Este libro de autoayuda y superación personal como "De los sueños a la acción" es inspirar y guiar a los lectores a transformar sus aspiraciones en realidad mediante estrategias prácticas y herramientas emocionales. Busca empoderar a las personas para superar obstáculos, crear hábitos positivos y tomar decisiones que les acerquen a sus metas.
María siempre soñó con ser profesora de cosmetología, pero sentía miedo al fracaso y no sabía por dónde empezar. Un día decidió leer un libro de superación personal que le ayudó a identificar sus metas específicas y a trazar un plan de acción. Aplicó consejos prácticos, como establecer objetivos pequeños, rodearse de mentores y perseverar ante los contratiempos.
Después de TIEMPO de esfuerzo, María logro sus sueños y, aunque enfrentó desafíos, aprendió que el éxito no se trata solo de llegar a la meta, sino de disfrutar el proceso y crecer como persona. Su historia muestra cómo pasar de soñar a actuar transforma vidas. Por medio a la acción.
En esta Ecos de sangre su autor es cuidadoso al convertir el suceso taíno en argumento teatral. Evita la trampa del localismo, el simplismo y lo folclórico. Cruz parte de un acontecimiento insular para proyectar la trama hacia lo universal.
La princesa Iguanamá, la soberbia Xucaba, el behique Guaguyona y el cacique Ananorex (únicos personajes de la obra) trascienden lo anecdótico para elevar sus acciones hacia un teatro dramático y profundo.
En esta Ecos de sangre, como ya hizo en su poemario Areytos: cantos entre el cielo y la tierra, su creador incorpora parte del encantador idioma de nuestros taínos. Lo que constituye, por demás, un aporte inigualable.
No ahondaremos en estas premisas en la historia que este dramaturgo dominicano nos plantea en su pieza teatral. Dejemos que ella misma abra para todos nosotros el siempre intenso telón de Giovanny Cruz Durán.
Hace más de diez años que escribí esta larga indagación sobre el devenir de los principales grupos humanos que han constituido la nación dominicana en el ámbito de la isla de Ayitì o La Española.
Esta indagación a partir del concepto de la Trinidad Divina con que Juan Pablo Duarte encabezó el juramento de la sociedad fundada para promover la independencia del dominio haitiano.
Es sabido que los números constituyen un plano de la realidad, una prefiguración de lo existente, un mundo constituido entre la ideación original y la realidad física. En el caso que nos ocupa al aura de significados englobados por el número tres (armonía, equilibrio), se une el matiz teológico añadido por el concepto Trinidad, un concepto eminentemente religioso que se encuentra, contrario a lo que podría pensarse, en otras religiones más allá del cristianismo de donde la tomó el fundador de la república. Por tanto estas indagaciones, conjuntamente con el aspecto social y político, se han ido principalmente por la cuestión religiosa donde precisamente, con el transcurrir del tiempo y los avatares humanos, se ha constituido uno de los espacios de equilibrio y armonía entre las visiones de las tres culturas que nos constituyen, ese espacio es la religión popular dominicana, también llamada Culto a la 21 División.