historia de Villeneuve con visos moralistas y didácticos, y que sería la primera de diversas rein-terpretaciones posteriores. Una oportunidad inmejorable de descubrir la evolución uno de los cuentos que ha marcado la infancia de varias generaciones. La Bella y la Bestia es una de las historias más conocidas de nuestro tiempo, un cuento de hadas de raíz tradicional repleto de simbolismos en el que la bondad se ve recompensada y la belleza interior prevalece sobre la exterior.
Tres adolescentes embarazadas.
Las tres se llaman María y son vírgenes.
Un milagro amenaza el futuro de la Iglesia católica.
Un thriller conspirativo y trepidante del autor de La biblioteca de los muertos.
El profesor y arqueólogo Cal Donovan se dirige a Islandia para pasar unas vacaciones con su última novia cuando recibe una llamada del Vaticano. El papa Celestino IV quiere que investigue la extraordinaria aparición de tres jóvenes vírgenes, embarazadas, llamadas María. ¿Se trata de un milagro, como clama el sector más conservador del Vaticano, o existe una explicación científica? ¿Es posible que las tres estén gestando al hijo de Dios? ¿Podría este aparente milagro causar el colapso de la Iglesia católica?
ELLOS TEMBLARÁN DE MIEDO... ¡Y LOS LECTORES, DE RISA!
Cosas que me he encontrado desde que llegué a Pesavilla:
1.- Nuevos amigos tan fans del misterio como yo.
2.- Un gato con un ojo de cada color y sospechosamente listo.
3.- Cosas raras a tutiplén, que si un monstruo, que si un cuervo que me mira de reojo, ranas, ranas y más ranas y… ¿¡se puede saber qué hace esa escoba?!
Desde que llegó a Pesavilla, Álex tiene claro que en este pueblo pasan cosas raras. Primero fue un monstruo que acechaba en el colegio y ahora es... Bueno, aún no tiene claro lo que es, ¡pero seguro que aquí hay gato encerrado! O cuervo... ¿O quizá rana?
De las exiguas referencias biográficas que nos han llegado sobre Calímaco (nacido en Cirene, Libia) entre el 320 y el 305 a.C., el hecho más significativo es, sin duda, su establecimiento en la Alejandría Ptolemaica en torno al 285 a.C, donde no tardó en ocupar un cargo de importancia en la famosa biblioteca de Alejandría La vida y la obra poética de Calímaco están íntimamente unidas a la ciudad de Alejandría. Estamos frente a un poeta urbano que desarrolló toda su ingente actividad como poeta de la corte, en medio de la biblioteca y los gramáticos del Museo. La influencia de Calímaco como teórico literario y poeta fue extraordinaria en el periodo latino y medieval hasta comienzos del siglo XIII. Son numerosos los poetas romanos que vieron en el alejandrino un modelo de perfección poética: Ennio y otros "poetae novi" como Catulo, Propercio, Tibulo y Ovidio admiraron e imitaron al poeta docto por excelencia.
Desde que los primeros grupos de homínidos empezaron a fabricar toscas herramientas de piedra hasta el desarrollo de la inteligencia artificial, el ser humano ha vivido en una constante evolución tecnológica. Y la tecnología siempre ha ido de la mano del poder, no solo porque la construcción de armas más letales y sofisticadas otorga supremacía sobre las sociedades menos avanzadas, sino porque quien dedica un espacio al progreso científico puede superar cualquier obstáculo.