La novela El fantasma de la Ópera está dividida en veintiséis capitulos, en los que, con el nexo común de un investigador que es quien nos introduce en la trama asegurando directamente que «el fantasma de la Ópera existió de verdad». Existen novelas para las que el entorno donde se desarrollan adquiere la importancia de un personaje esencial en la narración. En la novela Nuestra Señora de París, de Victor Hugo, la Catedral es una presencia permanente;
y así es en el caso de El fantasma de la Opera, en la que el enorme edificio del Teatro de la Ópera, con su gran complejidad, es prácticamente el único territorio de la intrincada acción. En la novela pueden apreciarse su experiencia como investigador de misterios y
su gran conocimiento de los temas operísticos y de todo lo que rodea a ese mundo de la música y de la ópera en general.
En esta obra, Jane Austen dispone que todas las emociones humanas han de conservar el decoro. Este decoro se traduce en un control de las emociones mediante la prudencia y la razón. Es decir, que una persona necesita el sentido (o juicio) y la sensibilidad para conseguir sus metas. En la historia aparecen dos hermanas: Elinor y Marianne Dashwood, que representan el sentido y la sensibilidad respectivamente. Ambas se enamoran y tienen problemas para que ese amor correspondido llegue a un final feliz.
JANE AUSTEN nació el 16 de diciembre de 1775 en Steventon (Reino Unido). Cuando era una adolescente escribió como hobby y para entretener a su familia, unos relatos en forma epistolar llamados Amor y amistad y Juvenilia. También escribió Elinor y Marianne de modo epistolar y luego lo hizo novela bajo el título Sentido y sensibilidad. Otro de sus relatos epistolares de esta época es Lady Susan. Después escribió La abadía de Northanger, y Orgullo y prejuicio. Otras famosas obras suyas son Mansfield Park, Emma, Persuasión y la inacabada Sandinton. Murió el 18 de julio de 1817 en Winchester.