La especulación amenaza el futuro del país, pero aún estamos a tiempo de cambiarlo
Vivir en nuestras ciudades es como jugar una partida amañada de Monopoly: unos pocos acumulan propiedades mientras la mayoría lucha por no quedarse fuera. ¿El resultado? Una sociedad cada vez más desigual, donde heredar o no puede definir tu destino.
En este ensayo breve, ágil y respaldado por años de investigación, Jaime Palomera desmonta uno a uno los mitos que rodean al mercado de la vivienda. A partir de casos de éxito como Viena o Singapur, demuestra por qué los precios no van a dejar de subir y cómo solo cambios estructurales evitarán que barrios y pueblos se conviertan en cotos privados al servicio de unos pocos privilegiados.
Un libro que no solo desentraña las raíces de una crisis que afecta a millones de personas, sino que también explica cómo el mercado sí está intervenido, pero en favor del rentismo. Una llamada a la acción, a repensar las políticas actuales y a devolver a la vivienda su condición de derecho fundamental.
Un slow burn altamente adictivo.
A veces los mejores planes son los inesperados.
Zoe y Axel son polos opuestos y, a la vez, muy similares.
A él le encantan las matemáticas; ella las odia.
Él es reflexivo; ella da muy pocas vueltas a las cosas.
A él no le gusta el chocolate; a ella no le importaría alimentarse de por vida a base de dulces.
Los dos creen que no encajan, los dos agradecen el silencio y los dos desconocen lo que uno siente cuando se enamora.
Aunque quizá el punto de unión más importante entre ambos es que los dos están a punto de averiguarlo.
«Desde el principio supimos que la unión entre esos dos no era la recomendable para armar una familia como todos los que venían a la Villa».
Un extraño matrimonio llega a un pueblo de la costa, con un pasado incierto detrás y la determinación de instalarse en el lugar. Comprar el Hotel Habsburgo será algo que nadie olvidará. En poco tiempo, ese noble húngaro dedicado al arte, esa mujer sensual que lleva adelante el negocio, y sus dos hijos aún más extraños que ellos, se irán volviendo de manera imperceptible, pero definitiva, el hilo que enhebra la miseria, la corrupción y las bajezas de todos los pobladores. Narrada por una voz profundamente literaria, Arderá el viento permite oír la conciencia que late en toda ciudad pequeña, y es capaz de capturar el horror en la vida de una villa de mar y la belleza que todavía anida en ella. Guillermo Saccomanno se apropia de un territorio, de sus habitantes, de su pasado y de sus secretos, para mostrar ese entramado de complicidad entre la política, el narco, la policía y el periodismo, en medio del cual las personas corrientes sobreviven a su propia existencia.