Un testimonio emotivo y transformador de un diagnóstico incierto de leucemia que permite reconstruir el pasado y afrontar el aquí y el ahora
«No es este un tratado sobre superación personal ni sobre leucemia y trasplante de médula. Solo hablo de mi viaje […]. Y de cómo este viaje, el de la enfermedad y el de este libro, ha transformado mi manera de mirar a la muerte y, por lo tanto, a la vida. Y de cómo noto, más que nunca, el suelo bajo mis pies y el aire en mis pulmones. Aunque estos me sigan doliendo 730 días después».
Una guía para vivir con intención en un mundo desordenado
Hoy en día la vida es más ruidosa, desordenada y complicada que nunca. Cada vez es más difícil alcanzar un estado de plenitud que asegure nuestro «felices para siempre». En este libro, Elisabeth Sharp propone un método nuevo para cambiar tus rutinas y prioridades, con el fin de que te sobrepongas al caos y a la desconexión de ti mismo.
Con ocho estrategias sencillas aprenderás a superar el drama y el agobio del día a día, a establecer límites con amor y a organizarte como si fueras un sistema solar: ¿qué puedes hacer hoy para generar una diferencia en el mañana?, ¿cómo puedes transformar tu semana para mejorar tu actitud todo el mes?
La edición de vida no requiere lápiz y papel, sino eliminar relaciones, hábitos o situaciones que no suman a tu presente. El «final feliz» que tanto buscas es, más bien, una serie de «días bien editados», aquellos donde corriges el camino para hacer más de «eso» que te hace sentir completo.
En el colegio te decían que eras inteligente pero vago. Te consideras perezoso, aunque te esfuerzas. Te despistas y no te enteras de lo importante en las conversaciones. Pierdes objetos y nunca recuerdas dónde aparcas el coche. Llegas tarde a todas partes y procrastinas mucho. Cambias de humor sin saber por qué y confundes horas, fechas y lugares. Te aburres con facilidad y dejas las cosas a medias. Haces gastos innecesarios. Interrumpes las conversaciones. Vives en una sensación de caos continuo. Padeces ansiedad o tendencias adictivas. Has visitado psiquiatras y psicólogos, pero sientes que no te entienden.