For over a century, humans, dwarves, gnomes, and elves have lived together in relative peace. But that peace has now come to an end.
Geralt of Rivia, the hunter known as the Witcher, has been waiting for the birth of a prophesied child. The one who has the power to change the world for good—or for evil.
As the threat of war hangs over the land and the child is pursued for her extraordinary powers, it will become Geralt’s responsibility to protect them all. And the Witcher never accepts defeat.
Isla Crown has secured the love of two powerful rulers and broken the curses that plagued the six realms for centuries, but few know the true origins of her powers.
Now, in the wake of a crushing betrayal, Isla finds herself hungry for distraction, preferring to frequent Lightlark’s seductive haunts instead of embracing her duties as the newly crowned leader of two separate realms. Worse, her fellow rulers haven’t ceded victory quietly, and there are others in Isla’s midst who don’t believe her ascent to power was earned.
As certain death races toward Lightlark and secrets from the past begin to unravel, Isla must weigh her responsibility to her people against the whims of the most dangerous traitor of all: her heart.
Alex Aster’s intricate world expands after the riveting culmination of the Centennial games, delving more deeply into Isla’s memories of her past, as her future hurtles toward two possible fates.
Long ago and far away (and somewhere south of France) lies the kingdom of Esquaveta. There, Princess Tullia is in nearly as much peril as her struggling kingdom. Esquaveta desperately needs to forge an alliance, and to that end, Tullia's father has arranged a marriage between her and an odious prince. However, one month before the "wedding of the century," Tullia falls in love with a lowly apprentice scribe.
The king turns to Anatole, his much-maligned magician. Seventeen years earlier, when Anatole first came to the castle, he was regarded as something of a prodigy. But after a long series of failures—the latest being an attempt to transform sand into gold—he has become the object of contempt and ridicule. The only one who still believes in him is the princess.
When the king orders Anatole to brew a potion that will ensure Tullia agrees to the wedding, Anatole is faced with an impossible choice. With one chance to save the marriage, the kingdom, and, of most importance to him, his reputation, will he betray the princess—or risk ruin?
ROSE AUSLANDER es una de las ma s destacadas poetas en lengua alemana del siglo XX. Nacida en 1901 como Rosalie Scherzer en Czernowitz - Bucovina (en aquel tiempo parte del imperio austrohungaro), murio en 1988 en Du sseldorf. Vivio en Austria, los Estados Unidos, Rumanía y Alemania y perdió tres veces su nacionalidad (la austríaca, la rumana y la americana) y su patria. Después de la ocupación nazi de la Bucovina, la cultura judía en lengua alemana fue suprimida. Rose Auslander sobrevivio con su madre al exterminio de 50.000 judí os de su ciudad natal, en el gueto de la cual hizo amistad con Paul Celan. Acabada la Segunda Guerra Mundial se fue a vivir en los EE. UU., donde se relacionó, entre otros escritores, con Marianne Moore. En 1965, se trasladó a la República Federal de Alemania, donde era practicamente desconocida. Blinder Sommer - Verano ciego (1965) es el libro que la dio a conocer entre los jóvenes autores, y gracias al cual su poesía conquistó la atención de los lectores y la crítica.
«La Europa sentimental, patria de la lentitud, es otro paraíso perdido. Era nuestro último lujo, nuestro último valor. Era vivir la vida. Sin embargo, se compran Bugattis para quemar las etapas de un destino que les parece absurdo. Nada podrá devolvernos el silencio y la lentitud de las cosas.» Publicado por primera vez en 1932, este ensayo de geografía literaria está a medio camino entre un diario de viaje y un diario privado, entre la prosa y la poesía. 'En tierras del Danubio' es el relato de varias estancias durante las cuales De Rougemont descubre parte de la Europa central: Prusia Oriental y sus castillos, Viena, Hungría, el lago de Garda, Tubinga (donde visita la torre de Hölderlin) y Suabia, al suroeste de Stuttgart. Esta edición incluye también su estancia en Nueva York y la vuelta a Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Son páginas de un lirismo admirable, y profusas en intuiciones brillantes que conforman un mapa de los afectos de la nueva Europa central.
«En aquel primer fin de semana establecí el rito de la cena. Cuando me sentara a la mesa, tenía que haber flores; debía haber una botella de vino y que la mesa estuviera puesta con esmero, como por el mejor sirviente. Un libro abierto para poder leer, el equivalente a la conversación civilizada para un solitario. Todo estaba preparado como para recibir a un invitado y el invitado de la casa iba a ser yo.» En la década de los cincuenta May Sarton compra una casa de campo del siglo XVIII en Nelson, Nuevo Hampshire. Siempre había soñado con la casa ideal y con una nueva vida en ella. Una casa propia son sus memorias sobre cómo compró esa primera casa y sobre los primeros diez años que vivió en ella: las alegrías y las penas de la jardinería, las personas que fueron a visitarla y su rutina diaria como escritora. También nos habla de ese proceso tan intenso y personal de transformar una casa en un hogar; pinta las paredes de blanco para captar la luz y busca el tono preciso de amarillo para la cocina.En esta «casa viva» descubre la paz y la belleza, trabaja en el jardín, excelente metáfora de la vida fuera de él, y no deja nunca de escribir. Son páginas llenas de belleza e iluminadas por sus reflexiones sobre la amistad, el amor, la naturaleza y su universo creativo.