En un tranquilo complejo residencial para jubilados, cuatro improbables amigos se reúnen una vez a la semana para investigar antiguos asesinatos sin resolver. Ellos son Ron el Rojo, mítico activista de los años sesenta y setenta que no ha perdido sus ganas de gresca; la dulce Joyce, una enfermera viuda no tan ingenua como aparenta; Ibrahim, un veterano psiquiatra con una increíble capacidad de análisis, y la tremenda y enigmática Elizabeth, quien, a sus ochenta y un años, lidera este grupo de detectives aficionados.
Cuando un promotor inmobiliario de la zona es hallado muerto, este peculiar Club del Crimen de los Jueves se encuentra con su primer caso actual. Ha llegado el momento de que estos octogenarios «saquen sus ases» de la manga y demuestren de lo que son capaces.
Bienvenidos al Club del Crimen de los Jueves.
Fue en Eichmann en Jerusalén donde Hannah Arendt empleó por vez primera la expresión «la banalidad del mal». Su consternación ante el hecho de que un hombre que no era un monstruo pudiera actuar como agente del mal más extremo fue objeto de burla, indignación e incomprensión. La tormenta provocada por esa controversia indujo a Arendt a abordar nuevamente las cuestiones e inquietudes fundamentales suscitadas en torno a la naturaleza del mal y la elección moral. Responsabilidad y juicio reúne una serie de escritos correspondientes a la última década de la vida de Arendt, cuando se esforzaba por explicar el sentido de Eichmann en Jerusalén.
El núcleo de este libro es una profunda investigación ética: «Algunas cuestiones de filosofía moral»; en él Arendt aborda la insuficiencia de las verdades morales tradicionales como normas para juzgar lo que somos capaces de hacer y examina desde una nueva óptica nuestra capacidad para distinguir el bien del mal. Y lo justo de injusto. Vemos allí cómo Arendt viene a darse cuenta de que, junto al mal radical del que se había ocupado en anteriores análisis del totalitarismo, existe una forma más perniciosa de mal cuya ejecución no tiene límites cuando el que lo comete no siente remordimientos y es capaz de olvidar sus actos rápidamente.
Ya han pasado más de dos años desde que el comisario Georges Dupin fue «forzosamente trasladado» a lo que él considera el fin del mundo: Concarneau, en la costa bretona. Allí nunca pasa nada, aparte de los atascos en verano, cuando toda la región se convierte en el destino turístico por excelencia.
Pero una mañana de julio, al inicio de la temporada alta, recibe una llamada. En el idílico pueblo cercano de Pont-Aven se ha cometido un asesinato incomprensible. Pierre-Louis Pennec, el dueño del legendario hotel Central, en el que a finales del siglo XIX se alojaron Paul Gauguin y otros pintores famosos, ha sido brutalmente apuñalado. ¿Quién querría matar a un anciano de noventa y un años, una bellísima persona? ¿Y por qué?
Cuando poco después aparece un segundo cadáver en la costa, Dupin comprende que tiene entre manos un caso más complejo de lo esperado. Aunque la presión de los políticos locales aumenta, y los habitantes de Pont-Aven guardan un silencio obstinado, el comisario, a quien no siempre le resulta fácil morderse la lengua, se mantiene fiel a su peculiar estilo de investigación. Y es que la pregunta inesperada puede arrojar la pista que hasta entonces estaba eludiéndole, y sacar a la luz un secreto por el que valdría la pena matar.
Con apenas diecisiete años, Manuela entra a trabajar como criada en la mansión de los marqueses de Armayor. Rodeada de un lujo que contrasta con la pobreza de su aldea natal, la joven conocerá la arrogancia y el desamor, pero también el arte de la costura, al tiempo que entablará una amistad inquebrantable con la única heredera de la familia, Alexandra.
Años después, y pese a pertenecer a mundos muy distintos, su amiga será su mayor apoyo cuando la Guerra Civil obligue a Manuela a separarse de su hija Telva, enviada a Rusia junto con otros niños de la zona republicana, y también cuando intente recuperarla décadas más tarde, aunque para ello deba arriesgarlo todo.
La añoranza de Telva, un destino en ocasiones desalmado y una gran historia de amor marcarán la vida de Manuela. Una vida que se extenderá a lo largo de un siglo convulso y lleno de contrastes, magistralmente reflejado por Ana Lena Rivera en las páginas de esta novela que se lee con la emoción a flor de piel.
Una librera que debe huir del fascismo.
Una ciudad a punto de cambiar para siempre.
Un homenaje a los libros y a su capacidad para salvarnos.
Madrid, 1934. Soplan vientos de cambio en la España de la Segunda República cuando Bárbara, una joven alemana que ha conseguido huir de Berlín tras la victoria del partido nazi en las elecciones, abre una pequeña librería.
Esta se convierte en un lugar donde soñar con un futuro libre y esperanzador, pero el estallido de la Guerra Civil amenaza con destruir todo lo que Bárbara ha construido. Será su amor por las letras y por un joven republicano lo que la mantenga aferrada a un país que se enfrenta a una espiral de odio y terror que ella conoce demasiado bien y que la obligará a luchar por su vida una vez más.
Una novela apasionante y rigurosamente documentada por uno de los autores españoles más traducidos y leídos en el mundo. Una historia esperanzadora frente al horror de la intolerancia. Y, por encima de todo, un indiscutible homenaje a la literatura.
LOS LIBROS SIEMPRE SERÁN NUESTRO REFUGIO.
"Un tiempo ilimitado contiene la misma cantidad de placer que uno limitado,
cuando los límites de los placeres se evalúan mediante el razonamiento."
Son muy escasos los textos de Epicuro que han llegado hasta nuestros días; sin embargo, El arte de la felicidad contiene los puntos capitales de su filosofía -contenidos en tres Cartas: Carta a Heródoto, Carta a Pítocles y Carta a Meneceo-, que versa sobre temas tan esenciales como el fin último en la tierra, la esencia del alma o la composición del átomo. La última carta, dirigida a Meneceo, es la más célebre por desarrollar principios de la ética epicúrea como el de la imperturbabilidad o ataraxia, así como una guía de vida filosófica orientada a lograr la felicidad.
Esta edición cuenta, además de una cuidada nueva traducción de José María Zamora, una brillante introducción, también a su cargo, acerca de la vigencia de esta corriente filosófica, que sigue siendo una fuente de inspiración, por ofrecer una perspectiva atemporal, para vivir una vida feliz y serena.