Rosa decide dejar su vida cómoda en la ciudad para irse con Gene, su pareja de origen irlandés, a construir con sus propias manos una casa en la selva a orillas del mar. Cuando él tiene que irse unos días, ella queda sola en aquel paraje que aún le resulta indescifrable. Durante ese tiempo, a medida que la luna mengua y las noches se oscurecen, Rosa se enfrenta a las amenazas de la ingobernable naturaleza que la rodea y también a los otros, los vecinos del lugar que la saben sola. Su pasado, además, no deja de acecharla, y su soledad se hace cada vez más profunda y definitiva. En esta novela portentosa que corta el aliento, la prosa rotunda de Pilar Quintana nos produce admiración e inquietud por partes iguales.
A veces la vida nos golpea sin aviso. Nos arrastra como un tsunami mientras, ingenuamente, intentamos protegernos con un paraguas. Pero los momentos difíciles llegan igual. Lo importante no es evitar el dolor, sino ver cómo podemos atravesarlo, aunque sea con el alma partida. Las historias reunidas en este libro se adentran en esos laberintos emocionales en los que todos nos perdemos alguna vez. Inspirados en personas reales, los relatos despliegan temas que nos tocan de cerca: el miedo a ser nosotros mismos, las cicatrices que deja el desamor, nuestros intentos desesperados de controlar lo que sentimos, los esfuerzos por huir de las contradicciones de la vida y la capacidad de conectar a pesar del dolor para salir de nuestro aislamiento. Aunque también son esperanzadores: hablan de abrirnos, de empezar de nuevo, de ver una salida.
192 d. C. Varios hombres luchan por un imperio, pero Julia, hija de reyes, madre de césares y esposa de emperador, piensa en algo más ambicioso: una dinastía. Roma está bajo el control de Cómodo, un emperador loco. El Senado se conjura para terminar con el tirano, y los gobernadores militares más poderosos podrían dar un golpe de Estado: Albino en Britania, Severo en el Danubio o Nigro en Siria. Cómodo retiene a sus esposas para evitar su rebelión, y Julia, la mujer de Severo, se convierte así en rehén. De pronto, Roma arde. Un incendio asola la ciudad. ¿Es un desastre o una oportunidad? Cinco hombres se disponen a luchar a muerte por el poder. Creen que la partida está a punto de empezar. Pero para Julia la partida ya ha comenzado. Sabe que solo una mujer puede forjar una dinastía.