No sé absolutamente nada de él, a pesar de que es el jefe de mi novio.
A pesar de que mi mejor amiga está ligeramente obsesionada con él y con su música.
A pesar de que es el vocalista de una de las bandas más importantes del momento.
No sé nada de él... Así que lo más coherente que podría haber hecho cuando me pidió fingir ser su novia por una noche hubiera sido negarme.
De ese modo no habría aparecido en la televisión una foto mía entre sus brazos, no estaría rogándole a mi novio real que me escuche, no tendría a su representante presionándome con firmar un contrato para fingir ser su novia por más tiempo.
Londres, 1923. Los dragones surcan los cielos y las protestas estallan en las calles, pero Vivien Featherswallow no está preocupada. Ella se ha propuesto seguir acatando las reglas, conseguir una beca de prácticas para estudiar los idiomas de los dragones durante el verano y asegurarse de que su hermana pequeña no crezca como miembro de la tercera clase. A medianoche, Viv ha desatado una guerra civil.
Acorralada por las consecuencias de sus actos, cuando recibe una misteriosa oferta de «trabajo», no duda en aceptarla. Pero, cuando llega a Bletchley Park, Vivien descubre que ha sido reclutada para descifrar los secretos de una desconocida lengua de dragones, lo que permitirá al gobierno ganar la guerra. Si tiene éxito, su familia y ella serán libres. Si fracasa, todos morirán.
El demonio me ha atrapado.
Lo que empezó como un error inocente se ha convertido en todo un infierno.
En mi defensa diré que no pretendía involucrarme con un príncipe de la mafia.
Pero él se ha abierto paso entre mis muros igualmente.
Jeremy Volkov puede parecer encantador, pero en su interior acecha un auténtico depredador.
Solo quiere poseerme, ser mi dueño.
Pero yo no tengo ninguna intención de quedarme en su mundo sangriento.
O eso creo.