Una amenaza sobrevuela París. Una figura sombría, espectral, capaz de cometer las peores villanías que se puedan imaginar. Un hombre sin identidad, con la pericia de convertirse en cualquiera; un maestro del disfraz, del robo, del secuestro, del chantaje, de la suplantación de identidades y del asesinato. Fantomas es, probablemente, el primer «supervillano» de la historia tal y como conocemos actualmente la denominación, el que siguió la estela de Arséne Lupin (creado por Maurice Leblanc seis años antes) pero llevándolo más lejos. Porque, aun siguiendo la estela de Arséne Lupin, desde el momento de su publicación, en febrero de 1911, Fantomas (y las treinta y una novelas en torno al personaje que rápidamente aparecieron) se convirtió en un fenómeno de masas, cuya popularidad trascendió todos los estratos sociales y culturales.
Tres robots viven en una diminuta y peculiar casa entre las ramas de una arboleda: una máquina enfermera un poco sádica, una pequeña aspiradora desesperada por recibir amor y atención, y Giovanni Lawson, un androide inventor. Pero también vive con ellos un humano: Victor Lawson, hijo de Gio. Refugiados y a salvo en el bosque, los cuatro forman una extraña familia.
Pero todo cambia el día en que Vic rescata y repara a un androide llamado Hap, que, al parece, comparte un oscuro secreto con Giovanni: un pasado dedicado a cazar humanos.
Keera es una asesina. Como Espada del rey es la espía más despiadada de todo el reino, y la preferida del monarca. Durante años ha cumplido rigurosamente la misión de acabar con quien ponga en peligro la paz de Elverath, y nadie ha podido escapar de ella. Hasta ahora.
Cuando surgen rumores sobre un rebelde que se hace llamar la Sombra y que trata de romper con el débil equilibrio de Elverath, Keera empieza una cacería que la llevará a recobrar la fuerza que creía perdida. En su búsqueda, cruzará las tierras mágicas de los fae, intentando discernir si su enemigo es mortal, elfo o mestizo, como ella. Con cada paso se cuestionará quién es el verdadero adversario: ¿la Sombra que amenaza la paz?, ¿o el rey que destruyó a su pueblo y la convirtió en una asesina desalmada?
Hace años que Elisa está apagada. Tras una terrible pérdida que la llevó a separarse de Mario, a quien consideraba el amor de su vida, se ha hundido en la inercia de la rutina y ya no se reconoce a sí misma.
Cuando le ofrecen el trabajo de sus sueños en un pueblecito de Finlandia, la chispa vuelve a prender en su interior y no duda en abandonar Tenerife para lanzarse a la aventura.
Sin embargo, antes tendrá que sobrevivir a la boda de su mejor amigo en un idílico rincón de las islas donde todo parece posible, incluso que los rescoldos de su antigua relación se aviven una vez más. Elisa y Mario se reencuentran con estrépito al tiempo que el destino se frota las manos para desbaratar de nuevo sus planes.
La diferencia entre las incisiones antiguas y las nuevas se borrará con el tiempo y sólo quedará, sobre la corteza, una única inscripción, un libro con un mensaje principal: Aquí estuvieron dos amigos, dos hermanos.»
El hijo del acordeonista recorre, como si se tratara de un mosaico hecho con distintos tiempos, lugares y estilos, la historia de dos amigos: Joseba y David. Desde los años treinta hasta finales del siglo XX, desde Obaba hasta California, de la infancia en la escuela a los infiernos de la guerra y de la violencia, el autor aborda de forma valiente el tema de la memoria, la nostalgia, la amistad y también de la tristeza del que deja su tierra sabiendo que no volverá. Y en el centro de las múltiples ramificaciones de este relato, la única posibilidad de salvación frente a las circunstancias más dramáticas: el amor.
De un modo sencillo, pero profundo, este libro nos habla del viaje completo que realizamos tras la muerte, explicando detalladamente cómo es nuestra vida en el mundo espiritual y la influencia que ella tiene en nuestra actual vida en la Tierra. Gracias a este conocimiento, encontramos respuestas a las cuestiones que siempre nos hemos planteado: ¿Dónde vamos tras la muerte? ¿A qué hemos venido? ¿Qué sentido tiene esta vida? ¿Por qué me suceden siempre las mismas cosas? ¿De qué manera pueden comunicarse los espíritus con sus seres queridos?